Piden apoyo para Christopher, quien necesita atención especializada

El pequeño, que sobrevivió a la explosión de petardos durante el festejo de Corpus Christi, resultó con quemaduras de gravedad; será trasladado a México

Ángel Vega | El Heraldo de Tabasco

  · sábado 13 de junio de 2020

Participaba como monaguillo durante la celebración de Corpus Christi en el municipio.

Christopher tiene 11 años de edad, y como lo consigna en forma cruda un video que circula desde ayer en las redes sociales, es el sobreviviente de la terrible explosión de pirotecnia ocurrida en la procesión de Corpus Christi, en Macuspana, la cual segó la vida del sacristán de la parroquia, Sergio Vargas Reyes, dejándolo gravemente lesionado.

La familia del menor y la comunidad católica de dicha demarcación hacen un llamado a los tabasqueños, pues necesita ayuda especializada. Sobre el estado de salud del pequeño Christopher, quien era monaguillo de la parroquia de San Isidro Labrador, refiere los detalles su madre, en breve entrevista exclusiva con El Heraldo de Tabasco: "El médico nos comenta que (Christopher) se encuentra estable dentro la gravedad.

Sus órganos internos están bien, lo grave son las quemaduras, de hecho se está viendo la manera de trasladarlo a México el día de mañana", señala.

El menor recibió un lavado quirúrgico y en el proceso perdió piel y otros tejidos, por lo que debe estar sedado, ya que los dolores son muy fuertes como para soportarlos estando consciente.

"Tiene el 65% de su cuerpecito con quemaduras, incluyendo su cara y sus brazos, de hecho también una pierna necesita reconstrucción porque se le ve el hueso", explica la afligida madre.

Acompañaba en un triciclo a un sacristán, quien perdió la vida debido al estallido de la pirotecnia. Fotos: Casimiro Sánchez

Sobre las actividades del pequeño, la mamá señala que además de su papel de monaguillo, Christopher tenía amucha amistad con el fallecido sacristán.

Eran muy amigos. Siempre lo ayudaba (a las labores) en la iglesia, entre ellas a trapear

En el video del accidente, grabado desde un vehículo de la procesión, puede apreciarse al sacristán lanzando cohetes mientras él y el niño viajan en un triciclo; en determinado momento, las chispas encienden el resto de los juegos pirotécnicos que transportaban y el triciclo estalla en una bola de fuego que luego da paso a una espesa humareda blanca.

Cuando esta se disipa, el sacristán Sergio Vargas yace tirado en un charco de sangre, mutilado y agonizante. El menor queda sentado sobre la cinta asfáltica, terriblemente lesionado.

La madre señala que es un niño servicial y alegre, y que su familia es oriunda de Macuspana, de la colonia Belém. Tienes una hermana mayor, de 15 años, y toda la familia se encuentra consternada por los hechos, lo mismo que toda la comunidad católica del municipio.

"Ahorita se encuentra en el Hospital del Niño", pero podrían trasladarlo mañana al Hospital Militar de la Ciudad de México, ya que es derechohabiente, pues su padre trabaja como soldado en Sinaloa, y ha estado muy al pendiente", relata la señora.

"Estamos orando mucho por mi niño y deseando que (Dios) lo ponga en las manos de las personas correctas para su recuperación", finaliza.