El diputado del PRI, Gerald Washington Herrera Castellanos, afirmó que el director del ISSET, Fernando Mayans Canabal debe aclarar la asignación de contratos por más de 100 millones de pesos para compra de equipo médico, a la constructora CM del Golfo, una empresa dedicada exclusivamente a la construcción y donde el dueño es José Rubén Ferrer del Río, primo del director del INSABI, Juan Antonio Ferrer Aguilar.
Hasta el Congreso de Tabasco llegó la denuncia de los presuntos contratos que los gobierno federal y estatal, otorgaron por más de 100 millones de pesos para compra de equipo médico, a esta empresa.
El tema fue abordado en la tribuna del Congreso local en la sesión de hoy en Asuntos Generales por el coordinador de la bancada del PRI, Geradl Washington Herrera Castellanos y quien señaló que en una sola mañana, un funcionario de la Cuarta Transformación, firmó 12 adjudicaciones directas, una cada 15 minutos para beneficiar a estos dignos ejemplares del nepotismo.
Agregó que el titular del Ejecutivo estatal declaró que el ISSET es un órgano autónomo y que por eso su gobierno no está involucrado con este caso.
"Hay que recordarle al gobernador, que fue él quién nombró al director del ISSET, el cual también opera con presupuesto estatal.
¿Acaso ya se rompió la alianza política con los Mayans?
Sería bueno que el doctor Fernando Mayans aclare ambos temas porque todo indica que lo quieren convertir en un “chivo expiatorio”, apuntó.
Señaló que la misma empresa beneficiada con todos estos contratos, participa en la construcción de la segunda etapa del distribuidor vial de Avenida Universidad y también fue contratada por el Ayuntamiento de Centro -el año pasado- para realizar la reconstrucción de varias calles y avenidas de Villahermosa.
Ahora queda más claro por qué el presidente dice que la pandemia le cayó como “anillo al dedo” a la Cuarta Transformación
Por último, el diputado priista envío sus mejores deseos de pronta recuperación al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y expresó que pueden tener diferencias en el terreno político, pero nunca en el institucional ni en el humano.