En franca rebeldía contra las medidas sanitarias, comerciantes del centro histórico de Villahermosa catalogados como no esenciales y de diversos giros, operan a media cortina a pesar de que tienen prohibido laborar los fines de semana.
Otros se anuncian y venden a través de sus redes sociales, y una vez hecha la venta, los clientes sólo pasar a buscar su compra al establecimiento comercial.
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Unos dedicados a la venta de ropa y otros artículos, se plano abren sin importarles cosa gran ser apercibidos por las autoridades sanitarias.
Los que ni se inmutan son los vendedores semifijos que trabajan tranquilamente ofertando sus productos sin mayor problema.
A pesar del mal tiempo, la Zona Luz registra una importante afluencia de personas que visitan, principalmente, los negocios dedicados a reparar celulares y vender accesorios a las puertas de la Plaza de la Tecnología.
