Por falta de recursos del gobierno federal, así como de equipo y tecnología para la exploración, no se han podido iniciar trabajos de investigación y excavación en cerca de 5 mil sitios arqueológicos que se estima hay en Tabasco. De estos 5 mil lugares prehispánicos, sólo se tienen registros de unos 2 mil; y de esos, son solamente cinco los que están abiertos al público, lo que detona falta de interés para establecer proyectos tendientes a darlos a conocer.
La Venta, en el municipio de Huimanguillo; la zona arqueológica de Comalcalco, ubicada en ese mismo municipio; Moral-Reforma, en Balancán; y los sitios de Pomoná y San Claudio en Tenosique, han sido durante muchos años los únicos sitios que permiten visitantes, por lo cual la mayoría de los tabasqueños creen que son los únicos que existen.
Sin embargo, en los últimos años ha cobrado fuerza el proyecto Aguada Fénix, importante yacimiento arqueológico de la cultura maya localizado en el municipio de Balancán. Este sitio descubierto en el año 2017 y es considerado el lugar que albergó la ciudad maya más antigua encontrada hasta la fecha, ya que los estudios de radiocarbono indican que esta ciudad maya fue construida en el año 1,000 a. C., colocándola antes de Ceibal y Cuello.
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Se trata sin duda de la ciudad maya más antigua descubierta, ya que cuenta con una enorme plataforma de tierra y arcilla de 15 metros de alto, 1,400 metros de largo y 400 metros de ancho, delimitada por montículos en sus cuatro costados, lo que le da un volumen de 3,8 millones de metros cúbicos, convirtiendo a esta plataforma en la construcción antigua más grande del mundo
El descubrimiento de esta importante y antigua población maya fue realizado por el antropólogo Takeshi Inomata, profesor de la Universidad de Arizona y líder del equipo de científicos en el año 2017 quienes exploraban la zona donde se han encontrado otras construcciones mayas, cuando localizaron la parte sur de la plataforma.
Para su descubrimiento, se utilizó la tecnología de teledetección óptica o lídar, por su sigla en inglés, técnica que ha transformado el campo, pues ha proporcionado un método para escanear regiones enteras en busca de sitios arqueológicos.
Con una gama de láseres, los investigadores pueden echar un vistazo a través de densas cubiertas forestales o distinguir la silueta de construcciones ocultas del pasado, además de crear mapas de sitios antiguos a lo largo de miles de kilómetros cuadrados. Este proceso, que alguna vez requirió décadas de expediciones para elaborar mapas y marchas por la jungla con equipo de búsqueda, ahora puede llevarse a cabo en cuestión de días desde la comodidad relativa de una aeronave.
Lo curioso es que Takeshi Inomata, arqueólogo de la Universidad de Arizona, pudo acceder al mapa lídar encontrado en línea, bajo dominio público, completamente gratis, ya que fue publicado en 2011 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, con lo que cubría 11.500 kilómetros cuadrados de los estados mexicanos de Tabasco y Chiapas.
De este modo, de nueva cuenta tuvo que venir un arqueólogo extranjero a realizar este importante descubrimiento que apunta a ser uno de los sitios arqueológicos más importantes. Para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Tabasco es un estado de gran riqueza arqueológica.
“Tenemos un registro de mas de 3 mil sitios en el estado registrados, pero calculamos que pudieran ser por lo menos 5 mil los sitios”, señaló en ese sentido en el director de ese instituto en Tabasco, Carlos Arturo Giordano Sánchez Verín. Sin embargo, reconoce que en este momento sólo se tienen 5 zonas abiertas al público.
“La intención es que en la media que podamos ir haciendo más trabajos de investigación podamos ir teniendo mayor recuperación de piezas arqueológicas y exhibirlas, hemos recuperado recientemente por ejemplo dos piezas de gran valía estética y cultural, que representan a contorsionistas olmecas, localizadas en el municipio de Tenosique, estamos trabajando por todo el estado para localizar y registrar el material arqueológico que podamos recuperar”, manifestó.
En cuanto a los 2 mil sitios potenciales, reconoció que no se tienen ubicados todavía: “Lo que estamos haciendo es salir a campo, trabajando, comparando con el registro que existe y en algunos casos se determina que es nuevo sitio que estaba registrado, pero calculamos que nos falta 2 mil sitios más que registrar”, expresó.
Sin embargo, el titular del INAH en la entidad reconoció que es complicado localizar y registrar los sitios arqueológicos en Tabasco, porque la mayoría están en terrenos con dueños y se tiene que gestionar la compra o la donación de la propiedad.
"Tenemos un problema sustantivo, el primer problema es que el INAH no es propietario de esas tierras, el INAH no puede llegar a meterse a casa de alguien y decirle que ahora voy a hacer esto, no. Necesitamos tener el permiso, en algunos casos se hace la donación de predios, en otros casos se hace la adquisición por parte de autoridades municipales o federales, gobiernos de los estados y los donan al instituto, para que el instituto ya pueda ejercer un proyecto de investigación arqueológica para que se trabaje ahí, se restaure el sitio y después pensar en la posibilidad de abrirla al público”, destacó.
Por su parte, el secretario de Turismo, José Antonio Nieves Rodríguez, dio a conocer recientemente que en la última reunión con el director de Fonatur, Javier May Rodríguez, se acordó generar una serie de proyectos que permitan crecer la oferta para turistas en la entidad, aprovechando el Tren Maya.
El funcionario estatal mencionó que el Tren Maya será la columna vertebral, pero importan mucho los proyectos locales para que los visitantes tengan opciones de recorridos, ya que en lo que respecta a Tabasco se pusieron sobre la mesa , el desarrollo de los Ríos Mayas y los yacimientos arqueológicos de Aguada Fénix y de Pomoná, para presionar a dependencias federales y poder inyectar recursos en ellos.
Reconoció que es habitual que cada quien trabaje por su lado, pero se pretende hacer grandes cosas en conjunto, ya que la zona de los Ríos está teniendo descubrimientos de alto valor, en Pomoná y en Aguada Fénix, que sería un proyecto turístico importante.
Aquí te dejamos una lista de las zonas arqueológicas con las que cuenta Tabasco y a las cuales podrás comenzar acudir una vez autorizada su apertura, dado que por la pandemia de coronavirus, tuvieron que ser cerradas. Cabe señalar que para los operadores turísticos, las zonas arqueológicas con las que cuenta Tabasco representan una opción más para ofertar paquetes y rutas a visitantes foráneos.
El presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes en la entidad, Jorge Ruiz Pérez, coincidió en que Tabasco es un estado rico en zonas y sitios arqueológicos, términos que hay que diferenciar, ya que se le denomina zona cuando ya está abierta al público, mientras que los sitios son los que se tienen en registro pero muchos de ellos están sin explorar.
Sitios arqueológicos en Tabasco
Uno de los más conocidos es la Zona Arqueológica de Comalcalco, que destaca por sus elementos arqueológicos como por su arquitectura. También se encuentra la zona arqueológica de Malpasito en Huimanguillo, misma que está ubicada en lo que se podría llamar la frontera de Chiapas y Veracruz, y está relacionada a un centro ceremonial de la cultura Zoque.
La zona Pomoná en Tenosique, es un sitio arqueológico que era conocido con el nombre de Pakbul, debido a los jeroglíficos que se encontraron en el lugar. Su descubrimiento fue en 1959 y está ubicado en el municipio de Tenosique. En tanto que la Zona Arqueológica Moral-Reforma es un sitio maya del período clásico, ubicado en el municipio de Balancán.
En ese mismo municipio se localiza Santa Elena, que es es un yacimiento arqueológico perteneciente a la cultura maya precolombina. En lo que respecta a San Claudio en Tenosique, se sabe que de este sitio se han encontrado dos periodos de ocupación, el más antiguo se remonta al principio de la era cristiana y el segundo pertenece al Clásico Tardío entre 600 y 900 d.C.
Otro sitio poco conocido es Panhalé, en el municipio de Tenosique, y está relacionado con la cultura maya. Su nombre significa “reflejo del agua”, nombre que se deriva de que se ubica a orillas del río Usumacinta y sobre la cima de un cerro.
A nivel nacional, de acuerdo con el INAH, en México hay 50 mil sitios arqueológicos inscritos al Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos. Sin embargo, de estos solamente 189 Zonas Arqueológicas son las que están abiertas actualmente al público.
