Ante el tortuguismo de las obras del malecón Carlos A. Madrazo, son las personas en situación de calle y delincuentes quienes han aprovechado los embarcaderos para utilizarlos de casa y de guarida respectivamente.
En un recorrido realizado por el malecón, se pudo constatar que el embarcadero ubicado a un costado del puente Grijalva I tiene desde hace algunos meses al menos a cuatro indigentes que duermen y pasan gran parte del día en este lugar.
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Pedazos de cartón, ropa, botes de todo tipo son los que se pueden observar tirados, en este lugar en el que la vegetación ha cubierto casi en su totalidad. En uno de los pasos de lanchas, ubicado entre el malecón, casi esquina con la avenida Gregorio Méndez este se encuentra lleno de vegetación y su condición no es diferente.
Mencionar que por el lado del malecón ‘Leandro Rovirosa Wade’ las condiciones no son distintas, ya que al bajar de nivel el río Grijalva, parte de la estructura metálica de los embarcaderos quedó dañada.
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Malecón cueva de delincuentes
Si no fuera poco, el hecho de que la zona se ve como zona de guerra, a esto se suma que el malecón se ha convertido en un escondite para los amantes de lo ajeno. Quienes al cometer sus fechorías, cruzan las calles y terminan escondidos ante oficinas o locales vacíos. Otros aprovechan la oscuridad para perderse entre las calles aledañas al primer cuadro de la ciudad.
La zona a la que no se le ve fin, este domingo se observa solitaria, ya que desde este sábado los pocos trabajadores que hay en esta magna obra toman su descanso obligatorio.
