A un mes y días de que se halló sin vida a un joven en situación de calle en una casa abandonada, ubicada en el bulevar Adolfo Ruiz Cortines casi esquina con la avenida Samarkanda, del fraccionamiento Oropeza, el inmueble fue blindado con paredes de block y cemento.
Fue este viernes cuando se observó la presencia de trabajadores de la construcción que se ocupaban en el sellado de todos los accesos, en tanto, las pertenencias viejas que se encontraban al interior fueron sacadas a la intemperie.
Al exterior, trabajadores levantaban los desechos hallados adentro para colocarlos en un camión de carga de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), al referir que los servicios fueron contratados por un particular, aunque no revelaron el nombre.
En tanto, los tres accesos principales a la vivienda, que se ha mantenido abandonada desde hace varios años, fueron clausurados totalmente.
Como se recordará, fue el pasado 9 de junio cuando el Sistema Estatal de Urgencias (SEU) atendió el llamado a este domicilio para la atención de un menor de edad en situación de calle que presentaba síntomas de severa deshidratación, sin embargo, pese a la gravedad del paciente no quisieron remitirlo a alguna unidad de hospitalaria.
Cuatro días más tarde, el 13 de junio, se reportó la muerte de dicho menor, que al parecer tenía 16 años de edad y residía en la casa de forma ilegal.
De acuerdo al reporte de las autoridades, uno de sus compañeros dedicados a limpiar parabrisas, fue el que alertó a una patrulla de que su amigo había fallecido. La víctima se encontraba acostada en un colchón viejo en la casa abandonada, por lo que los elementos de la Policía se introdujeron al inmueble para verificar los hechos.
Cabe mencionar, que dicha vivienda era utilizada como refugio de por lo menos una decena de malvivientes, que al interior realizaban sus necesidades fisiológicas, dormían y hasta consumían sustancias adictivas.