El obispo de Tabaco, Gerardo de Jesús Rojas López, consideró que la obra de la Refinería en el puerto de Dos Bocas, Paraíso, representa la esperanza y confianza para que el pueblo crezca en todos los aspectos; lo anterior, en el marco de la colocación de la primera piedra de la obra, que realizó este domingo el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
En este sentido, pidió a quienes participen en ella que no se alejen de Dios, al tiempo que también clamó al padre bendecir estos inicios de trabajos, y de manera conjunta, el proyecto en general.
“Pienso que hay esperanza y confianza para que el Estado crezca en todo los aspectos y también pedirle que no nos aleje de Dios, a veces el tener recursos, el tener todo lo necesario hay una tentación de olvidarnos de Dios, entonces, pues que Dios bendiga esta obra que sea buena, que sea para el bien común y para obra de Dios”, apuntó.
En rueda de prensa dominical, el Monarca de la Diócesis Tabasqueña indicó que las fuentes de trabajo que generará el proyecto son necesarias en el Estado, pues hay muchas personas que no tienen empleo.
“Dios bendice el trabajo y cristo Jesús lo afirma, yo trabajo porque mi padre trabaja siempre, las fuentes de trabajo en todo lugar y más en nuestro estado son necesarias, hay gente sin empleo, profesionistas sin estar ejerciendo lo que estudiaron. Consideramos que es una oportunidad para que se den las fuentes de trabajo”, delineó.
“HAY TRABAJO PARA TODOS”
En el mismo tema, conforme a las bolsas de trabajo que se estarán abriendo para los migrantes, el presbítero pidió a los tabasqueños que no entre la envidia en sus corazones, pues todos somos hijos de Dios y los migrantes también necesitan trabajar.
“Hay trabajo para todos, que no entre la envidia a nuestros corazones, porque eso nos daña, nos lastima y nos rompe la paz, yo creo que hay trabajo para todos, y ser también misericordiosos, nuestros hermanos migrantes son tan hijos de Dios como nosotros, y tienen también sus derechos”, aseveró.
Finalmente, hizo referencia a todos los mexicanos que trabajan honradamente en los Estados Unidos, sin que la población norteamericana se moleste.
“Yo creo que muchos norteamericanos no se molestan porque haya un norteamericano trabajando, que es ingeniero, médico en algún hospital, al contrario, aprovechas la calidad humana, hay que desechar esos pensamientos que no vienen de Dios”, concluyó.
