A menos de cinco días para que concluya el año, hasta en 30 % se ha empezado a incrementar la afluencia de personas a las casas de empeño y préstamo.
Esto debido a la difícil situación financiera que padecen varios tabasqueños a quienes las dependencias estatales no han cumplido al 100 % el pago de sus prestaciones de fin de año y, por lo tanto, se ven en la necesidad de recurrir a los préstamos personales para tratar de llegar a la última quincena de 2018.
Esto sin contar con las peripecias que tendrán que realizar las familias tabasqueñas para encarar la llamada cuesta de enero, ya que lo único que quieren es terminar el año.
Sin embargo, la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) indica que no es nada recomendable para la población hacer uso de este tipo de créditos, ya que los intereses son sumamente elevados, incluso superiores a los que manejan los bancos.
Román Priego Herrera, Subdelegado Delegación Regional Sureste de la Condusef, reconoció que por estas fechas empiezan a incrementarse las visitas de los pignorantes, lo cual irá creciendo en las próximas semanas.
“La recomendación principal es que tengan cuidado al acudir a una casa de empeño por que es un crédito muy caro, en primer lugar te evalúan bajo tu prenda, luego te prestan un porcentaje también reducido con relación al valor que le asignaron a tu prenda y para complementar, las tasas de interés con la que te prestan son caras, van del 10 % quincenal, que es el 20 % mensual y es el 240 % anual”, aseveró.
El funcionario estatal dijo que esta cifra está muy por debajo de lo que ofrecen los bancos, de modo que las casas de empeño constituyen un crédito carísimo, que está diseñado para arruinar la economía de cualquier familia. “No es un crédito recomendable, pero por eso hay que cuidar el aguinaldo, las dos quincenas de diciembre para que en enero no haya cuesta”, apuntó.
Lo anterior se constató durante un recorrido efectuado por esta casa editorial en el centro de Villahermosa, particularmente por la avenida Coronel Gregorio Méndez, donde proliferan este tipo de negocios, que empiezan a ser visitado por decenas de personas, que llevan una alhaja o un aparato electrónico, con la esperanza de obtener algún recurso que les sirva para poder terminar la quincena.
Las tasas de interés se ubican entre 8 y 12 %, lo cual atrae al pignorante, que desconoce que al final terminarán aplicando más de 200 % anual, por lo que en muchos de los casos las prendas se quedan sin recuperar y son colocadas en remates.