Trabajar dentro de una oficina es un estilo de vida que involucra varios aspectos como levantarse temprano, esperar la quincena, calentar los alimentos en el microondas de la empresa o mejor aún, comprar comida en lugares cercanos al trabajo.
De acuerdo con Kantar Worldpanel, empresa especializada en el comportamiento de los consumidores, los Godinez, y sobre todo los que pertenecen a la categoría de millennials, compran alimentos y bebidas fuera de casa al menos 106 veces al año. Los estudios arrojan que los oficinistas compran en promedio 2.5 productos en cada salida a tiendas de autoservicio.
En México el horario estándar de oficina es de 09:00 am a 06:00 pm, las personas que asisten a trabajar deben considerar el tiempo de traslado y además planear con antelación la comida, lo que muchas veces no sucede y optan por comprar algo desde la oficina.
Son antojadizos
Se ha demostrado que los oficinistas de entre 26 y 35 años son muy antojadizos y compartidos, ya que la cuarta parte de sus compras son exclusivamente para ellos mientras que el resto es con la finalidad de convidar a los compañeros de trabajo.
En el transcurso de la jornada laboral es común que los trabajadores compren alimentos por antojo y no por cubrir una necesidad de alimentación. El 54% de las veces que compran fuera de casa se debe al antojo de golosinas, bebidas, frituras, entre otros.
El 30% de las personas que trabajan en México son oficinistas, un dato todavía más interesante que el anterior es que estas personas representan el 67% de gasto en alimentos fuera del hogar, ya que gran parte de su día transcurre en su trabajo.
¿Qué es lo que más consumen?
- Café.
- Yogurt.
- Refrescos.
- Jugo de frutas.
- Té listo para beber.
- Pan dulce.
- Postre refrigerado.
- Agua saborizada.
- Agua natural.
- Bebidas energéticas.
Los sitios predilectos para consumir alimentos en el horario laboral son cafeterías, tiendas de conveniencia, aunque a la hora de la salida muchos se dirigen en grupos a bares y lugares de esparcimiento para despejarse del trabajo.
Publicado originalmente en El Occidental
