Un fenómeno que se produce en el espacio y genera una gran cantidad de energía, además de ocasionar efectos en la Tierra, es una tormenta solar. Las consecuencias de la radiación son en dispositivos electrónicos y económicas, lo que puede significar grandes pérdidas millonarias, de acuerdo a especialistas y a textos que tratan sobre este evento.
El sitio National Geographic al referirse al asunto indica que estas emanaciones solares también son conocidas como tormentas geomagnéticas que lanzan partículas cargadas de energía, que al llegar al planeta provocan ciertos desajustes.
Como su nombre lo indica, estas suceden en el Sol, sobre la superficie, que es donde ocurren los lanzamientos de radiación (por llamarlos de una forma), que llegan a la Tierra a través de erupciones solares, eyecciones de masa coronal y vientos solares de gran velocidad. Pese a cumplir una misma función, cada uno despide energía en forma diferente. El primer concepto, se refiere a explosiones repentinas que liberan radiación electromagnética, y el segundo, es la liberación masiva de plasma y campos magnéticos.
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¿Qué efectos provoca una tormenta solar?
Continuando con la explicación del fenómeno, el sitio clima.com indica que a mayor intensidad de la tormenta solar más viento será expulsado, a una velocidad de 1.6 millones de kilómetros por hora. De este modo las partículas llegarán al planeta, chocando contra su campo magnético y su atmósfera, ambos serán un escudo, sin embargo, en ocasiones el evento es tan fuerte que afecta la capa gaseosa, creando en el cielo de la noche auroras boreales.
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La cadena de efectos también se puede sentir en daños a satélites, ocasionando mal funcionamiento de los GPS, en las comunicaciones y en los sistemas eléctricos. Volviendo con el sito de National Geographic, todas estas consecuencias tienen un costo, por lo menos en Estados Unidos, el desajuste económico rebasaría los 2 mil millones de dólares, para ponerlo en contexto sería 20 veces mayor que el costo de un huracán como Katrina.
Los efectos de una tormenta solar, así como pueden ser relativamente débiles, también ocasionarían grandes desajustes, además de financieros, sociales y políticos, es la conclusión a la que llegó la Academia Nacional de Ciencias del país norteamericano. Pero un antecedente, del desastre que podría ocurrir, tuvo lugar en 1859. El caso fue conocido como el evento Carrington, nombrado en honor de Richard Carrington, astrónomo británico que observó manchas en el Sol, las cuales produjeron efectos electromagnéticos en el planeta, que sobrecargaron las líneas de telégrafos, lo que interrumpió la comunicación entre América y Europa.
¿Cómo se miden las tormentas solares?
Ante los datos registrados, es posible que algún día tenga lugar una tormenta que ponga en riesgo a la humanidad y su organización. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) clasifica estos eventos en cinco escalas, conocidas como G de tormentas geomagnéticas. Basados en el índice Kp, el cual divide las fluctuaciones del campo magnético.
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Cada escala se divide de la siguiente manera: G1-Menor, cuyo índice es Kp5 y es cuando la tormenta solar causa leves efectos. G2-Moderada, Kp6, pueden ocurrir auroras extendidas; G3-Fuerte, Kp7, ocasionaría efectos en las redes eléctricas; G4-Severa, Kp8, interrumpiría la navegación por satélites y G5-Extrema, Kp9, provocaría interrupciones en las comunicaciones.
