Cuidar a un familiar puede resultar complicado, puesto que conlleva un esfuerzo físico, además de un trabajo mental, de acuerdo a la guía clínica "Detección y Manejo del Colapso del Cuidador" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El Seguro Social indica que muchos cuidadores acaban desarrollando un colapso que se conoce como síndrome de sobrecarga del cuidador o colapso de cuidador.
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Al respecto, el instituto señala que es "el grado en el que los cuidadores perciben que el cuidado que otorgan tiene un efecto adverso en su funcionamiento físico, emocional, social, espiritual o financiero".
Para identificar este padecimiento se debe tener en cuenta los siguientes síntomas:
- Ansiedad, tristeza o depresión.
- Insomnio, miedo o angustia.
- Irritabilidad, ira o enojo.
- Labilidad emocional.
- Aislamiento y soledad.
- Cansancio y agotamiento físico.
- Sentimiento de culpa.
- Salud física deteriorada.
A partir de lo anterior, se trata de un estado de agotamiento físico, emocional y mental, que desarrollan las personas dedicadas a los cuidados continuos de una persona.
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Según el estudio, el promedio dedicado al cuidado es de diez horas al día, lo que disminuye los tiempos de descanso.
Cabe destacar que al no ser una persona con los conocimientos necesarios para asistir a un paciente, la combinación de varios sentimientos, como enfado, frustración, negación, tristeza o ansiedad, provoca el síndrome del cuidador; en este sentido son familiares, el cónyuge o los hijos, quienes asumen el papel.
Cómo prevenir el síndrome
Es importante detectar cuanto antes las manifestaciones del síndrome del cuidador para atenderlas y evitar que los padecimientos afecten la salud.
- Entender cómo la enfermedad afecta a la persona a la que se atiende.
- Aprender a pedir ayuda.
- Reconocer y expresar los sentimientos.
- Mantener una alimentación saludable.
- Duerma las horas necesarias.
- Realice actividad física de forma regular.
- Practique técnicas de relajación.
- Visite al médico oportunamente.
