Aunque para muchas mujeres, la copa menstrual es la alternativa ideal para poder dejar de usar los molestos tapones o las toallas sanitarias, hay muchas que aún no han tomado la iniciativa de hacer este cambio por no saber cómo funciona o cómo cuidarlo.
Entre las cosas en las que más debes tener cuidado es su limpieza, ya que este producto recoge el flujo menstrual en lugar de absorberlo, por lo que es reutilizable, sin embargo, también debe estar siempre limpio.
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Es por eso que por tu seguridad y para evitar cualquier tipo de problema, es necesario seguir al pie de la letra las instrucciones dentro de la caja y limpiarlo de forma correcta.
¿Cómo limpiar mi copa menstrual?
Lo primero que debes saber es que la limpieza es algo que debe hacerse regularmente para poder mantenerla en las mejores condiciones, además si es la primera vez que vas a usarlo, es imprescindible que la esterilices.
Para hacer esto, lo único que tendrás que hacer será hervir la copa en agua durante unos tres minutos aproximadamente para poderla seguir usando. Mientras estés en el ciclo una vez que se haya llenado lo mejor es retirarla, vaciarla y limpiarla en ese momento. Trata de hacer este procedimiento con las manos limpias y enjuaga la copa con agua fría.
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Una vez hecho esto solo tendrás que lavar la copa menstrual con agua fría y un jabón de ph neutro, el cual no tenga aceites ni perfumes, ya que con esto se puede correr el riesgo de que haya una irritación y por ende se infecte la zona vaginal.
Otra cosa que es necesario que tengas en cuenta, es que conforme al uso puede que la copa menstrual se ponga de color amarillento, para eliminar el tono lo único que tendrás que hacer es limpiarla con un cepillo y agua tibia, frotando la zona hasta limpiar por completo todos los residuos.
Se recomienda esterilizar la copa menstrual una vez finalizada la menstruación, después de esto podrás guardarla y mantenerla en buen estado hasta tu próxima menstruación, recuerda que al finalizar de lavarla deberás secarla con una toalla suave.
Procura guardarla en el mismo lugar en el que llegó, normalmente es una bolsita de algodón la cual está diseñada para favorecer el flujo de aire e impedir que se dañe, guárdala en un lugar fresco donde no haya humedad.
