Comienza el verano en Sonora y es cuando percibimos “el canto” de las chicharras, del insecto que “anuncia” la proximidad de la lluvia.
Esta es una idea o creencia que hemos aprendido de nuestros padres o de nuestros abuelos, y que reproducimos sin apegarnos a investigaciones científicas.
Así que, discúlpanos si rompemos tus sueños en El Sol de Hermosillo, pues te compartiremos lo que dicen los estudiosos de esta esperanzadora señal que abrazamos esperando la lluvia.
¿Qué significa el canto de la chicharra?
Generalmente, a lo lejos, identificamos el sonido al que le llamamos canto, que produce este bichito; suelen estar posados en los árboles y son imperceptibles debido a que son de color café y terminan camuflados, o mimetizados, entre los troncos y las hojas.
Además, si nos acercamos mucho, puede ser que dejemos de escucharlos. Saben protegerse.
Lo que tienes que saber es que su sonido es producido por los machos (“los chicharros”) con la finalidad de atraer a las hembras en su época de reproducción, que es… ¡sí!, el verano.
El sitio cope.es señala que también producen dicho sonido para marcar su territorio.
Por si no lo sabías, este insecto cantor pasa la mayor parte de su vida bajo la tierra y sólo sale en los meses cálidos. Así que hemos vivido engañados: su sonido y la lluvia, han sido -toda la vida- mera coincidencia.
¿Cómo hacen su sonido las chicharras?
Antes de avanzar más, como un dato científico interesante, has de saber que provienen de la familia de los Cicadidae le gustan los árboles, y algunas publicaciones sobre flora y fauna, señalan que su hábitat es el campo, pero, ¿a poco no las hemos escuchado en la ciudad?
El sonido que producen lo hacen contrayendo y relajando sus membranas abdominales para atraer a las hembras.
Es así como ejercitan lo que se conoce como sus timbales, nada de que frotan sus alitas para avisarnos que “parece que va llover, el cielo se está nublando”.
Viven bajo tierra y otros datos que no conocías de las chicharras
El portal naturalista.mx revela que miden entre 15 y 65 milímetros; cantan todo el día, pero el sonido del cortejo se intensifica al anochecer y cuando está amaneciendo. Después del apareamiento, las hembras ponen sus huevos ¡y mueren poco después!
Bajo la tierra pueden vivir entre dos y 17 años, se les conoce como ninfas, se alimentan de las raíces y cuando emergen de la tierra a los árboles, hacen una muda y se convierten en adultos que “cantan” para reproducirse... Y nosotros, pensando que “ahí viene el agua”.
Publicado originalmente en El Sol de Hermosillo
