/ viernes 28 de octubre de 2022

"¡Mi abuela estaba cuereando al duende!": La experiencia paranormal de Freddy Persa

Con su buen humor tan característico, el artista contó para El Heraldo de Tabasco algunas de sus experiencias con lo sobrenatural

El reconocido cantante tabasqueño Freddy Persa, patriarca del aclamado y tradicional grupo "Laura, Freddy y los Persas", contó para El Heraldo de Tabasco algunas de sus experiencias con lo sobrenatural. Con su buen humor tan característico, el artista, quien recientemente dejó muy en alto a Tabasco mediante su participación en La Voz Senior, nos relata:

"Mi abuela Romana era la mamá de mi padre. Nosotros vivimos a lado de su casa, ahí casi en el Centro de Villahermosa, en la calle de Allende, cerca de Plaza de Armas. No sé si lo hacía con la idea de mantenernos controlados, ya que dos primos hermanos míos vivían con ella, y al lado de la de ella estaba la casa de mis padres, pero siempre nos contaba historias...

Lee más: Leyenda de Tabasco: Extraña criatura devora una vaca y ataca a campesino

"Mi mamá salía a trabajar, y entonces mi papá nos dejaba ahí, con la abuela. Mi abuela Romana tenía una cocina muy oscura, así como medio rara. Siempre, como ya dije, quizás para que no hiciéramos tantas travesuras mis primos y yo, ella sentenciaba: pórtense bien porque vienen duendes...

"Como todos en Tabasco sabemos, hay muchas historias sobre la supuesta existencia de los duendes. Ella nos contaba que cuereaba a los duendes, es decir, los golpeaba; supuestamente, primero los emborrachaba con una botella de alcohol que les dejaba a modo de ofrenda; les daba sus cigarros, les daba su tamal, cosas así para que el duende se acercara...

"Recuerdo que una noche que nos quedamos a dormir en casa de la abuela Romana, nos advirtió: no se vayan a levantar de la cama, voy a la cocina, porque ahorita a las ocho de la noche voy a cuerear al duende... Foto: Cortesía | Pixabay

"Recuerdo que una noche que nos quedamos a dormir en casa de la abuela Romana, nos advirtió: no se vayan a levantar de la cama, voy a la cocina, porque ahorita a las ocho de la noche voy a cuerear al duende... "Como nos dio miedo, mis primos y yo no salimos del cuarto. Realmente no vi nada, pero escuché cosas extrañas. Primero, oí golpes; después se escuchó el llanto de un niño, y pensé: ¡Mi abuela está cuereando al duende!

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"Este tipo de cosas me impresionaron mucho en mi niñez, así como otras que me pasaron ya de chavo; o sea, está cabrón", dijo Freddy, sumergiéndose aún más en sus recuerdos.

El miedo se esconde hasta en el baño

"En la casa de mi papá, donde yo vivía de joven, teníamos de esos baños cuadrados, de los antigüos, de la vieja Villahermosa, porque para ese tiempo ni las cajas de agua se usaban. No había regadera y con la pura cubeta nos echábamos agua...

"Para usar el baño de mi casa, teníamos que atravesar un patio como de seis metros de ancho. Era un patio bastante oscuro, pero había que pasar por ahí si la necesidad lo mandaba. Salí de mi cuarto, pasé por la cocina y luego salí al patio rumbo al baño y yo, madre! Hice lo que tenía qué hacer en el excusado. Andaba yo con un short corto, y al levantarme y asearme, ¡rayos! sentí clarito que me soplaron las nalgas, ¡y correle!

"En la casa de mi papá, donde yo vivía de joven, teníamos de esos baños cuadrados, de los antigüos, de la vieja Villahermosa, porque para ese tiempo ni las cajas de agua se usaban. No había regadera y con la pura cubeta nos echábamos agua... Foto: Cortesía | Pixabay

Experiencia extracorpórea estilo Tabasco… Volando en hamaca

"La última experiencia sobrenatural que tuve, fue un día de mi juventud que andaba yo medio happy. Yo solía dormir en la cama y mi papá en la hamaca. Mi papá me regañó por andar en esas condiciones, así, medio alcoholizado. Ya para irme a dormir, me quité los zapatos y me fui a la hamaca y me acosté...

Lee más: Leyenda de Centla: La casa del niño perdido

"Yo juro, así te lo juro, me acuerdo perfectamente, que abro los ojos en algún momento, y yo vi que la hamaca me la levantaron hasta el techo. Tenía la cara pegada a la lámina, porque la casa tenía techo de lámina y yo quería moverme, pero no podía moverme de la hamaca, estaba tensa... "Parpadeaba mis ojos y en una de ésas conseguí levantarme. Quiero pensar que lo soñé, pero estuvo medio raro. Son cosas que te puedo decir que me han pasado...

"Quiero pensar que lo soñé, pero estuvo medio raro. Son cosas que te puedo decir que me han pasado... Foto: Cortesía | Pixabay

"Todavía hoy, desde que estamos en la casa aquí con Luara y mis hijas, ellas dicen que han visto una niña en las escaleras, además de extrañas sombras. Yo la verdad, en mi casa actual ya tengo veinticuatro años viviendo, y nunca he visto absolutamente nada anormal, pero mis hijas juran y perjuran que han visto una niña...

"Cuando estaban más pequeñas, a veces me decían que jugaban con una niña invisible. Otras veces como que platicaban con la pared; jugaban con la nada, pero ya sabes como es de imaginativa la mente de los niños. A esa edad son muy fantasiosos, hacen historias, pero nada verdaderamente extraño que haya percibido; lo más feo es lo que ya te conté, cuando me soplaron donde termina la espalda, eso lo sentí clarito...

Recuerdos de familia

"Romana Pérez Pérez se llamaba mi abuela. Ella medía como un metro y medio, era chiquitita y morenita, y se casó con mi abuelo militar, que casi mide dos metros y blanco, güero, ojos zarcos, azules; Gonzalo Priego Bustamante se llamaba mi abuelo, capitán del Ejército... qué pareja tan dispareja, pero ella muy así de pueblo, y mi abuelo así como de esos militares recios...

"Y todo mundo se preguntaba, ¿cómo se fijó mi abuelo en mi abuela? ¿Qué le dio mi abuela? Nos quedaba esa duda, y mi mamá nos decía que sí qué fregados nos importaba lo que hizo la abuela con el abuelo, pero muy curiosas ese tipo de cosas...

"Y todo mundo se preguntaba, ¿cómo se fijó mi abuelo en mi abuela? ¿Qué le dio mi abuela? Nos quedaba esa duda, y mi mamá nos decía que sí qué fregados nos importaba lo que hizo la abuela con el abuelo, pero muy curiosas ese tipo de cosas... Foto: Cortesía | Pixabay

"Por parte de mi mamá, mis abuelos también tenían un negocio en el antigüo mercado, ahí donde hicieron el parque la corregidora. Y mi abuelo Gonzalo que era militar ahí tenía un puesto de café, y mi abuelo Trinidad Ramírez, vendía pescado en el segundo piso de ese mercado..."

Un arbolengo de profundas raíces chocas

A pregunta expresa, Freddy habla sobre sus raíces tabasqueñas, y también acerca del talento que han heredado de generación en generación: "Mi abuelo es de Jalapa. De hecho, me contaba mi madre, que en paz descanse, que había una señora a la que mi abuelo le había comprado varias hectáreas de terreno por allá. Pero lamentablemente mi abuelo hizo el trato verbal, no firmaron nada ante el Notario, así que aunque mi abuelo había dejado muchos terrenos, nada tenía respaldo legal...

"Todavía recuerdo que a mi mamá una señora la mandó a hablar, ya que se estaba muriendo, y que tenía una carta donde se asentaba que mi mamá y sus hermanas eran dueñas de una gran cantidad de hectáreas, pero mi mamá nunca en la vida hizo nada por reclamarlas...

"Todavía recuerdo que a mi mamá una señora la mandó a hablar, ya que se estaba muriendo, y que tenía una carta donde se asentaba que mi mamá y sus hermanas eran dueñas de una gran cantidad de hectáreas, pero mi mamá nunca en la vida hizo nada por reclamarlas... Foto: Cortesía | Pixabay

"Ya después comentábamos; si mi mamá nos hubiera dicho sobre esos terrenos, nosotros hubiéramos ido a reclamarlos. No, si hay de cosas que siempre se queda uno con la duda... "Mi abuelo por parte de mi papá fue secretario del partido toda la vida, de ese partido del PRI, cuando apenas empezaba el PAN; y luego vinieron todos los partidos, quizás por eso es que me gusta la política, la grilla... mi padre era comerciante, vendía juguetes y mi mamá se dedicaba a manicure y pedicure...

"A mi papá le gustaba componer canciones. Era bastante afinado; mi mamá cantaba muy bonito, era cantante mi mamá, pero nunca se dedicaron a eso. Como que nada más lo hacían por hobbie los dos. En esto de la música el que empezó fue mi hermano Pepe, el mayor. Porque mi papá tenía un grupo, luego Pepe buscó un amigo que tocaba, luego un primo, y en consecuencia se fue dando, hasta que formaron un grupo que se llamaba “Los piratas”...

El reconocido cantante tabasqueño Freddy Persa, patriarca del aclamado y tradicional grupo "Laura, Freddy y los Persas", contó para El Heraldo de Tabasco algunas de sus experiencias con lo sobrenatural. Con su buen humor tan característico, el artista, quien recientemente dejó muy en alto a Tabasco mediante su participación en La Voz Senior, nos relata:

"Mi abuela Romana era la mamá de mi padre. Nosotros vivimos a lado de su casa, ahí casi en el Centro de Villahermosa, en la calle de Allende, cerca de Plaza de Armas. No sé si lo hacía con la idea de mantenernos controlados, ya que dos primos hermanos míos vivían con ella, y al lado de la de ella estaba la casa de mis padres, pero siempre nos contaba historias...

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"Mi mamá salía a trabajar, y entonces mi papá nos dejaba ahí, con la abuela. Mi abuela Romana tenía una cocina muy oscura, así como medio rara. Siempre, como ya dije, quizás para que no hiciéramos tantas travesuras mis primos y yo, ella sentenciaba: pórtense bien porque vienen duendes...

"Como todos en Tabasco sabemos, hay muchas historias sobre la supuesta existencia de los duendes. Ella nos contaba que cuereaba a los duendes, es decir, los golpeaba; supuestamente, primero los emborrachaba con una botella de alcohol que les dejaba a modo de ofrenda; les daba sus cigarros, les daba su tamal, cosas así para que el duende se acercara...

"Recuerdo que una noche que nos quedamos a dormir en casa de la abuela Romana, nos advirtió: no se vayan a levantar de la cama, voy a la cocina, porque ahorita a las ocho de la noche voy a cuerear al duende... Foto: Cortesía | Pixabay

"Recuerdo que una noche que nos quedamos a dormir en casa de la abuela Romana, nos advirtió: no se vayan a levantar de la cama, voy a la cocina, porque ahorita a las ocho de la noche voy a cuerear al duende... "Como nos dio miedo, mis primos y yo no salimos del cuarto. Realmente no vi nada, pero escuché cosas extrañas. Primero, oí golpes; después se escuchó el llanto de un niño, y pensé: ¡Mi abuela está cuereando al duende!

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"Este tipo de cosas me impresionaron mucho en mi niñez, así como otras que me pasaron ya de chavo; o sea, está cabrón", dijo Freddy, sumergiéndose aún más en sus recuerdos.

El miedo se esconde hasta en el baño

"En la casa de mi papá, donde yo vivía de joven, teníamos de esos baños cuadrados, de los antigüos, de la vieja Villahermosa, porque para ese tiempo ni las cajas de agua se usaban. No había regadera y con la pura cubeta nos echábamos agua...

"Para usar el baño de mi casa, teníamos que atravesar un patio como de seis metros de ancho. Era un patio bastante oscuro, pero había que pasar por ahí si la necesidad lo mandaba. Salí de mi cuarto, pasé por la cocina y luego salí al patio rumbo al baño y yo, madre! Hice lo que tenía qué hacer en el excusado. Andaba yo con un short corto, y al levantarme y asearme, ¡rayos! sentí clarito que me soplaron las nalgas, ¡y correle!

"En la casa de mi papá, donde yo vivía de joven, teníamos de esos baños cuadrados, de los antigüos, de la vieja Villahermosa, porque para ese tiempo ni las cajas de agua se usaban. No había regadera y con la pura cubeta nos echábamos agua... Foto: Cortesía | Pixabay

Experiencia extracorpórea estilo Tabasco… Volando en hamaca

"La última experiencia sobrenatural que tuve, fue un día de mi juventud que andaba yo medio happy. Yo solía dormir en la cama y mi papá en la hamaca. Mi papá me regañó por andar en esas condiciones, así, medio alcoholizado. Ya para irme a dormir, me quité los zapatos y me fui a la hamaca y me acosté...

Lee más: Leyenda de Centla: La casa del niño perdido

"Yo juro, así te lo juro, me acuerdo perfectamente, que abro los ojos en algún momento, y yo vi que la hamaca me la levantaron hasta el techo. Tenía la cara pegada a la lámina, porque la casa tenía techo de lámina y yo quería moverme, pero no podía moverme de la hamaca, estaba tensa... "Parpadeaba mis ojos y en una de ésas conseguí levantarme. Quiero pensar que lo soñé, pero estuvo medio raro. Son cosas que te puedo decir que me han pasado...

"Quiero pensar que lo soñé, pero estuvo medio raro. Son cosas que te puedo decir que me han pasado... Foto: Cortesía | Pixabay

"Todavía hoy, desde que estamos en la casa aquí con Luara y mis hijas, ellas dicen que han visto una niña en las escaleras, además de extrañas sombras. Yo la verdad, en mi casa actual ya tengo veinticuatro años viviendo, y nunca he visto absolutamente nada anormal, pero mis hijas juran y perjuran que han visto una niña...

"Cuando estaban más pequeñas, a veces me decían que jugaban con una niña invisible. Otras veces como que platicaban con la pared; jugaban con la nada, pero ya sabes como es de imaginativa la mente de los niños. A esa edad son muy fantasiosos, hacen historias, pero nada verdaderamente extraño que haya percibido; lo más feo es lo que ya te conté, cuando me soplaron donde termina la espalda, eso lo sentí clarito...

Recuerdos de familia

"Romana Pérez Pérez se llamaba mi abuela. Ella medía como un metro y medio, era chiquitita y morenita, y se casó con mi abuelo militar, que casi mide dos metros y blanco, güero, ojos zarcos, azules; Gonzalo Priego Bustamante se llamaba mi abuelo, capitán del Ejército... qué pareja tan dispareja, pero ella muy así de pueblo, y mi abuelo así como de esos militares recios...

"Y todo mundo se preguntaba, ¿cómo se fijó mi abuelo en mi abuela? ¿Qué le dio mi abuela? Nos quedaba esa duda, y mi mamá nos decía que sí qué fregados nos importaba lo que hizo la abuela con el abuelo, pero muy curiosas ese tipo de cosas...

"Y todo mundo se preguntaba, ¿cómo se fijó mi abuelo en mi abuela? ¿Qué le dio mi abuela? Nos quedaba esa duda, y mi mamá nos decía que sí qué fregados nos importaba lo que hizo la abuela con el abuelo, pero muy curiosas ese tipo de cosas... Foto: Cortesía | Pixabay

"Por parte de mi mamá, mis abuelos también tenían un negocio en el antigüo mercado, ahí donde hicieron el parque la corregidora. Y mi abuelo Gonzalo que era militar ahí tenía un puesto de café, y mi abuelo Trinidad Ramírez, vendía pescado en el segundo piso de ese mercado..."

Un arbolengo de profundas raíces chocas

A pregunta expresa, Freddy habla sobre sus raíces tabasqueñas, y también acerca del talento que han heredado de generación en generación: "Mi abuelo es de Jalapa. De hecho, me contaba mi madre, que en paz descanse, que había una señora a la que mi abuelo le había comprado varias hectáreas de terreno por allá. Pero lamentablemente mi abuelo hizo el trato verbal, no firmaron nada ante el Notario, así que aunque mi abuelo había dejado muchos terrenos, nada tenía respaldo legal...

"Todavía recuerdo que a mi mamá una señora la mandó a hablar, ya que se estaba muriendo, y que tenía una carta donde se asentaba que mi mamá y sus hermanas eran dueñas de una gran cantidad de hectáreas, pero mi mamá nunca en la vida hizo nada por reclamarlas...

"Todavía recuerdo que a mi mamá una señora la mandó a hablar, ya que se estaba muriendo, y que tenía una carta donde se asentaba que mi mamá y sus hermanas eran dueñas de una gran cantidad de hectáreas, pero mi mamá nunca en la vida hizo nada por reclamarlas... Foto: Cortesía | Pixabay

"Ya después comentábamos; si mi mamá nos hubiera dicho sobre esos terrenos, nosotros hubiéramos ido a reclamarlos. No, si hay de cosas que siempre se queda uno con la duda... "Mi abuelo por parte de mi papá fue secretario del partido toda la vida, de ese partido del PRI, cuando apenas empezaba el PAN; y luego vinieron todos los partidos, quizás por eso es que me gusta la política, la grilla... mi padre era comerciante, vendía juguetes y mi mamá se dedicaba a manicure y pedicure...

"A mi papá le gustaba componer canciones. Era bastante afinado; mi mamá cantaba muy bonito, era cantante mi mamá, pero nunca se dedicaron a eso. Como que nada más lo hacían por hobbie los dos. En esto de la música el que empezó fue mi hermano Pepe, el mayor. Porque mi papá tenía un grupo, luego Pepe buscó un amigo que tocaba, luego un primo, y en consecuencia se fue dando, hasta que formaron un grupo que se llamaba “Los piratas”...

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