Presta especial atención al cuidado y mantenimiento diario para que tu gato esté contento y limpio mientras que tu casa está recogida e impoluta. No olvides que los gatos son los animales más escrupulosos que existen.
Lo primero que debes saber es qué tipo de arenero queremos para nuestro gato puesto que existen areneros de distintos tipos. Por lo tanto, podemos encontrar cajas abiertas, o cubiertas para gatos que sean más tímidos y necesiten más intimidad.
Las que son cubiertas ayudan a que el olor no se expanda tanto, por lo que también es algo bueno para ti. Pero en las cajas abiertas, es decir sin cubierta, el gato tienen más movilidad y libertad. Por lo que si tu gato es más bien grande esta puede ser la mejor opción.
LIMPIEZA CORRECTA
- La caja hay que limpiarla con bastante frecuencia, y puede que sea necesario cambiar la arena hasta dos veces por semana, como mínimo. Todo depende de las circunstancias de cada gato, claro.
- Si puedes limpiar la arena todo los días, lo más probable es que no necesites cambiarla tan a menudo, pues se mantendrá seca por más tiempo. En cuanto notes que huele algo mal o está muy húmeda, es el momento de cambiarla.
- A la hora de eliminar las heces y restos varios, el procedimiento es bastante sencillo y apenas te quitará un par de minutos. Para hacerlo, tan sólo debes inclinar la caja hacia atrás y agitarla.
- Los gatos tienden a esconder tanto la caca como la orina que hacen, por lo que tienes que remover un poco.
- Después de eliminar los restos, asegúrate que en la base de la bandeja no se haya quedado arena pegada y, si es el caso, deberás removerla para despegarla así no se formarán grumos ni se apelmazará tan rápido. La tierra que ya sea imposible salvar se retira con la pala y se eliminará.
CAMBIO PASO A PASO
- Cuando la arena esté para cambiar, deberás vaciar el contenido de la caja en una bolsa. Entonces hay que lavar la caja en sí con algo desinfectante (asegúrate de que no sea tóxico para el gato).
- Los gatos siempre suelen hacer un pequeño desastre alrededor de la caja, aprovecha para barrer, lavar y ventilar el lugar. No olvides que también hay que desinfectar la misma pala con la que limpias la caja.
- Ya sólo queda poner de nuevo la caja en su lugar y rellenarla con la arena favorita de tu gato. La capa de arena que haya en la caja no debe ser más alta que un par de dedos, porque si pones más se saldrá toda cuando el gato se ponga a escarbar.
Una vez ya sabes cómo limpiar el arenero de gato sólo te queda seguir a estos consejos al pie de la letra para tener contento a tu minino. Sobre todo porque lo gatos, como ya hemos comentado, son muy escrupulosos.