Todos hemos escuchado alguna vez la frase “esas son las lágrimas de cocodrilo”, que se usa para referirnos a una persona que no está siendo del todo honesta con sus sentimientos. Incluso la Real Academia Española define esta expresión como “lágrimas que vierte alguien aparentando un dolor que no siente”.
Lee más: Cocodrilo mordió a una persona en la orilla de la laguna: ¿qué hacer en estos casos?
¿Pero te has preguntado si los cocodrilos lloran? Pues la ciencia nos dice que, en efecto, sí, las lágrimas de estos reptiles sí existen, y tienen una función muy específica.
MANTIENEN SUS PÁRPADOS LUBRICADOS
De acuerdo a Departamento de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, en islas del Caribe, del Pacífico, y del mar Índico habita una especie de cocodrilo que por medio de glándula en sus ojos, excretan el exceso de agua salada, en consecuencia estos saurios pueden llegar a lagrimear.
Sin embargo, aclaran que las lágrimas que vierten estos reptiles de ningún modo se trata de un proceso emocional, sino que cumplen el objetivo de que los globos oculares de estos animales se mantengan saludables, incluso los cocodrilos se distinguen por contar con una afinada vista al momento de cazar a sus presas.
“Estas lágrimas contienen proteínas y minerales. Las lágrimas ayudan a mantener el ojo limpio y a lubricar la membrana nictitante, el párpado extratranslúcido que tienen muchos animales”, dijo Kurt Vliet, biólogo de Florida, al sitio web Science World.
Añade que es difícil apreciar cuando un cocodrilo vierte lágrimas, porque gran parte del día, estos animales lo pasan sumergidos en agua.
UN INSECTO SE BENEFICIA DE ESTAS LÁGRIMAS
Al estudiar este curioso fenómeno, Vliet también halló que hay una especie que disfruta que los cocodrilos lloren. Se trata de la mariposa Julia (Dryas iulia), la cual, en esencia, se “bebe” las gotas saladas que excretan los lagartos.
El biólogo explica que las hembras de la mariposa Julia beben néctar, pero los machos, también frecuentan lugares húmedos como charcos de barro para adquirir sales y minerales, que suelen limitados en los trópicos, los machos transmiten estos nutrientes a la hembra durante el apareamiento, y se ha captado a las mariposas rondar a los cocodrilos.
“Un ecologista llamado Carlos de la Rosa, que tiene su sede en Costa Rica, captó en vídeo a una mariposa Julia y a una abeja sorbiendo el ojo de un caimán y escribió un artículo al respecto. Todavía se desconoce la importancia del sorbo de lágrimas entre las mariposas y otros insectos”, indicó Vliet. Así que las “lágrimas de cocodrilo” todavía son un tema por explorar.
Publicado originalmente en El Sol de Tampico
