La siguiente historia forma parte de la tradición oral del estado de Tabasco, bien puede tratarse de una pieza de ficción o pertenecer al imaginario popular. Algunos de los relatos que aquí publicamos son dados por verdaderos entre quienes afirman haberlos vivido, sin embargo, en la presente sección simplemente difundimos estos contenidos para que nuestros queridos lectores pasen un rato entretenido.
Cuentan diferentes leyendas que, en la época de los grandes brujos, en Tenosique dos animales demoniacos infundieron el terror entre los habitantes del municipio, estos seres causaron desgracias entre quienes por mala suerte se toparon con ellos. Pese a ser historias distintas, tenían en común que se aparecían en las noches y sus ojos eran rojos como las brasas.
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El cielo nocturno fue testigo mudo del ataque de estos entes, según cuentan los relatos, cuyo único sustento es la tradición oral que va pasando de generación en generación. Uno de estos tiene como protagonista a un ave de corral, que a diferencia de la mayoría, no era inofensiva y más de uno lo comprobó.
La gallina que aterrorizó a Pueblo Nuevo
‘La Gallina con Pollitos’, así la nombraron y se aparecía en los barrios de Pueblo Nuevo y Cocoyol. Como su nombre lo indica, unas pequeñas aves le acompañaban, 20 en total, eran sus crías. Estos animales eran de gran tamaño, con verlos se daba uno cuenta que algo raro había en ellos. Sus plumas de color de negro y ojos rojos complementaban las terroríficas visiones.
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Las personas a las que por mala suerte les agarraba la noche en el camino, era seguro que sufrirían el ataque del ave y sus polluelos, quienes agarraban a picotazos al caminante, lo que concluía hasta que lograba entrar a su casa. Pero era tal el susto, que el atacado pasaba días tendido en la hamaca con grandes calenturas y delirando, mencionando que una gallina con sus pollitos lo habían picoteado.
Una cerda de ojos rojos se aparecía por las noches
Otro ser que igual infundía el terror, según los relatos de los abuelos, era un cerdo que se aparecía siempre en un mismo lugar de Pueblo Nuevo. Los habitantes de la comunidad nombraron a este ser ‘La Chocha con Chancleta’, una puerca de gran tamaño y con los ojos rojos, además, sus orejas eran puntiagudas como los cuernos del maligno.
Se cuenta que antes de aparecerse, unos ruidos similares a un chancleteo se escuchaban, sonido producido por el choque de sus grandes pezuñas con el suelo. Los que pasaban por la esquina de las calles 20 y 45, donde hoy se encuentra el mercado Manuel Bartlett, y se topaban con el animal, sufrían su poderosa embestida, que apenas si podían levantarse y dando traspiés llegaban a sus viviendas, porque la cerda les seguía dando de golpes con el hocico.
La aterradora situación los hacía caer en cama por días y algunos llegaron a perder la vida por el tremendo susto, según cuentan los ancianos.
