Entre las creencias yokot'anob, las animas se quedan un mes entero en esta tierra, para ver como está su familia y disfrutar por un breve momento del mundo de los vivos, parte de la tradición indica también que tanto para el día que llegan las ánimas, como para cuando se van, siempre cae lluvia, de allí viene la frase, "Las ánimas con agua llegan, y con agua se van”, pues se considera que el otro mundo, el de las animas es un lugar lluvioso y tormentoso, así que al cruzar las animas traen su atmósfera a este mundo.
Otro punto importante en las creencias yokot'anob, es que los difuntos que aún no cumplen un año de muertos no pueden venir al mundo de los vivos en noviembre, tienen que esperar cumplir el año de fallecidos para que les permitan venir. Pero esa es otra historia de la que se hablará en otro momento.
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Entre las tradiciones y costumbres de Tabasco, a partir del 21 de noviembre se inician los rezos para despedir a las ánimas, pues en la creencia popular, las ánimas de los difuntos, que ya estuvieron todo un mes presentes en el mundo de los vivos, se van a marchar llevándose recuerdos, por ello para despedirlas, se realiza nuevamente un altar con alimentos que les gustaban y se les hacen rezos para desearles buen viaje.
Entre las comidas que se les ofrenda, está el tamal y la manea, que se colocan amarradas a manera de itacate (para llevar), así como tortillas hechas a mano, pozol en bola, sin preparar, además atol agrio, dulces de coco o de naranja, y alguna comida especial que le haya gustado mucho en vida al difunto, se cree que las ánimas cargarán sus ofrendas para su retorno al inframundo o mundo de los muertos y si se les despide así volverán felices al inframundo.
Es parte de la creencia también que las ánimas a las que no se les hizo rezo y altar con cherajbuk'a (ofrendas en lengua yokot'an), se marcharán tristes y desconsoladas.
En los rezos se les llama a las ánimas por el nombre que tuvieron en vida, para que asistan a degustar sus tamales, pues en muchas comunidades yokot'anob de Tabasco, aun se prometen animales domésticos para el rezo de las ánimas, tales animales como ganado (bek'et), pavo (ajtso'), o cerdo (chitam), y días antes se sacrifican para la elaboración de tamales o comida para las ánimas.
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Así pues, el tamal es el principal alimento que se ofrenda a las ánimas en los rezos de despedida en Tabasco, muchas comunidades acrecentan los rezos y plegarias para desearles buen viaje o retorno al mundo de los muertos, los días 26, 27, 28 y 29 de noviembre.
Se cree que con la última campanada de la media noche del 29 de noviembre, las ánimas se habrán marchado del mundo de los vivos, y tendrán que esperar todo un año para regresar con la última campanada del 01 de noviembre.
Con información de Plácido Santana Hernández, Historiador de la Secretaría de Cultura de Tabasco y Cronista Yokot'an de Centla.
