Una escultura que levantó polémica y para su creador, el arquitecto Ventura Marín Azcuaga, fue una lucha contra políticos y la propia sociedad, es la “Mujer Ceiba”, que es parte de la Nostalgia Tabasqueña.
Las protestas contra la obra por su ubicación, en la Laguna de las Ilusiones, y por la desnudez que exhibía, así como el conflicto político que generó, fueron parte de lo que rodeó a la estatua, y que estuvieron a punto de que no se realizara.
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Sobre esta pieza que es parte del paisaje urbano de Villahermosa, el sitio DeTabascoSoy indica que el autor del monumento a la mujer y a la ecología, “era una persona respetuosa, discreta y profesional, cuidaba mucho la identidad de las modelos que fotografiaba”. Lo que muestra la calidad humana del artista.
Al continuar, el sitio consultado hace una indicación: “Nuestro agradecimiento a Dominga Díaz de la Cruz “La Choca” y a Norma Domínguez de Dios y a Vicente Gómez Montero. Esta recopilación está basada en la narración que él hace del libro “Mujer Ceiba” publicado en el año 2000 en la UJAT y en base a pláticas y entrevistas con algunas personas que tuvieron relación con el inolvidable arquitecto Ventura Marín, que menciona en este libro que la modelo de la Mujer Ceiba fue solo una”.
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Aclarado lo anterior, se puede seguir conociendo un poco más de esta pieza en forma de mujer. Por lo consignado en DeTabascoSoy, se puede afirmar que la “Mujer Ceiba”, desde su concepción hasta su creación, tuvo 10 años para poder concretarse. Así, desde 1988 hasta 1998, año en que el horizonte urbano de la ciudad tuvo un nuevo elemento con figura curvilínea.
¿Cómo surge la Mujer Ceiba?
El comienzo fue obra de la casualidad, ya que en ese punto de inicio, Marín Azcuaga viajaba de Emiliano Zapata a Tenosique “donde tenía el encargo de realizar unas tarjetas postales”. Es en ese trayecto que ve unos potreros llenos de ganado, pero lo que le llamó la atención fueron varios árboles de macuilis a punto de florear y tres enormes ceibas. Se imaginó que cuando estuvieran las flores serían una gran postal.
“Días después, cuando esos árboles florearon y preparó su equipo fotográfico, le avisó a los familiares de las jovencitas que regularmente posaban para sus fotos de paisaje vestidas de blanco o de tabasqueñas y se dirigieron al lugar”, señaló la página.
La sorpresa que se llevó fue grande y desagradable, al no encontrar las ceibas, ya que habían sido cortadas para hacerlas triplay en una fábrica de Palenque. No pudiendo hacer otra cosa que tomarles fotos a las raíces y al mismo tiempo pensó qué podía hacer para mostrar esa injusticia.
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Ya en su taller, al revelar las imágenes, comenzó a modelar en plastilina las raíces, pero se dio cuenta que nada podía hacer con la figura, fue en ese momento que le vino a la mente darle forma de mujer. Para formar el tronco usó de modelo a una joven de nombre Julia, quien anteriormente había posado para sesiones fotográficas.
Presentación de proyecto a las autoridades
Su primer escultura, hecha en plastilina, lo presentó al entonces gobernador, Manuel Gurría Ordóñez, sin embargo su propuesta no interesó. Pero al asumir la gubernatura Roberto Madrazo Pintado le presentó el proyecto, al respecto el sitio consultado consignó: “Se presentó con las medidas que tendría, del espejo de agua a la cabeza, su altura sería de 8.16 m. Al gobernador le agradó y el contrato para la realización de la obra se firma el 6 de febrero de 1996 con el ICT (Instituto de Cultura de Tabasco), representado por su entonces director, Andrés González Pagés.
Tras conseguir la aprobación del proyecto, el arquitecto se dio a la tarea de buscar dónde quedaría la escultura, decidiendo que sería en la Laguna de las Ilusiones, “ya que el agua es el elemento que más nos identifica como tabasqueños”, señaló.
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Protestas y golpeteo político
Todo indicaba que no habría problema alguno para llevar a cabo la escultura, sin embargo, la voces de protesta pararon la obra, al respecto, se menciona: "Un día me llama uno de mis amigos con los que estudié en México y me dice: Hasta acá nos hemos enterado del jaloneo que tienen en Tabasco, aparentemente por motivos de la escultura de la Mujer Ceiba y por amigos que tengo en el llamado Grupo de los Cien, sé que la persona que se siente afectada por el lugar en que se decidió colocar la escultura, como no le han hecho caso las autoridades de Tabasco de parar la obra, está pidiendo ayuda a sus amigos del grupo antes referido, para hacer entre todos una campaña de desprestigio para tu gobernador Madrazo; si es así, los cangrejos tabasqueños estarán muy activos…”
Ante la situación que se presentaba, el artista propuso tres nuevas ubicaciones y finalmente fue aceptada su lugar lugar actual. Después de conocerse la nueva ubicación las protestas desaparecieron. Pese a que ya estaba aprobada nuevamente la construcción de la “Mujer Ceiba”, Ventura Marín tuvo que soportar la burocracia, en la que ninguna autoridad se hacía responsable del proyecto, incluso la escultura tuvo que colocarla en un terreno junto a su casa, ya que el Ayuntamiento no le facilitó una bodega para guardarla.
Superados los obstáculos, en julio de 1998 se inauguró la “Mujer Ceiba” con una placa en su base con la leyenda:
MUJER CEIBA
UN RECLAMO ECOLÓGICO
EL ÁRBOL SAGRADO DE LOS MAYAS
TRANSFORMADO EN UNA BELLA MUJER
QUE LA TALA INMODERADA DECAPITA Y MUTILA
Cabe señalar que días antes a la inauguración, el arquitecto Ventura Marín en entrevista dijo: “Lamento que tantas gentes se vean agredidas por mi obra… los hombres y mujeres que no soportan ver un cuerpo bello de mujer, los políticos que presienten que esta obra puede ser un símbolo que perdure por siglos y esto les molesta”