/ sábado 20 de enero de 2024

Punto y Aparte | Rojas, se fue el estratega

Falleció el artífice del Pronasol. También, fungió como subsecretario de Desarrollo Social y, finalmente, como titular de Sedesol, al relevo de Colosio, en 1993, cuando el sonorense se convirtió en candidato a la Presidencia.

Por cierto, va ahí una anécdota de un ex colaborador y amigo:

“Cuando destapan a Colosio citaron a todos los delegados y funcionarios de alto nivel de la Sedesol a una supuesta conferencia. Todos los que estábamos ahí suponíamos el destape.

Cuando sucede, se forma una avalancha de periodistas y funcionarios buscando acercarse a Colosio. Carlos Rojas recibió una llamada. Me pidió que lo acompañara. Fuimos a Los Pinos lo recibe el Presidente. Yo lo espero en el lobby. Sale y me comenta: soy el nuevo Secretario.

En esos momentos, sucedía un acontecimiento que le dejó un sabor agridulce. Un gran amigo, se había quitado la vida. Jesús Rubiel era su nombre. Fuimos, directamente, al sepelio.

El rostro de Carlos era de tristeza. Seguro hubiera querido compartir esos momentos con ese gran amigo. Sin comentarios, nos fuimos del panteón, a su toma de posesión, como Secretario.

De pocas palabras, como siempre fue, Rojas, me dio muestra de esa gran sensibilidad que siempre tenía con toda la gente, y que sus más cercanos, siempre percibimos.”

Es la aportación, como homenaje, de Gerardo Huerta Mendoza, quien, en ese entonces, fungió como Coordinador de Asesores, de Rojas; quien permaneció como titular de la Sedesol, hasta 1998, ya en el sexenio de Ernesto Zedillo.

Renunció a la Sedesol, ese mismo año, al ser nombrado Secretario General del CEN del PRI. Luego, fue nombrado Secretario Adjunto a la Presidencia y Coordinador de Participación, en la precampaña presidencial y del programa las Causas de la Nación, en la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa.

Carlos Rojas Gutiérrez, nació en la CDMX, el 4 de noviembre de 1954. Estaba casado, desde el 2014, con la tabasqueña, Mónica Fernández Balboa.

Miembro del PRI desde 1979, al que renunció en el 2016. Fue coordinador del Centro Indigenista de Hopelchén, Campeche; y de, 1980 a 1983, fue director del Centro Indigenista de Huayacocotla, Veracruz, donde, alguna vez, quiso ser Presidente Municipal.

En 1982, en la campaña presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado fue Coordinador de Foros sobre Prioridades Nacionales.

Al asumir la presidencia, De la Madrid nombró a Carlos Salinas de Gortari, titular de la SPP; ingresando Rojas, en 1983, a dicha secretaría, ocupando los siguientes cargos: en 1983 fue director del Programa de Atención a Zonas Marginadas.

En 1984, director de Operación Regional Sur; en 1985, Coordinador de Asesores del subsecretario de Desarrollo Regional; en 1986, Coordinador de los Programas de Descentralización de la Administración Pública Federal,

En 1986, fue nombrado, subsecretario de Desarrollo Regional, hasta 1987. Posteriormente, se integró a la campaña presidencial de Carlos Salinas, como Coordinador de Eventos Especiales, en el CEN del PRI.

Ya en 1988, al asumir la Presidencia, Salinas, nombró a Rojas, coordinador general del Programa Nacional de Solidaridad.

Fue Senador y Diputado Federal. En 2008, fue Secretario de Asuntos y Desarrollo Metropolitano del CEN del PRI. En 2009, fue delegado especial en el Chalco, Estado de México, en donde logró el triunfo de los candidatos priistas.

En 2010, fue coordinador de la campaña de Mariano González Zarur, a gobernador de Tlaxcala, logrando, también, el triunfo.

El 10 de enero de 2012, fue nombrado, director general del FONAES. Se retiró a la academia, incorporándose a la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM, como titular del Centro de Estudios Municipales y Metropolitanos.

Seguidor de los Pumas; brillante, prudente, estratega. Conocía todos los rincones de la CDMX. Le encantaba la comida oaxaqueña.

Perdidamente enamorado de Mónica y ella de él. Mientras estuvo enfermo, fueron un equipo, fuerte sólido, leal.

Detectado su cáncer, le dieron sólo tres meses de vida, pero, aunque asumió su gravedad, luchó tenazmente contra la enfermedad, por dos años, donde la compañía y disposición de su esposa Mónica, siempre lo mantuvo de pie.

Su lucha terminó en esta dimensión, pero, seguramente, brillará allá donde esté.

Falleció el artífice del Pronasol. También, fungió como subsecretario de Desarrollo Social y, finalmente, como titular de Sedesol, al relevo de Colosio, en 1993, cuando el sonorense se convirtió en candidato a la Presidencia.

Por cierto, va ahí una anécdota de un ex colaborador y amigo:

“Cuando destapan a Colosio citaron a todos los delegados y funcionarios de alto nivel de la Sedesol a una supuesta conferencia. Todos los que estábamos ahí suponíamos el destape.

Cuando sucede, se forma una avalancha de periodistas y funcionarios buscando acercarse a Colosio. Carlos Rojas recibió una llamada. Me pidió que lo acompañara. Fuimos a Los Pinos lo recibe el Presidente. Yo lo espero en el lobby. Sale y me comenta: soy el nuevo Secretario.

En esos momentos, sucedía un acontecimiento que le dejó un sabor agridulce. Un gran amigo, se había quitado la vida. Jesús Rubiel era su nombre. Fuimos, directamente, al sepelio.

El rostro de Carlos era de tristeza. Seguro hubiera querido compartir esos momentos con ese gran amigo. Sin comentarios, nos fuimos del panteón, a su toma de posesión, como Secretario.

De pocas palabras, como siempre fue, Rojas, me dio muestra de esa gran sensibilidad que siempre tenía con toda la gente, y que sus más cercanos, siempre percibimos.”

Es la aportación, como homenaje, de Gerardo Huerta Mendoza, quien, en ese entonces, fungió como Coordinador de Asesores, de Rojas; quien permaneció como titular de la Sedesol, hasta 1998, ya en el sexenio de Ernesto Zedillo.

Renunció a la Sedesol, ese mismo año, al ser nombrado Secretario General del CEN del PRI. Luego, fue nombrado Secretario Adjunto a la Presidencia y Coordinador de Participación, en la precampaña presidencial y del programa las Causas de la Nación, en la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa.

Carlos Rojas Gutiérrez, nació en la CDMX, el 4 de noviembre de 1954. Estaba casado, desde el 2014, con la tabasqueña, Mónica Fernández Balboa.

Miembro del PRI desde 1979, al que renunció en el 2016. Fue coordinador del Centro Indigenista de Hopelchén, Campeche; y de, 1980 a 1983, fue director del Centro Indigenista de Huayacocotla, Veracruz, donde, alguna vez, quiso ser Presidente Municipal.

En 1982, en la campaña presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado fue Coordinador de Foros sobre Prioridades Nacionales.

Al asumir la presidencia, De la Madrid nombró a Carlos Salinas de Gortari, titular de la SPP; ingresando Rojas, en 1983, a dicha secretaría, ocupando los siguientes cargos: en 1983 fue director del Programa de Atención a Zonas Marginadas.

En 1984, director de Operación Regional Sur; en 1985, Coordinador de Asesores del subsecretario de Desarrollo Regional; en 1986, Coordinador de los Programas de Descentralización de la Administración Pública Federal,

En 1986, fue nombrado, subsecretario de Desarrollo Regional, hasta 1987. Posteriormente, se integró a la campaña presidencial de Carlos Salinas, como Coordinador de Eventos Especiales, en el CEN del PRI.

Ya en 1988, al asumir la Presidencia, Salinas, nombró a Rojas, coordinador general del Programa Nacional de Solidaridad.

Fue Senador y Diputado Federal. En 2008, fue Secretario de Asuntos y Desarrollo Metropolitano del CEN del PRI. En 2009, fue delegado especial en el Chalco, Estado de México, en donde logró el triunfo de los candidatos priistas.

En 2010, fue coordinador de la campaña de Mariano González Zarur, a gobernador de Tlaxcala, logrando, también, el triunfo.

El 10 de enero de 2012, fue nombrado, director general del FONAES. Se retiró a la academia, incorporándose a la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM, como titular del Centro de Estudios Municipales y Metropolitanos.

Seguidor de los Pumas; brillante, prudente, estratega. Conocía todos los rincones de la CDMX. Le encantaba la comida oaxaqueña.

Perdidamente enamorado de Mónica y ella de él. Mientras estuvo enfermo, fueron un equipo, fuerte sólido, leal.

Detectado su cáncer, le dieron sólo tres meses de vida, pero, aunque asumió su gravedad, luchó tenazmente contra la enfermedad, por dos años, donde la compañía y disposición de su esposa Mónica, siempre lo mantuvo de pie.

Su lucha terminó en esta dimensión, pero, seguramente, brillará allá donde esté.