/ sábado 10 de febrero de 2024

Punto y Aparte | ¿La librará Saúl Huerta?

Como nunca, los partidos políticos, intercambian correligionarios, como si fueran estampas de colección. Se busca el poder, por el poder mismo, y, se carece de toda ética y convicción ideológica.

Sin rubor, cambian de chaqueta; y son bien recibidos, pues, al fin y al cabo, importa más la cantidad, que la calidad. Empero, ello, tiene un costo.

En días pasados, un tribunal de Puebla, impuso una sentencia de 22 años de prisión, a Saúl Huerta, al considerarlo presunto responsable del delito de violación, en contra de un menor de edad.

Fue la segunda condena en su contra y, aún hay en desarrollo, otras dos acusaciones. Incluso, La víctima tuvo que irse a EU, por supuestas amenazas a él y su familia.

Antes, en noviembre de 2023, Huerta, fue sentenciado a tres años y cuatro meses de prisión, por el delito de abuso sexual equiparado agravado y al pago de 18 mil 960 pesos, por concepto de reparación de daño.

Huerta buscaba reelegirse en la diputación federal; tras el incidente, desistió. Hubo tanto escándalo e indicios, que el propio Presidente, al referirse al caso, comentó que él no protegería delincuentes. Ahí, el poblano supo que la posible protección política, parecía evaporarse.

El ex legislador había jurado y perjurado que lo ocurrido, no sólo era una infamia en su contra, sino en contra de Morena y de la Cuarta Transformación, orquestada por la “mafia del poder”. Incluso, en primera instancia, declaró que pretendieron chantajearlo o extorsionarlo.

Benjamín Saúl Huerta Corona, nació el 31 de marzo de 1958, en la localidad de San Francisco Totimehuacan, perteneciente al municipio de Puebla, Puebla.

Es licenciado en Derecho, egresado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, (BUAP). Además, el ex legislador, tiene estudios de diplomado, tanto en Políticas Públicas, como en Mercadotecnia Política.

Estuvo casado con la abogada Rosa María Alcobas Torres, con quien fundó un despacho de abogados, llamado Huerta Alcobas Segovia y Asociados. Con ella, procreó 3 hijas: Pamela, Sophia y Estefanía. De dicho despacho fue Director hasta el 2011.

Fue militante de Morena, del 2018 al 2021, cuando fue suspendido y, posteriormente, expulsado. En el inter, fue desaforado.

Luego, se declaró independiente. Empero, la mayoría de su carrera política, trascurrió bajo las siglas del PRI. (1976-2018).

Antes de ser diputado federal, representando a Morena, por el distrito décimo primero, de Puebla; Huerta fue Coordinador de la CNOP en Puebla; aspirante a presidente municipal de Puebla en el año 2010; y candidato a diputado federal en 2012, ambas, por el PRI.

Huerta Corona debutó en política, con 15 años de edad, cuando fue integrante del Movimiento de la Juventud Revolucionaria, del ala popular del PRI.

Entre otros cargos, fue Secretario General del CDE del PRI, en 1986; para 2005 fue nombrado Secretario de Organización de la CNOP.

Toda vez que, poseía estructura y trabajo territorial, fue reclutado para trabajar, por Morena. Nunca supieron o no quisieron ver, sus antecedentes.

Fue Asesor jurídico, en la Notaría Pública N°10. (1987). Abogado externo de Grupo Proyecta. (2002-2012). Fundador y presidente de la Liga de Futbol México 70. (1973-1983).\u0009

Se desempeñó como docente de las asignaturas de Historia de las Instituciones Jurídicas, derecho romano y derecho fiscal.

Miembro del Consejo Directivo por la fundación y construcción del Bachillerato plantel U-1 del Colegio de Bachilleres de Puebla. (1990). Presidente de Civil Valor y Fuerza de Juntas Auxiliares e Inspectorías. (2008).\u0009

Todo parecía ir en contra de Huerta, a pesar de sus conocidas ligas, con prominentes poblanos y poblanas; sin embargo, ya generó “sospechosismo”, el hecho que ayer, un importante examen de orina que serviría como prueba contundente en la investigación del delito aquí mencionado, fue anulado como evidencia, por omisión de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.

Ahora, dicha prueba, no podrá ser usada, debido a que la FGJ no notificó en tiempo y forma a la defensa del imputado y al agresor jurídico de la víctima, por retraso del Ministerio Público.

¿A los amigos la ley y la gracia, y, los contrarios, simplemente la ley? ¿habrá justicia?

Como nunca, los partidos políticos, intercambian correligionarios, como si fueran estampas de colección. Se busca el poder, por el poder mismo, y, se carece de toda ética y convicción ideológica.

Sin rubor, cambian de chaqueta; y son bien recibidos, pues, al fin y al cabo, importa más la cantidad, que la calidad. Empero, ello, tiene un costo.

En días pasados, un tribunal de Puebla, impuso una sentencia de 22 años de prisión, a Saúl Huerta, al considerarlo presunto responsable del delito de violación, en contra de un menor de edad.

Fue la segunda condena en su contra y, aún hay en desarrollo, otras dos acusaciones. Incluso, La víctima tuvo que irse a EU, por supuestas amenazas a él y su familia.

Antes, en noviembre de 2023, Huerta, fue sentenciado a tres años y cuatro meses de prisión, por el delito de abuso sexual equiparado agravado y al pago de 18 mil 960 pesos, por concepto de reparación de daño.

Huerta buscaba reelegirse en la diputación federal; tras el incidente, desistió. Hubo tanto escándalo e indicios, que el propio Presidente, al referirse al caso, comentó que él no protegería delincuentes. Ahí, el poblano supo que la posible protección política, parecía evaporarse.

El ex legislador había jurado y perjurado que lo ocurrido, no sólo era una infamia en su contra, sino en contra de Morena y de la Cuarta Transformación, orquestada por la “mafia del poder”. Incluso, en primera instancia, declaró que pretendieron chantajearlo o extorsionarlo.

Benjamín Saúl Huerta Corona, nació el 31 de marzo de 1958, en la localidad de San Francisco Totimehuacan, perteneciente al municipio de Puebla, Puebla.

Es licenciado en Derecho, egresado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, (BUAP). Además, el ex legislador, tiene estudios de diplomado, tanto en Políticas Públicas, como en Mercadotecnia Política.

Estuvo casado con la abogada Rosa María Alcobas Torres, con quien fundó un despacho de abogados, llamado Huerta Alcobas Segovia y Asociados. Con ella, procreó 3 hijas: Pamela, Sophia y Estefanía. De dicho despacho fue Director hasta el 2011.

Fue militante de Morena, del 2018 al 2021, cuando fue suspendido y, posteriormente, expulsado. En el inter, fue desaforado.

Luego, se declaró independiente. Empero, la mayoría de su carrera política, trascurrió bajo las siglas del PRI. (1976-2018).

Antes de ser diputado federal, representando a Morena, por el distrito décimo primero, de Puebla; Huerta fue Coordinador de la CNOP en Puebla; aspirante a presidente municipal de Puebla en el año 2010; y candidato a diputado federal en 2012, ambas, por el PRI.

Huerta Corona debutó en política, con 15 años de edad, cuando fue integrante del Movimiento de la Juventud Revolucionaria, del ala popular del PRI.

Entre otros cargos, fue Secretario General del CDE del PRI, en 1986; para 2005 fue nombrado Secretario de Organización de la CNOP.

Toda vez que, poseía estructura y trabajo territorial, fue reclutado para trabajar, por Morena. Nunca supieron o no quisieron ver, sus antecedentes.

Fue Asesor jurídico, en la Notaría Pública N°10. (1987). Abogado externo de Grupo Proyecta. (2002-2012). Fundador y presidente de la Liga de Futbol México 70. (1973-1983).\u0009

Se desempeñó como docente de las asignaturas de Historia de las Instituciones Jurídicas, derecho romano y derecho fiscal.

Miembro del Consejo Directivo por la fundación y construcción del Bachillerato plantel U-1 del Colegio de Bachilleres de Puebla. (1990). Presidente de Civil Valor y Fuerza de Juntas Auxiliares e Inspectorías. (2008).\u0009

Todo parecía ir en contra de Huerta, a pesar de sus conocidas ligas, con prominentes poblanos y poblanas; sin embargo, ya generó “sospechosismo”, el hecho que ayer, un importante examen de orina que serviría como prueba contundente en la investigación del delito aquí mencionado, fue anulado como evidencia, por omisión de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.

Ahora, dicha prueba, no podrá ser usada, debido a que la FGJ no notificó en tiempo y forma a la defensa del imputado y al agresor jurídico de la víctima, por retraso del Ministerio Público.

¿A los amigos la ley y la gracia, y, los contrarios, simplemente la ley? ¿habrá justicia?