/ sábado 11 de febrero de 2023

Feminismo para Todxs | Feminismo en Tabasco: dar lo que exigimos (procurando congruencia)

A mucha gente en Tabasco les provoca risa la existencia de las personas trans y no binarias, se burlan de las protestas o marchas feministas, rechazan el matrimonio igualitario, repudian el aborto legal y seguro, condenan la adopción homoparental, pero al parecer no tienen problemas con docentes de secundaria que acosan a sus alumnas, o sacerdotes que son depredadores sexuales, tampoco les genera demasiada indignación que las agresiones sexuales en la calle estén aumentando al igual que los casos de violencia contra las mujeres y feminicidios en el estado.

Una de las principales causas de la discriminación y resistencia al principio de la progresividad de los derechos humanos, es por creencias religiosas y tener inclinaciones hacia la derecha política. La libertad de culto o de religión, es un derecho humano y fundamental, así como el derecho a la identidad de género, a no ser discriminadxs o violentadxs por nuestra orientación sexual (ni por ningún motivo en general), y todos los derechos deben convivir en armonía, sin que uno importe más que el otro. Ser creyentes de algunas religiones o muy adeptos a determinadas ideologías y tenerlas como principal brújula moral, puede hacernos pensar que la postura que tenemos, es la única verdad y el único camino correcto, induce a la polarización social, a cámaras de eco, sesgos cognitivos, a la imposibilidad de diálogo, a no tener respeto y empatía por los demás seres humanos, con todo y lo diversxs que somos.

Cuando toleramos, somos indiferentes o incluso nos llegamos a reír de ciertas injusticias, discriminación, y cualquier tipo de violencia en nuestra sociedad, estamos acercándonos un poco más a que en algún momento, una de esas injusticias o violencias nos afecte personalmente. No esperemos a reaccionar hasta que algo así nos toque directamente, los cambios que necesitamos pueden venir de la organización colectiva, estrategias de prevención, e informarnos de manera oportuna y responsable sobre qué hacer y cómo actuar en situaciones que se estén atropellando derechos humanos.

"Los sujetos son vulnerables, pero también vulneran a otros." Nadia Santillanes, doctora en Antropología Médica.

Los movimientos sociales son valiosos ejemplos de organización colectiva. Fue un hito en la historia contemporánea de Tabasco, cuando el feminismo al fin se hizo más reconocido y visible en el estado hace unos años, para muchas fue como un bálsamo para el alma encontrarnos ahí, compartir tantas experiencias similares, hallar respuestas a bastantes preguntas, identificar a la violencia estructural y cómo se relaciona con la violencia de género; empezamos a formar colectivas, nos involucramos en acciones que buscaban favorecer a todas las mujeres en la entidad, a realizar distintos acompañamientos para guiar a víctimas de violencia, o autonomía reproductiva, y tratando siempre de poner en práctica la sororidad, pero las diferencias comenzaron a surgir, las faltas de respeto también, y finalmente, las fracturas.

Como se ha dicho antes, el feminismo tiene una alianza histórica con el movimiento LGBT, pero hay un corriente del feminismo que insiste en enemistarse con la comunidad, que reniega de sus orígenes racistas y recalca que "el feminismo no es la madre de todas las luchas", que reproduce opiniones esencialistas como verdades irrefutables, que opera de forma muy similar a una secta que atrae, recluta y manipula apelando desde las emociones y vulnerabilidad en la que se encuentran muchas mujeres, adolescentes y hasta niñas, que emplea casi todos sus recursos y plataformas a las que tiene acceso para difundir campañas de discriminación y estigmatización contra una población en situación vulnerable como las personas trans, en lugar de enfocarse en el activismo que tanto pregonan por y para las mujeres, que todavía queda mucho por hacer: despenalización del aborto en todo el país, que la violencia vicaria sea delito en todo México, la eliminación de la violencia obstétrica, y estar atentas a que se cumpla todo lo que dice la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Los discursos de odio no están protegidos por la libertad de expresión, así que no es censura ni persecución política pedirle a funcionarixs y servidores públicos que dejen de incitar a la degradación y deshumanización de las personas trans en sus redes y plataformas sociales, y que sean responsables sobre los discursos que replican, porque nos queda muy claro que no son simples opiniones o disentimientos, están siendo perjudiciales para la población trans. ¿Cómo podemos exigirle a un director de la Secretaría de Salud de Tabasco, que no censure o reprima a una alumna que intenta denunciar abiertamente irregularidades de su universidad? ¿O reclamar a funcionarios y servidores públicos, que no cometan violencia política contra las mujeres en razón de género? Si para unas cosas decimos que "eso no es violencia simbólica, o estructural o política, son mis desacuerdos y certidumbres, pero esto sí lo es…", hay que dar lo que exigimos siendo congruentes, así es como nos diferenciamos realmente del sistema que queremos cambiar.

A mucha gente en Tabasco les provoca risa la existencia de las personas trans y no binarias, se burlan de las protestas o marchas feministas, rechazan el matrimonio igualitario, repudian el aborto legal y seguro, condenan la adopción homoparental, pero al parecer no tienen problemas con docentes de secundaria que acosan a sus alumnas, o sacerdotes que son depredadores sexuales, tampoco les genera demasiada indignación que las agresiones sexuales en la calle estén aumentando al igual que los casos de violencia contra las mujeres y feminicidios en el estado.

Una de las principales causas de la discriminación y resistencia al principio de la progresividad de los derechos humanos, es por creencias religiosas y tener inclinaciones hacia la derecha política. La libertad de culto o de religión, es un derecho humano y fundamental, así como el derecho a la identidad de género, a no ser discriminadxs o violentadxs por nuestra orientación sexual (ni por ningún motivo en general), y todos los derechos deben convivir en armonía, sin que uno importe más que el otro. Ser creyentes de algunas religiones o muy adeptos a determinadas ideologías y tenerlas como principal brújula moral, puede hacernos pensar que la postura que tenemos, es la única verdad y el único camino correcto, induce a la polarización social, a cámaras de eco, sesgos cognitivos, a la imposibilidad de diálogo, a no tener respeto y empatía por los demás seres humanos, con todo y lo diversxs que somos.

Cuando toleramos, somos indiferentes o incluso nos llegamos a reír de ciertas injusticias, discriminación, y cualquier tipo de violencia en nuestra sociedad, estamos acercándonos un poco más a que en algún momento, una de esas injusticias o violencias nos afecte personalmente. No esperemos a reaccionar hasta que algo así nos toque directamente, los cambios que necesitamos pueden venir de la organización colectiva, estrategias de prevención, e informarnos de manera oportuna y responsable sobre qué hacer y cómo actuar en situaciones que se estén atropellando derechos humanos.

"Los sujetos son vulnerables, pero también vulneran a otros." Nadia Santillanes, doctora en Antropología Médica.

Los movimientos sociales son valiosos ejemplos de organización colectiva. Fue un hito en la historia contemporánea de Tabasco, cuando el feminismo al fin se hizo más reconocido y visible en el estado hace unos años, para muchas fue como un bálsamo para el alma encontrarnos ahí, compartir tantas experiencias similares, hallar respuestas a bastantes preguntas, identificar a la violencia estructural y cómo se relaciona con la violencia de género; empezamos a formar colectivas, nos involucramos en acciones que buscaban favorecer a todas las mujeres en la entidad, a realizar distintos acompañamientos para guiar a víctimas de violencia, o autonomía reproductiva, y tratando siempre de poner en práctica la sororidad, pero las diferencias comenzaron a surgir, las faltas de respeto también, y finalmente, las fracturas.

Como se ha dicho antes, el feminismo tiene una alianza histórica con el movimiento LGBT, pero hay un corriente del feminismo que insiste en enemistarse con la comunidad, que reniega de sus orígenes racistas y recalca que "el feminismo no es la madre de todas las luchas", que reproduce opiniones esencialistas como verdades irrefutables, que opera de forma muy similar a una secta que atrae, recluta y manipula apelando desde las emociones y vulnerabilidad en la que se encuentran muchas mujeres, adolescentes y hasta niñas, que emplea casi todos sus recursos y plataformas a las que tiene acceso para difundir campañas de discriminación y estigmatización contra una población en situación vulnerable como las personas trans, en lugar de enfocarse en el activismo que tanto pregonan por y para las mujeres, que todavía queda mucho por hacer: despenalización del aborto en todo el país, que la violencia vicaria sea delito en todo México, la eliminación de la violencia obstétrica, y estar atentas a que se cumpla todo lo que dice la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Los discursos de odio no están protegidos por la libertad de expresión, así que no es censura ni persecución política pedirle a funcionarixs y servidores públicos que dejen de incitar a la degradación y deshumanización de las personas trans en sus redes y plataformas sociales, y que sean responsables sobre los discursos que replican, porque nos queda muy claro que no son simples opiniones o disentimientos, están siendo perjudiciales para la población trans. ¿Cómo podemos exigirle a un director de la Secretaría de Salud de Tabasco, que no censure o reprima a una alumna que intenta denunciar abiertamente irregularidades de su universidad? ¿O reclamar a funcionarios y servidores públicos, que no cometan violencia política contra las mujeres en razón de género? Si para unas cosas decimos que "eso no es violencia simbólica, o estructural o política, son mis desacuerdos y certidumbres, pero esto sí lo es…", hay que dar lo que exigimos siendo congruentes, así es como nos diferenciamos realmente del sistema que queremos cambiar.