/ viernes 17 de noviembre de 2023

Entorno | Consensos sin oposición

Javier May Rodríguez se registró ayer como precandidato único de MORENA a la gubernatura de Tabasco, al mismo tiempo emprendió una serie de diálogos con quienes aspiraron a la coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en la entidad y contrario a lo que se conjeturaba ha iniciado la construcción de acuerdos entre los distintos grupos políticos, mientras, una oposición desarticulada, parece que no termina de organizarse.

Tabasco: la más alta intención…

De los ocho estados y la Ciudad de México donde habrá elecciones para gobernador y jefe de gobierno, Tabasco es la entidad con mayor intención electoral para MORENA -superior al 70 por ciento- lo que hace difícil el triunfo de algún candidato de la oposición en la gubernatura y más aún si continúan sin la mínima organización.

Tabasco es un estado netamente “de percepción” lo que parece, aunque no lo sea, se asume como tal, es decir, mientras el partido gobernante asoma la imagen de un equipo unido, sólido y con nombres de mujeres y hombres definidos -prácticamente desde el pasado fin de semana- para competir por las senadurías, diputaciones federales, locales y las alcaldías y esa instrucción baja a las bases, a los pueblos, a las comunidades urbanas y en el campo difícilmente se podrá combatir esa realidad.

Y si a eso se le adjunta el sentido del voto mayoritario a esa expresión política anticipa un resultado posible y altamente factible.

Los tiempos de May:

Y como suele suceder, la mayoría de los que competirán por los distintos cargos de representación popular están identificados con la corriente del actual coordinador en Tabasco.

El andamiaje no solo pasa por las representaciones políticas también lo hará por instituciones claves en las que existen personajes con amplia experiencia y que podrían ofrecer una perspectiva diferente, en algunos casos, sino es que, en casi todos, urge ese cambio, los indicadores así lo demuestran.

No todo está decidido, pero algunos han tomado una ventaja que ante lo acotado de los tiempos resulta determinante.

CONTORNO


Relevo generacional ¿garantía de qué?

Después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador acuñó la frase de relevo generacional, para referirse con “inusual insistencia” -cuando se trata de insertar una idea en el inconsciente colectivo- a los nuevos cuadros que habrán de gobernar al país, muchos de los cuales ocupan carteras importantes en la administración federal desató una cargada de “jóvenes y no tanto” que se dicen listos para asumir el reto, ahora mismo, aquí, en Tabasco, previo a la campaña electoral, al menos, en Centro, están abusando de esa concepción, como si eso fuera garantía de que “ellos harán algo distinto, algo mejor”.

Sheila Guadalupe Cadena Nieto, Jorge Bracamonte Hernández y Carlos Iñiguez Rosique -los tres aspirantes a la candidatura a la alcaldía de Centro por Morena- se autodefinen como parte de ese relevo de generaciones que en los hechos habrá de suceder a quienes actualmente gobiernan, aunque ellos están inmersos en la administración pública desde años atrás y nada extraordinario se les reconoce, salvo su amistad con los “gobernantes en turno” quienes les dieron la oportunidad de prestar su tiempo en el servicio público, en otras palabras, no son los representantes idóneos.

El más joven de los aspirantes a ese cargo, Daniel Casasús Ruz no ha recurrido a ese argumento y por el contrario su discurso relacionado con su aspiración parece más incluyente a todas las generaciones.

Tampoco se trata de una postura que demerite el valor de la juventud, en este momento hay muchos talentos tabasqueños en distintas áreas, en las ciencias, en los grandes consorcios privados nacionales e internacionales, incluso en el cine y lo que menos les importa es “la política como tal” la gran diferencia con ellos es que en su gran mayoría se ganaron sus espacios solos, sin la ayuda de políticos o del gobierno.

Así que mucho cuidado con autodefinirse como los salvadores de la Patria.

Primero, tendrán que demostrar en los hechos que sí pueden hacer cosas distintas, porque de lo que se ha visto hasta ahora, de los nombres conocidos -los mismos de siempre- no aparece nada relevante.

Javier May Rodríguez se registró ayer como precandidato único de MORENA a la gubernatura de Tabasco, al mismo tiempo emprendió una serie de diálogos con quienes aspiraron a la coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en la entidad y contrario a lo que se conjeturaba ha iniciado la construcción de acuerdos entre los distintos grupos políticos, mientras, una oposición desarticulada, parece que no termina de organizarse.

Tabasco: la más alta intención…

De los ocho estados y la Ciudad de México donde habrá elecciones para gobernador y jefe de gobierno, Tabasco es la entidad con mayor intención electoral para MORENA -superior al 70 por ciento- lo que hace difícil el triunfo de algún candidato de la oposición en la gubernatura y más aún si continúan sin la mínima organización.

Tabasco es un estado netamente “de percepción” lo que parece, aunque no lo sea, se asume como tal, es decir, mientras el partido gobernante asoma la imagen de un equipo unido, sólido y con nombres de mujeres y hombres definidos -prácticamente desde el pasado fin de semana- para competir por las senadurías, diputaciones federales, locales y las alcaldías y esa instrucción baja a las bases, a los pueblos, a las comunidades urbanas y en el campo difícilmente se podrá combatir esa realidad.

Y si a eso se le adjunta el sentido del voto mayoritario a esa expresión política anticipa un resultado posible y altamente factible.

Los tiempos de May:

Y como suele suceder, la mayoría de los que competirán por los distintos cargos de representación popular están identificados con la corriente del actual coordinador en Tabasco.

El andamiaje no solo pasa por las representaciones políticas también lo hará por instituciones claves en las que existen personajes con amplia experiencia y que podrían ofrecer una perspectiva diferente, en algunos casos, sino es que, en casi todos, urge ese cambio, los indicadores así lo demuestran.

No todo está decidido, pero algunos han tomado una ventaja que ante lo acotado de los tiempos resulta determinante.

CONTORNO


Relevo generacional ¿garantía de qué?

Después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador acuñó la frase de relevo generacional, para referirse con “inusual insistencia” -cuando se trata de insertar una idea en el inconsciente colectivo- a los nuevos cuadros que habrán de gobernar al país, muchos de los cuales ocupan carteras importantes en la administración federal desató una cargada de “jóvenes y no tanto” que se dicen listos para asumir el reto, ahora mismo, aquí, en Tabasco, previo a la campaña electoral, al menos, en Centro, están abusando de esa concepción, como si eso fuera garantía de que “ellos harán algo distinto, algo mejor”.

Sheila Guadalupe Cadena Nieto, Jorge Bracamonte Hernández y Carlos Iñiguez Rosique -los tres aspirantes a la candidatura a la alcaldía de Centro por Morena- se autodefinen como parte de ese relevo de generaciones que en los hechos habrá de suceder a quienes actualmente gobiernan, aunque ellos están inmersos en la administración pública desde años atrás y nada extraordinario se les reconoce, salvo su amistad con los “gobernantes en turno” quienes les dieron la oportunidad de prestar su tiempo en el servicio público, en otras palabras, no son los representantes idóneos.

El más joven de los aspirantes a ese cargo, Daniel Casasús Ruz no ha recurrido a ese argumento y por el contrario su discurso relacionado con su aspiración parece más incluyente a todas las generaciones.

Tampoco se trata de una postura que demerite el valor de la juventud, en este momento hay muchos talentos tabasqueños en distintas áreas, en las ciencias, en los grandes consorcios privados nacionales e internacionales, incluso en el cine y lo que menos les importa es “la política como tal” la gran diferencia con ellos es que en su gran mayoría se ganaron sus espacios solos, sin la ayuda de políticos o del gobierno.

Así que mucho cuidado con autodefinirse como los salvadores de la Patria.

Primero, tendrán que demostrar en los hechos que sí pueden hacer cosas distintas, porque de lo que se ha visto hasta ahora, de los nombres conocidos -los mismos de siempre- no aparece nada relevante.