/ viernes 24 de mayo de 2024

Entorno | Carroñeros

En la etapa inicial más crítica del COVID-19 durante la confirmación de los primeros casos registrados en la entidad en marzo del 2020 que derivaron en cientos y luego miles de positivos al virus con sus lamentables muertes, Tabasco llegó a ocupar los primeros lugares en incidencia de mortalidad a nivel nacional.

En ese momento a una opinión del reportero consignada en este espacio, acusé una inusual observación de un personaje importante de la actividad pública nacional en la que en sentido colectivo me afirmaba que los tabasqueños éramos carroñeros y que siempre buscaba el protagonismo antes que la propuesta y la solución.

Aunque en parte le asistía la razón, ya no respondió a la réplica sobre lo que un acto irresponsable y otros más podrían desencadenar en lo inmediato, el número de casos casi 300 mil y los huérfanos, en suma los familiares de más de siete mil fallecidos –sin contar el exceso de mortalidad que se cree triplicaría esta cifra- seguro tampoco lo olvidan.

En realidad, informativamente no se trataba de magnificar un asunto de salud pública que evidentemente estaba creciendo de manera acelerada, más bien, se trataba de alertar sobre asumir una conducta responsable ante algo desconocido, que además, ya había dejado su cuota de muertes en otros países.

Lo anterior es solo el contexto para tratar de entender lo que ocurre en Tabasco, que, una vez más, sobre todo, su “clase política” los mismos de siempre, parecen decididos a abrir otra gran brecha de retraso ahora para las nuevas generaciones.

Bien nacidos y mal nacidos contra honestos y corruptos:

Tabasco vivió una de las décadas más oscuras en la última parte del siglo pasado cuando emergió una polarización nunca antes vista, algunos se auto denominaban los bien nacidos y a los que reclamaban el poder se les decía mal nacidos.

Hubo diferencias por cuestiones de ambición política hasta en las familias, padres contra hijos, vecinos contra vecinos de toda la vida, casi bíblico, como Caín y Abel.

¿Quién ganó y quien perdió?

La respuesta es que ganaron pequeños grupos y principalmente la representación de cada uno de ellos por medio de su líder eminente.

El discurso de la honestidad creció como nunca, pero, al igual que los bien nacidos, los mal nacidos en tiempos de jauja vieron crecer sus fortunas personales, ranchos, casas y mucho efectivo para las campañas políticas permanentes hasta que alcanzaron el poder.

El recuento de los años y los daños…\u0009

Ese enfrentamiento entre grupos políticos tabasqueños únicamente acarreó más retraso y aumentó la marginación social de los más pobres más de la mitad de la población.

Vino el castigo del gobierno federal deponiendo gobernadores, llegaron los interinatos en tiempos de limitados mecanismos de control del dinero público, donde no se rendía cuentas a nadie.

Al logro de un gobernador para tener más participaciones, que cuando se lo concedieron –se hizo bolas y mal invirtió parte de esa derrama millonaria- llegó el dispendio de un mandatario que terminó depuesto y luego siguió el desorden, con un mandatario que no supo pelear cuando le cambiaron la fórmula de distribución pese a la importancia vital de la entidad para el país por su riqueza petrolera.

Y la historia sigue.

\u0009

La campaña 2024 y la maldición del tabasqueño:

El proceso electoral de Tabasco ya quedó marcado por sendas acusaciones de los actores políticos que buscan el gobierno tanto estatal como municipal.

Quizá en este momento de crisis lo mejor hubiera sido pactar un acuerdo general y no entrar en una escalada de acusaciones que no llevan a ninguna parte solo a la división entre los tabasqueños.

Quien tenga pruebas, lo mejor es acudir ante las instancias correspondientes y presentarlas, se haga o no justicia se sienta un precedente.

Conocidos de otras partes del país hasta en tono de burla ironizan con un símil de percepción “ustedes no tienen remedio y nadie…se salva” .

CONTORNO


Dante Emiliano

Contra la naturaleza.

La actitud de Claudia, la madre de Dante Emiliano, el menor asesinado en una calle céntrica de Paraíso, Tabasco, la tarde del pasado martes, es perfectamente entendible, nada la consuela, no quiere ni responder a las preguntas de los reporteros que hacen su trabajo (quizá muchos en esa situación ni siquiera responderían) “no quiero a nadie aquí” les pide; ante la insistencia en una palabra, justicia, acepta, con un “sí, pero ojalá lo hagan”.

¿Algo que quisiera externarle al presidente de la República?

-Se les salió de las manos la delincuencia a él (…) la verdad….

Mientras el vocero del gobierno de Tabasco, Juan Carlos Castillejos, en el momento más difícil, postea, una definición de edad entre niño y adolescente.

Y el gobernador Carlos Manuel Merino, en un par de entrevistas nacionales, recalca que lamenta que de esto “traten de sacar dividendos políticos” no era el momento para externarlo, pero, lo dijo…

Y el colapso…

Mientras el país estaba en shock por las primeras versiones del caso del asesinato del niño Dante Emiliano, la caída del templete en un acto de campaña del risueño candidato de MC, Jorge Álvarez Máynez en San Pedro Garza, Nuevo León, con un saldo de nueve personas muertas y más de 50 lesionados generó todo tipo de reacciones y solidaridad al más alto nivel.

En el reporte meteorológico se había anunciado la presencia de fuertes vientos y tormentas pese a ello, el evento no fue cancelado.

Horas después, el gobernador Samuel García (MC) anunció que su gobierno asumirá todos los gastos funerarios de las víctimas y otros más:

"Hemos contactado a las nueve familias de los difuntos y vamos a dar todo lo que esté en nuestras manos para esas nueve familias" y agregó:

“Vamos a correr con todos los gastos funerales, traslados y, sobre todo, si tenían hijos, el Gobierno va a apoyar con todo lo relacionado a la manutención de menores que hayan perdido un padre, una madre, por esta tragedia".

Dos preguntas:

¿Todo ese apoyo solo por ser el candidato presidencial de MC y porque esta tragedia ocurrió en –un mitin partidista- en un estado gobernado por alguien de ese partido?

¿Y qué hacemos con la familia de Dante Emiliano?

En la etapa inicial más crítica del COVID-19 durante la confirmación de los primeros casos registrados en la entidad en marzo del 2020 que derivaron en cientos y luego miles de positivos al virus con sus lamentables muertes, Tabasco llegó a ocupar los primeros lugares en incidencia de mortalidad a nivel nacional.

En ese momento a una opinión del reportero consignada en este espacio, acusé una inusual observación de un personaje importante de la actividad pública nacional en la que en sentido colectivo me afirmaba que los tabasqueños éramos carroñeros y que siempre buscaba el protagonismo antes que la propuesta y la solución.

Aunque en parte le asistía la razón, ya no respondió a la réplica sobre lo que un acto irresponsable y otros más podrían desencadenar en lo inmediato, el número de casos casi 300 mil y los huérfanos, en suma los familiares de más de siete mil fallecidos –sin contar el exceso de mortalidad que se cree triplicaría esta cifra- seguro tampoco lo olvidan.

En realidad, informativamente no se trataba de magnificar un asunto de salud pública que evidentemente estaba creciendo de manera acelerada, más bien, se trataba de alertar sobre asumir una conducta responsable ante algo desconocido, que además, ya había dejado su cuota de muertes en otros países.

Lo anterior es solo el contexto para tratar de entender lo que ocurre en Tabasco, que, una vez más, sobre todo, su “clase política” los mismos de siempre, parecen decididos a abrir otra gran brecha de retraso ahora para las nuevas generaciones.

Bien nacidos y mal nacidos contra honestos y corruptos:

Tabasco vivió una de las décadas más oscuras en la última parte del siglo pasado cuando emergió una polarización nunca antes vista, algunos se auto denominaban los bien nacidos y a los que reclamaban el poder se les decía mal nacidos.

Hubo diferencias por cuestiones de ambición política hasta en las familias, padres contra hijos, vecinos contra vecinos de toda la vida, casi bíblico, como Caín y Abel.

¿Quién ganó y quien perdió?

La respuesta es que ganaron pequeños grupos y principalmente la representación de cada uno de ellos por medio de su líder eminente.

El discurso de la honestidad creció como nunca, pero, al igual que los bien nacidos, los mal nacidos en tiempos de jauja vieron crecer sus fortunas personales, ranchos, casas y mucho efectivo para las campañas políticas permanentes hasta que alcanzaron el poder.

El recuento de los años y los daños…\u0009

Ese enfrentamiento entre grupos políticos tabasqueños únicamente acarreó más retraso y aumentó la marginación social de los más pobres más de la mitad de la población.

Vino el castigo del gobierno federal deponiendo gobernadores, llegaron los interinatos en tiempos de limitados mecanismos de control del dinero público, donde no se rendía cuentas a nadie.

Al logro de un gobernador para tener más participaciones, que cuando se lo concedieron –se hizo bolas y mal invirtió parte de esa derrama millonaria- llegó el dispendio de un mandatario que terminó depuesto y luego siguió el desorden, con un mandatario que no supo pelear cuando le cambiaron la fórmula de distribución pese a la importancia vital de la entidad para el país por su riqueza petrolera.

Y la historia sigue.

\u0009

La campaña 2024 y la maldición del tabasqueño:

El proceso electoral de Tabasco ya quedó marcado por sendas acusaciones de los actores políticos que buscan el gobierno tanto estatal como municipal.

Quizá en este momento de crisis lo mejor hubiera sido pactar un acuerdo general y no entrar en una escalada de acusaciones que no llevan a ninguna parte solo a la división entre los tabasqueños.

Quien tenga pruebas, lo mejor es acudir ante las instancias correspondientes y presentarlas, se haga o no justicia se sienta un precedente.

Conocidos de otras partes del país hasta en tono de burla ironizan con un símil de percepción “ustedes no tienen remedio y nadie…se salva” .

CONTORNO


Dante Emiliano

Contra la naturaleza.

La actitud de Claudia, la madre de Dante Emiliano, el menor asesinado en una calle céntrica de Paraíso, Tabasco, la tarde del pasado martes, es perfectamente entendible, nada la consuela, no quiere ni responder a las preguntas de los reporteros que hacen su trabajo (quizá muchos en esa situación ni siquiera responderían) “no quiero a nadie aquí” les pide; ante la insistencia en una palabra, justicia, acepta, con un “sí, pero ojalá lo hagan”.

¿Algo que quisiera externarle al presidente de la República?

-Se les salió de las manos la delincuencia a él (…) la verdad….

Mientras el vocero del gobierno de Tabasco, Juan Carlos Castillejos, en el momento más difícil, postea, una definición de edad entre niño y adolescente.

Y el gobernador Carlos Manuel Merino, en un par de entrevistas nacionales, recalca que lamenta que de esto “traten de sacar dividendos políticos” no era el momento para externarlo, pero, lo dijo…

Y el colapso…

Mientras el país estaba en shock por las primeras versiones del caso del asesinato del niño Dante Emiliano, la caída del templete en un acto de campaña del risueño candidato de MC, Jorge Álvarez Máynez en San Pedro Garza, Nuevo León, con un saldo de nueve personas muertas y más de 50 lesionados generó todo tipo de reacciones y solidaridad al más alto nivel.

En el reporte meteorológico se había anunciado la presencia de fuertes vientos y tormentas pese a ello, el evento no fue cancelado.

Horas después, el gobernador Samuel García (MC) anunció que su gobierno asumirá todos los gastos funerarios de las víctimas y otros más:

"Hemos contactado a las nueve familias de los difuntos y vamos a dar todo lo que esté en nuestras manos para esas nueve familias" y agregó:

“Vamos a correr con todos los gastos funerales, traslados y, sobre todo, si tenían hijos, el Gobierno va a apoyar con todo lo relacionado a la manutención de menores que hayan perdido un padre, una madre, por esta tragedia".

Dos preguntas:

¿Todo ese apoyo solo por ser el candidato presidencial de MC y porque esta tragedia ocurrió en –un mitin partidista- en un estado gobernado por alguien de ese partido?

¿Y qué hacemos con la familia de Dante Emiliano?