Oriundos de Veracruz, Ponciano y Cirilo Vázquez Lagunes eran dos caciques ganaderos, conocidos en su estado natal y en los colindantes del sureste mexicano, quienes murieron en el 2006 a manos del narco con apenas cinco meses de diferencia, con el mismo sello de la ejecución de quien fuera alcalde de Huimanguillo, Walter Herrera, ocurrida en noviembre de ese mismo año.
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DESPUÉS DE ESTAR 15 DÍAS SECUESTRADO, MATAN A PONCIANO
El inicio del fin para Ponciano Vázquez Lagunes inició el 26 de mayo de 2006, cuando el malogrado ganadero fue interceptado y levantado por un comando armado al salir de la tienda Soriana, en las inmediaciones de plaza San Joaquín, en la ciudad de Villahermosa, al momento en que viajaba a bordo de una camioneta Cherokee, acompañado de un veterinario que lo acompañaba a su propiedad para que revisara unos caballos.
El ganadero forcejeó con sus captores y se escuchó una detonación, por lo que estos individuos se identificaron como agentes de la AFI que realizaban detenciones. Después, la unidad antes mencionada se dirigió al rancho La Estancia”, propiedad de Vázquez, en donde con lujo de violencia, sustrajeron por la fuerza a otras personas.
La camioneta fue encontrada horas más tarde, abandonada en la zona limítrofe de Tabasco y Chiapas. Poco después trascendió que los presuntos plagiarios contactaron a la familia del poderoso sujeto, exigiendo 20 millones de pesos para su rescate.
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Días después, el 10 de junio, cinco personas ejecutadas fueron encontradas en el interior de una camioneta abandonada en un camino vecinal, en las inmediaciones del ejido La Lucha -a unos 200 metros de la orilla de la carretera Huimanguillo-Villa Chontalpa, cuyos cuerpos habían sido rociados a balazos de armas AK-47, además de recibir el tiro de gracia.
Entre las víctimas se encontraba Ponciano Vázquez. Se presumía que el crimen fue cometido en otro lugar, y los cadáveres fueron tirados en la zona en donde fueron encontrados. Se dedujo que el crimen se trató de un ajuste de cuentas entre los cárteles de la droga por la disputa del territorio.
Y CINCO MESES DESPUÉS…
Para el 19 de noviembre de ese mismo año, el llamado “cacique del sur”, Cirilo Vázquez Lagunes, fue emboscado por hombres armados cuando regresaba de un partido semiprofesional de béisbol que tuvo lugar en el campo La Arrocera.
El comando abrió fuego en su contra, recibiendo por lo menos 12 impactos de bala, tres de los cuales hicieron blanco en la cabeza. Otras víctimas mortales del hecho fueron tres policías municipales del estado de Veracruz, su guardaespaldas y su suegro.
El cuerpo del ganadero recibió varios impactos al igual que su rostro, y quedó tendido a la mitad hacia fuera de la cabina de la camioneta; el rostro de Vázquez Lagunes estaba completamente bañando en sangre, en la frente se podía apreciar un orificio de bala, al parecer el tiro de gracia.
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MUERTES MARCADAS POR EL NARCO
El multihomicidio ocurrido en enero de 2005 y las ejecuciones del alcalde perredista de Huimanguillo, Walter Herrera Ramírez, el ganadero Ponciano Vázquez Lagunes y su hermano Cirilo Vázquez Lagunas, estuvieron marcados con el sello del narcortráfico, que opera en los límites de Chiapas, Tabasco y Veracruz.