Manuel Cosme
Mientras que en la Ciudad de México hay dos millones defumadores, Vivir Sin Tabaco solamente atendió el año pasado amás de 193 personas, luego de que Locatel y el Instituto para laAtención y Prevención de las Adicciones de la Ciudad de México(IAPA) la pusieron en servicio el pasado 9 de junio.
Sin embargo, será este año cuando dichas institucionesevalúen la efectividad de dicha línea para combatir eltabaquismo, el cual representa un problema serio en la capital delpaís pues está por encima de la media nacional y su consumo ocupael segundo lugar, después del alcohol.
De acuerdo con información proporcionada por IAPA y Locatel, delos fumadores atendidos 37 por ciento son mujeres y 63 por cientohombres y en promedio se brindó orientación a 27 personasmensualmente.
En base a dichas cifras, al parecer la línea ha sido desairadapor quienes consumen tabaco, aunque, según un diagnóstico delIAPA, diariamente mueren en la Ciudad de México 160 personas porenfermedades asociadas a esa adicción, como es el cáncer, elEPOC, enfisema pulmonar y derrames cerebrales.
Además, está el consumo por personas con padecimientoscrónico-degenerativos, por ejemplo la hipertensión arterial ydiabetes, a quienes no les hacen efecto los medicamentos porprecisamente fumar.
La información sobre la línea dada a conocer por Locatel y elIAPA no detalla cuántas de las personas atendidas son jóvenes, apesar que se ha detectado que a los 13 años hay adolescentes queempiezan a fumar, tanto hombres como mujeres.
NICHO
La línea 56-58-11-11, según los promoventes, ha tenido buenaaceptación y explicaron que el interesado puede llamar a ella parasolicitar apoyo y uno de los especialistas lo interrogará paradefinir un diagnóstico a través de diversos test, los cualestambién puede encontrar en el micrositio “Vivir sin Tabaco”,en la página www.locatel.cdmx.gob.mx/vivirsintabaco.
El nicho de atención son todas las personas de cualquier edadque tengan la intención de dejar de fumar, aunque su poblaciónobjetivo son los jóvenes entre los 12 y los 19 años de edad yhasta los 30 años, según información proporcionada por elIAPA.
El test que se les aplica a los interesados es para determinarsu adicción a la nicotina, si es dependiente emocional del tabacoo fumador social.
En el primero de los casos, las preguntas son, entre otras,¿cuánto tiempo después de despertarse fuma el primer cigarro?,¿Si encuentra difícil no fumar en lugares en los que estáprohibido? ¿Cuántos cigarros fuma al día? y ¿si fuma aunqueesté enfermo o en cama?
Para ubicar si se es dependiente emocional del tabaco, seaplican ocho preguntas, algunas de las cuales son: si fumar lesayuda a controlar el enojo, ansiedad y estrés; si les produce granplacer; si disfruta más del cigarro cuando toma alcohol; y si alfumar afecta la salud de su familia, amigos y personas dealrededor. Aún así pienso que seguiré fumando.
Asimismo, para determinar si uno es fumador social se aplicancinco preguntas, como Me cuesta trabajo decir que no a un amigo queme invita a fumar, me da miedo subir de peso si dejo de fumar;pienso que me sentiré estresado/a si dejo de fumar; y ahoritaestoy dejando de fumar, pero necesito algunas ideas para seguiradelante.
Una vez que se determina el nivel de adicción a la nicotina,bajo, medio o alto, se asesora para que el paciente inicie eltratamiento vía telefónica o se canaliza a una institución desalud, para su atención especializada.
En caso del tratamiento telefónico, de acuerdo a lascaracterísticas del fumador, se establece un plan de citas porlínea, de dos a cuatro sesiones de 45 minutos, posteriormente, unseguimiento a los tres y seis meses.
El servicio ocupa como herramienta información de impacto comoel diagrama de los componentes de un cigarro, en el cual se puedenobservar las sustancias nocivas para el cuerpo, así como losdaños que provocan a terceras personas.
Además, enfatiza el peligro y causa de enfermedadesrelacionadas directamente con el cigarro como el cáncer,Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), derrame cerebral,cataratas, pérdida del oído, psoriasis, tromboangeitis, cánceren la piel, osteoporosis, úlceras estomacales.
El personal que atiende a los solicitantes, integrado pormédicos y psicólogos, ha sido capacitado por el IAPA.
El micrositio incluye una sección donde las personas puedenhacer el ejercicio de calcular cuánto han perdido fumando y almismo tiempo todo lo que podrían hacer si ese dinero se utilizapara mejorar la calidad de vida del fumador.
El objetivo de la Línea Vivir sin Tabaco es generar concienciaen la población en general, de los daños a la salud y peligrosque provoca la adicción al cigarro, no solo a quien lo consumesino también a quienes “pasivamente” lo inhalan porencontrarse en un entorno de fumadores.
De esta manera, la línea funciona para quienes tienen unconsumo bajo y medio y a los demás se les orienta.
Como parte de los servicios gratuitos, Locatel continuarábrindando el apoyo de psicólogos a las personas que requieran undiagnóstico, orientación, seguimiento y canalización a serviciosespecializados, con el fin de combatir el tabaquismo. Locatelinvita a visitar el micrositiowww.locatel.cdmx.gob.mx/vivirsintabaco, llamar al teléfono 56581111 o a la marcación abreviada *1111 las 24 horas, los 365 díasdel año, para recibir asesoría e información que les ayude adejar el cigarro.
EL PROBLEMA
De acuerdo con información del IAPA, la nicotina es lasustancia más adictiva y por lo tanto más difícil de dejar,porque quienes la consumen “regresan, regresan y regresan”, esoprovoca una situación crítica y al paso del tiempo, cuando losfumadores llegar a los 30 a 40 años ya tienen problemas de salud yya se tienen muy frecuentemente a jóvenes que se infartan a los 35años, lo cual es rarísimo, pues antes eso ocurría a los 50años.
Al poner en servicio la línea, dicha institución reconocióque como en toda adicción existen recaídas, pues las hay muyfuertes, pero es parte del proceso. “Es muy importante que cuantose esté en la etapa difícil de querer fumar se pueda tomar elteléfono y te orienten para bajar el estrés y la angustia porfumar”.
En el caso de la juventud, las cifras indican que el consumo esbajo relativamente en la secundaria, un ocho por ciento, pero en elbachillerato se dispara a 31 por ciento; y en educación superiorllega hasta 40 por ciento.
Con base en esas cifras, el IAPA advirtió que entre más jovense empieza a consumir una sustancia es más peligroso por todos losproductos químicos que se tienen y en segundo lugar que se tenganmuchas más posibilidades, por su desarrollo cerebral a esa edad,de que se tenga fácilmente una adicción.
Finalmente, advirtió la gravedad que significa vender cigarrosa menores de edad, lo cual es una responsabilidad directa de losdueños de establecimientos y de los vendedores ambulantes que loscomercializan sueltos en la vía pública.
