Hacinamiento, comida cruda o en mal estado, escasa atención médica, falta de agua y ninguna protección contra enfermedades como el dengue y el Covid-19, entre otras anomalías, son las que viven a diario los migrantes que viven en el albergue del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), ubicado en la oficina de administración del Instituto Nacional de Migración (INM), en la avenida Cobre de Ciudad Industrial en Villahermosa.

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Así consta en una denuncia anónima hecha por una de las personas agraviadas a El Heraldo de Tabasco, quien aseguró que tanto las autoridades del INM, del DIF e incluso la Policía Estatal, están al tanto de todo lo que ocurre al interior del citado albergue, sin embargo “se tiran la bolita” y nadie responde por las condiciones en que viven alrededor de 300 indocumentados, quienes temen denunciar la situación porque, asegura, han recibido amenazas de que si lo hacen, no les expedirán su documentación.

Una de las principales denuncias es la falta de agua, ya que a decir del denunciante, el suministro es suspendido en sanitarios y regaderas; incluso en días inhábiles y festivos está prohibido que laven ropa, por lo cual los centroamericanos demandan que se les abastezca de más agua, ya que a como lo hacen actualmente, les resulta insuficiente.

Otra de las anomalías que ocurren al interior del lugar, se refiere a la comida que les dotan, presuntamente a cargo de las autoridades migratorias; además de darles de comer lo mismo tres veces al día y a diario, muchas veces viene mal elaborada, cruda, quemada o echada a perder. En un video enviado por el denunciante, se puede apreciar a los migrantes esperando su turno para recibir su platillo, pero antes de eso, muchos de ellos acercan la mano para que antes se la den a probar, para así verificar su estado.

En tanto, son condenados a dormir prácticamente en el suelo. A pesar de que existen varias colchonetas, si una persona agarra más de una para mayor comodidad, la abogada jurídica llega y se las quita sin importar si están durmiendo o si se trata de niños, y las regresa al almacén. “Hay bastantes colchonetas sin utilizar, y ella se molesta si una persona pone dos, por eso se las quita sólo para tenerla guardada; reciben montón de ayuda y le dan la que ellos quieren”, afirma el denunciante.

Y por otro lado, las enfermedades están a la orden del día. Varios niños y adultos presentan cuadros de fiebre y vómito, además de existir varios con síntomas de dengue y Covid-19, incluso varias personas han sufrido desmayos; sin embargo, la atención médica que reciben es insuficiente. Sólo han dotado de paracetamol y naproxeno a los enfermos, y si hay una emergencia, no hay cómo atenderla, ya que allí no llegan las ambulancias.

Tampoco cuentan con medidas sanitarias adecuadas y suficientes para prevenir enfermedades, además de no ejercer ninguna acción de fumigación contra el dengue, ya que, según manifiesta el migrante, hay demasiado mosquito transmisor de la enfermedad, sin embargo ni siquiera repelente les dan, sino que lo tienen que comprar por su cuenta.

Mientras que el agua potable y los pañales desechables para niños son racionados. De estos últimos sólo les proporcionan uno o dos al día, aún a pesar de que presuntamente, hay suficientes en existencia en el almacén.

Asimismo, a pesar de que hay personas que sólo están esperando su trámite para ser deportados, no están realizando deportaciones; y mientras en el interior del lugar se dan riñas, robos, bullying de los niños más grandes hacia los más pequeños, y también hay quienes fuman marihuana.

Cabe recordar que hace unos días, una madre de familia denunció que un migrante intentó asfixiar a su hijo dentro del albergue; sin embargo, a pesar de que fue interpuesta la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), la autoridad nunca le dio respuesta alguna.