A lo lejos se escucha el sonido característico del silbato que hace sonar por donde pasa, mientras arrastra la máquina que porta la lima, se trata de don Pedro Morales López, que desde hace tres décadas y media recorre las calles de Villahermosa afilando cuchillo, tijeras y todo tipo utensilios de cocina.
Luego de tantos años dedicándose a este oficio, el señor Pedro ya forma parte del folklore de esta ciudad, aunque ya pocos afiladores se dejan ver por las calles, pues dijo con preocupación que la demanda de este servicio ha bajado, gracias al surgimiento de aparatos y accesorios de venta, que de forma práctica permiten a los clientes afilar los cuchillos y demás, sin necesidad de recurrir a un afilador.
Antes teníamos mucho trabajo, pero ahora ha bajado considerablemente pues ya hay varios accesorios o aparatos que desde la casa pueden afilar la gente, claro que no es lo mismo, pero pues les sirve un ratito y a la mera hora les resulta más caro