La estación en Boca del Cerro que será parte del Tren Maya en Tabasco, es un planteamiento arquitectónico inspirado en la zona arqueológica de Comalcalco, proyecto que está a cargo del despacho Cámara-Cámara Arquitectos.
Propuesta elegida por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a través de un concurso. Uno de los socios fundadores de la agrupación que tiene a cargo el diseño del inmueble, Jorge Cámara, señala que buscan crear una atmósfera tabasqueña que capte la persona cuando esté en el interior.
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“Queríamos hacer algo que hablara de la región, de México, que el turista se sienta envuelto en una atmósfera que diga Tabasco, que diga México”.
¿Qué buscan con la estación en Boca del Cerro?
Agrega: “Queremos que el proyecto tenga una personalidad específica, estamos cuidando que el entorno parezca inalterable, que siga siendo un entorno de selva”.
De esta manera la construcción es una estructura que pretende no interferir con el entorno natural, y que el turista pueda ver la fauna de la zona desde cualquier punto de vista.
¿Qué servicios ofrecerá la estación en Boca del Cerro?
Al respecto Jorge Cámara señala: “Queremos que se sienta que se entra a un edificio que no necesariamente puede ser construido hace 20 o 50 años, y que dentro de 30 años tampoco se identifique de manera precisa el tiempo”.
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Las personas al ingresar podrán ver los servicios que ofrece la estación: banco, tiendas de conveniencia, área de espera, oferta gastronómica, entre otras. Complementan, las áreas administrativas, zona de conductores y venta de boletos.
¿Cuál es el aporte del terreno donde está ubicada la estación Boca del Cerro?
El terreno aporta un elemento de la identidad que busca el proyecto, ya que para llegar al lugar se debe ascender: “La forma en la que llegas tiene mucho que ver con un tipo de ritual”, menciona el arquitecto.
Añade que el polígono colinda con la carretera que va de Emiliano Zapata a Tenosique, por lo que se hizo un desarrollo para acceder desde el punto este punto a la estación, donde hay una diferencia de 15 metros de altura, sin embargo se puede llegar a ella en una forma cómoda, incluso para alguien que se desplace en silla de rueda, específica otro socio del despacho de arquitectura.
Cabe señalar que el sitio está al borde de una reserva natural y del río Usumacinta, lo que permite realizar actividades al aire libre.
