En plena temporada decembrina, y de forma por demás extraña, unas pequeñas plantas de maíz crecieron en una calle céntrica de la capital tabasqueña.
Aun con ausencia de tierra, las plantas aprovecharon un pequeño depósito de agua producto de las lluvias para crecer entre la acera y la banqueta de la calle Miguel Hidalgo, a unas cuadras del Centro Histórico de la ciudad.
La señora Zoila “N”, vecina de esta zona, indicó que aunque el pequeño “maizal” no es propiedad de nadie por ubicarse en la vía pública, ella decidió hacerse cargo de sus cuidados.
Para ello, todos los días las riega con agua fresca y está pendiente de que no vaya a ser arrancada por los transeúntes, ya que muchos han llegado a pensar que se trata de maleza nociva.
Se nos hizo raro que haya crecido aquí, donde no hay terreno, campo o tierra, y por eso no queremos que la vayan a arrancar.
Zoila "N"
Cabe señalar que el maíz pertenece a la familia de las gramíneas, tribu maideas. Entre las especies pertenecientes a dicha tribu, sólo Zea mays tiene interés desde el punto de vista agrícola y económico.
Por su amplia capacidad de adaptación, su elevado rendimiento y las posibilidades futuras de mejora por vía genética hacen de esta planta uno de los cultivos de mayor importancia para la humanidad.