Sin riesgos por rellenos tóxicos

No es necesario reubicar o evacuar a pobladores de Anacleto Canabal cercanos al área contaminada.

Jesús Manuel Domínguez

  · lunes 24 de junio de 2019

José Alberto Rodríguez, Coord. de Protección Civil de Centro. /Iván Sánchez

Pese a la contaminación por rellenos tóxicos que denunciaron habitantes de Anacleto Canabal, el coordinador de Protección Civil del Ayuntamiento de Centro, José Alberto Rodríguez Gallardo aseguró que no hay necesidad de evacuar o reubicar a los habitantes de la zona.

"Hemos estado yendo a verificar en coordinación con Obras Públicas y le estamos dando seguimiento; Conagua ha hecho los estudios pero no sabemos del resolutivo", expuso.

Comentó que de acuerdo a los recorridos realizados en el lugar no hay olores en el ambiente o que haya tirada alguna sustancia o producto, de otra manera ya se habría informado a la Secretaría de Bienestar para que haga inspecciones inmediatas.

Expuso que los olores a gases que se perciben provienen de tuberías de Pemex en desuso que son abiertas por huachicoleros pensando en que están activas.

En el lugar no hay olores en el ambiente o alguna sustancia o producto tóxico, aseguró el coordinador de la instancia. /Archivo

Insistió en que no se ha detectado algún sitio donde se estén tirando sustancias tóxicas, en caso de haberlas entramos en acción los tres niveles de gobierno porque se trata de un delito federal.

Cabe mencionar que habitantes de la ranchería Anacleto Canabal 1ra sección de Centro denunciaron la existencia de un relleno tóxico en el sector “La rampa” y aunque desde hace un año lo han dado a conocer a las autoridades hasta el momento nada se ha hecho.

La delegada, María del Carmen Contreras Rivera indicó que se trata de un predio de 3.5 hectáreas en donde una empresa entierra lodos de perforación, lo que despide olores fétidos y ha ocasionado enfermedades.

Añadió que además, al ser ese lugar un vaso regulador, ahora que fue rellenado ha ocasionado a negaciones en las viviendas con las recientes lluvias. El agua que llegó a las viviendas era "aceitosa" y dejó manchas en paredes y pisos.