Como si se tratara de un moderno flautista de Hamelin o un músico de la zona de los Andes, Kevin Demetrio Castellanos García, recorre las principales calles del centro de Villahermosa, pero no para ahuyentar plagas de ratones, sino para deleitar a los automovilistas y transeúntes con su quena.
A sus 25 años de edad, combina esta actividad de músico urbano con el oficio de taquero, el cual apenas le alcanza para subsistir y por ello se vio en la necesidad desde hace algunos años de ejecutar música con su flauta en algunos cruceros y zonas de la capital del estado, a cambio de algunas monedas que la gente le aporta.
Desde hace 8 años toco la quena, solito aprendí en internet descargado tutoriales, descargaba las notas y las iba practicando
Kevin Demetrio Castellanos García
Su primera flauta de origen andino le costó 150 pesos, pero en la actualidad su precio es más elevado, por lo que la cuida como su principal tesoro.
“Mitad mitad taquero y mitad flautista” es como se define Kevin, quien considera que la música es un arte que le permite ganarse la vida honestamente.
Sin embargo, desde hace un año un medio las cosas no han ido nada bien para él con la llegada de la pandemia por Covid 19. “La verdad sí nos perjudicó a todos, y en mi caso porque hay mucha gente que no quiere cooperar, ya no es lo mismo de antes, antes hasta los niños te daban y ahora no se quieren ni acercar, incluso hay personas que hasta son groseros”.
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Con sus ejecuciones en la flauta Kevin obtiene de 150 a 200 pesos al día y debido a la falta de oportunidades no pudo continuar sus estudios, ya que sólo concluyó la preparatoria.
Aun así, no pierde la esperanza de que si las cosas mejoran pueda estudiar algún día la carrera de gastronomía.
Inicialmente ejecutaba solamente música andina, que es la que va más acorde con su quena, pero con el paso del tiempo fue perfeccionando su técnica y actualmente toca instrumentales e incluso música popular, todo ello en forma empírica, ya que su aprendizaje ha sido en forma autodidacta.
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Finalmente, deja un mensaje a la gente argumentando que “la música es lo más preciso que existe este mundo, es la forma en que yo me relajo”, comenta mientras se retira para seguir deleitando con las notas de su instrumento de viento.
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