Piratería y comercio informal: lo mismo, pero más barato

El ambulantaje ha propiciado la venta de artículos ilegales

José Guadalupe Pérez

  · domingo 30 de junio de 2019

En el primer cuadro de la ciudad se tienen registrados cerca de mil 500 establecimientos. /Iván Sánchez

La proliferación del comercio informal en Villahermosa, como en otras ciudades del país, ha traído consigo otro fenómeno que no es bien visto por la sociedad.

Se trata de la piratería, entendida como una práctica ilícita que no sólo se manifiesta en la prestación de un servicio irregular, como el caso del transporte público, sino en la venta indiscriminada de artículos de dudosa procedencia.

Así, en las calles y corredores de esta ciudad resulta hasta cierto punto, común, observar cómo se puede adquirir desde películas, discos compactos, aparatos electrónicos, hasta cosméticos, ropa, perfumes e inclusive bebidas alcohólicas.

Calles como Francisco I. Madero, José María Pino Suárez y Constitución, cercanas a la antigua sede del mercado público José María Pino Suárez, desde hace varias décadas han sido zonas tomadas por el comercio informal, independientemente del que se forma en las zonas aledañas a los tianguis y mercados públicos de Villahermosa.

Los últimos conteos de instancias municipales daban cuenta de más de mil 500 establecimientos informales situados sólo en el primer cuadro de la ciudad, lo cual ha sido difícil de controlar e inclusive recientemente con las últimas adecuaciones al nuevo mercado Pino Suárez, llegó a salirse de control de la autoridad.

Aunque este tipo de comercio generalmente está ligado a la venta de frutas y legumbres, en esta zona han proliferado establecimientos, algunos de ellos fijos, en donde su principal ingreso es la venta de artículos pirata, es decir, copias de productos originales, como el caso de la industria discográfica o la industria del cine, que son dos de las principales afectadas por la piratería.

Así, inclusive el personal de estos negocios se las ingenian para “producir” discos o películas que nunca salieron a la venta legalmente, es decir, especies de compilaciones de diversos artistas nacionales o internacionales, o incluso DVD que contienen más de una película.

Con precios que van desde 15 a 20 pesos, o incluso ofreciendo paquetes de 5 discos por 100 pesos, los vendedores informales tratan de colocar sus productos, a sabiendas que un solo disco original tendría un costo superior a los 200 pesos.

No conforme con ello incluso ofertan memorias de USB con películas o discos completos de los artistas referidos del público.

Este fenómeno incluso ha llegado a manifestarse en locales o plazas reconocidas, como las muchas que se localizan en la calle Francisco I., Madero, del centro de Villahermosa.

Sin embargo, no existen cifras sobre las pérdidas que los comercios establecidos tienen habitualmente con la venta de artículos pirata adquiridos en el comercio informal, ya que esto abarca una esfera más grande que involucra a las compañías dueñas de determinada marca o en el caso de los discos y películas, a los propios artistas y sus compañías discográficas o cinematográficas.

Aunque de manera frecuente instancias como la PGR realizan operativos en estas zonas, logrando la incautación de diversos artículos, al cabo de unos días estos negocios vuelven a aparecer surtidos con la mercancía del momento, haciendo con ello una guerra de nunca acabar.