Obtiene libertad, pero se topó con el monstruo de la pandemia

Desde hace más de un año, la pandemia por Covid-19 ha cambiado desde conductas y comportamientos hasta estilos de vida de muchos tabasqueños, que han tenido que adaptarse a una nueva realidad.

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Foto: Iván Sánchez | | El Heraldo de Tabasco

Sin embargo, para el señor Antonio Sánchez fue doblemente difícil, ya que primero tuvo que entender y asimilar esta situación de emergencia, y segundo, obtener ingresos para seguir subsistiendo luego de toda la parálisis económica.

La razón, fue que en plena pandemia obtuvo su libertad tras permanecer algunos años en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET).

Por ello, al reintegrarse a la sociedad para él implicó un doble esfuerzo, ya que además del riesgo que todavía significa el Coronavirus, escasearon las oportunidades de trabajo, lo que lo llevó a poner en práctica un oficio que aprendió durante su reclusión: la elaboración y reparación de hamacas.

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Además a ello le agregó otras actividades y manualidades, con lo que se gana la vida recorriendo diariamente las calles de la ciudad de Villahermosa, en una especie de servicio a domicilio de reparación de utensilios.

“Yo compongo hamacas, tejo sillones, hago mecedoras, forro sombreros, hago gorras, hago arbolitos de navidad, pasamontañas, abanicos, tejo bolsas, carteras, en fin; esta maleta yo la agarro con hilo, la tejo, tengo ganchos, hago un montón de chucherías”, señala en uno de sus múltiples recorridos que en este fin de semana lo llevó a las calles de la colonia El Águila.

A sus 55 años de edad, tiene la fortaleza para seguir sobreponiéndose a una situación como esta, y aunque no reveló el delito que cometió, asegura que ya está reintegrado a la sociedad.

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Foto: Iván Sánchez | | El Heraldo de Tabasco

Para él, un día normal inicia a las 8 de la mañana, y va ofreciendo sus servicios por varias colonias, donde le salen varias “chambitas” que le permiten el sustento diario.

“Cuando hay arreglo dos ó tres hamacas, por eso es que me entra mucho la tarde, la noche, arreglando; pero yo me dedico a arreglar a domicilio, y a las personas que se les arreglo a veces les pido que trabaje afuera para que la gente me vea, y así escomo atraigo clientes”, comenta.

También reconoce que por la pandemia fue difícil agarrar vuelo con esta actividad, pero cada día toma más confianza en esta actividad.

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Foto: Iván Sánchez | | El Heraldo de Tabasco

“Es que este servidor tuvo la fortuna de estar un ratito en el reclusorio y allá vi todo eso, yo decía un día voy a llegar a ser grande, y por la edad o por lo que sea, por el estudio no me van a querer dar trabajo, y si yo aprendo esto, cuando yo salga voy a echar mano de lo que aprendí aquí allá afuera, y es así como me la busco”, expresa.

Es así que con sus manos y sus habilidades con las agujas y los hilos Antonio, como muchos otros tabasqueños, va sobrellevando la situación en esta emergencia sanitaria, con sus altibajos, pero que le permiten ir subsistiendo.

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“Pues gracias a Dios es como el dólar, a veces sube a veces baja, a veces hay y a veces no hay, pero no queda otra, hay que seguirle”, concluye.