UNO
"Nosotros ya no tenemos que comer, si hay otros igual en las mismas condiciones, les invito a reunirnos #en #SORIANA este viernes en punto de las 5 PM para que llevemos a nuestra familia una despensita aunque sea. EL PUEBLO TIENE HAMBRE".
El mensaje circuló desde la víspera, pero nadie le tomó importancia, perdido como estaba entre tanta basura textual y gráfica que al respecto de la pandemia circula en Facebook y Twitter. Pero a las seis de la tarde del día siguiente, es decir, justo en la fecha, y cerca de la hora que se anunció, los videos de la violencia desatada fueron inundando uno a uno las redes sociales, marcando en el mapa de las calamidades generalizadas el principal temor de las autoridades: la desobediencia civil, el saqueo: el caos.
El saldo, las condiciones, el número de heridos, son aún inciertos a la hora de escribir estas líneas. En los videos es posible ver humo saliendo del centro comercial enclavado en la cabecera municipal. Quienes graban sólo especulan, pues ahora sí, mantienen la "sana" distancia.
"Ta ardiendo Soriana... aquí que han querido, tan queriendo saquear a Soriana, aquí en Cárdenas. Le prendieron fuego a un anuncio... ya se fueron todo por atrás porque supuestamente iban a abrir por la parte de atrás... la policía tuvo que tirar unos balazos al aire... está un poco tensa la situación", dice la voz de un hombre. Al fondo, los autos pasan y el fuego ilumina la tarde.
DOS
"Años de comprar aquí... ahora no me dejan entrar"
Las tiendas comerciales empezaron a "blindarse" al principio de la pandemia, pero por ser centros de suministro y negocios esenciales, se han convertido también en el foco rojo de todo tipo de problemas. Entre ellos, por supuesto, está la discriminación.
"Hola amigos, saben que en Walmart no permiten la entrada a mayores de 60 años? Realmente es un trato discriminatorio y no hay argumentos válidos. Es cierto que los estudios médicos dicen que la población de la tercera edad es más susceptible, pero, como también dicen los estudios, la razón es que en este grupo hay mayor probabilidad de factores como enfermedades crónicas y degenerativas que sí aumentan el riesgo de complicaciones en caso de un contagio por covid...
"Sin embargo no prohíben la entrada a personas con obesidad mórbida ni exigen constancia de que el cliente no tiene diabetes o insuficiencia renal ¿entonces?. Creo que cualquier persona merece un trato respetuoso que no atente contra su dignidad y autoestima, sobre todo si es tan capaz de valerse por sí misma como una de 20 o 40 años y, desde luego, si tiene mayor criterio que los empleados de dicha tienda que usan el tapabocas como adorno en el cuello, caso que reporte al gerente de Walmart de Av. Universidad hace 15 días...
Entrevisto por vía telefónica a la señora 'N', y su indignación es patente: "Curiosamente, durante años, dejé mi dinero en sus cajas de cobro y sólo revisaban si los billetes no eran falsos, pero nunca me preguntaron mi edad para aceptar el pago, y ahora en una contingencia no podemos comprar lo indispensable", señala.
TRES
Una promotora de carnes frías de conocida marca, me cuenta a detalle el radiopasillo de su día a día en los autoservicios, en tiempos del terrorífico Covid-19. "Ya no hay compras de pánico, hay pánico a ir de compras", señala.
"Aquí todo se sabe porque todas las promotoras nos conocemos. En la entrada a las tiendas, los guardias te miden la temperatura, y si presentas fiebre, no te dejan pasar. Te exigen el uso de guantes y cubrebocas. Pero aún así, hay muchos casos, y a veces la tienda no lo quiere reconocer porque perdería dinero. Imagínese, una que anda repartiendo jamón, y pues aunque traiga cubrebocas... a dos ya las mandaron a su casa por sospechas de contagio, y se sospecha que toda su área de trabajo está contaminada... ¿a poco van a tirar todo el jamón nada más por eso?", señala Claudia 'N'.
Otra trabajadora me muestra una foto: "él era el jefe de Lácteos de Carrizal y falleció por Covid (en la foto aparece un hombre joven, con gafete prendido a la solapa de la camisa con logos de Chedrahui. Está rodeado de nochebuenas, sonríe y hace la V de la Victoria con la mano izquierda). Aún no puedo creer que ya no esté". Y añade otro dato: "en Súper Che hoy llegó una persona sospechosa de Covid (a trabajar). Sólo empaquetaron (sus cosas) y la receta, le echaron Lysol y les dijeron que no dijeran nada (y efectivamente, también muestra la foto de una receta empaquetada en plástico y sostenida por manos que usan guantes quirúrgicos".
Le pregunto si no le da miedo trabajar en esas condiciones.
"Miedo, lo que se dice miedo, pues sí. Pero al menos tenemos trabajo. Y no decimos nada porque no queremos perder el empleo. No vaya a ser que luego cierren también las tiendas", finaliza.
