Los internados en el Hospital Regional de Alta Especialidad en Salud Mental Villahermosa suman 40, de esa cifra 33 han sido abandonados por sus familiares, lo que en números relativos son 82.5 por ciento.
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El abandono que sufren estas personas hace más difícil su atención, reconoce el director del nosocomio Mario Villar Soto, al relevar el dato anterior. Los internados en su mayoría padecen de retraso mental o enfermedades neurológicas como la epilepsia, con desórdenes de motricidad, algunos, con esquizofrenia o enfermedades demenciales, como Parkinson o Alzheimer.
Otra cuestión en la que hizo hincapié es que el aumento de pacientes obedece también a que al ser este centro hospitalario de alta especialidad, su atención ya no es exclusiva de enfermos mentales, sino de personas que padecen problemas neurológicos y médicos que repercuten con síntomas psiquiátricos o neuropsiquiátricos, como de las que sufren desordenes de comportamiento por adicciones.
Destaca además que la gama de servicios fue ampliada para niños y adolescentes, a partir de personal médico que se ha especializado, en las mejores instituciones del país, para atender a este grupo de edades.
A la par del abandono de estas personas por sus parientes, el experto en salud no dejó de señalar: “La respuesta que hemos tenido de la sociedad ha sido bastante agradable porque ya no hay agresiones, hay más la posibilidad de que se vean como personas habituales sobre todo cuando van acompañados”.
