Con logros y deficiencias termina el gobierno de Arturo Núñez Jiménez, sostuvo el vocero de la Diócesis de Tabasco, Denis Ochoa Vidal, quien aseveró que no se consumó totalmente el tan citado “cambio verdadero” que tanto usó como bandera.
Aseveró que a este le tocó un panorama nada fácil, debido a que se viene arrastrando un déficit financiero desde el sexenio anterior, además del endeudamiento, la caída del petróleo y la severa crisis que afecta al país.
“Hay que tratar de ver globalmente el panorama y ciertamente, hay esfuerzos en el sexenio, hay logros, pero también hubo muchas deficiencias porque el mismo gobernador lo dijo, que iba a terminar su gobierno con una muy fuerte crisis”, sostuvo.
Consideró que nadie más que la propia administración nuñista sabe de sus problemas internos producto de la inestabilidad de las finanzas, que conllevaron a la falta de pago a trabajadores del estado, sobre todo de los rubros de educación y salud.
Hay logros, pero también hubo muchas deficiencias porque el mismo gobernador lo dijo, que iba a terminar su gobierno con una muy fuerte crisis
“Se faltó a un derecho del trabajador, pero por otra parte está la crisis y ese es el panorama que nos deja el expirante gobierno del estado, entre logros y deficiencias”, abundó.
Enfatizó en que no se puede comparar la actual con la anterior administración que encabezó Andrés Granier Melo, porque se vivieron situaciones muy distintas, en un contexto nacional y global, diferentes.
A lo que añadió: “cada situación en su propio contexto, ahora la calificación tiene que ser equitativa, se reconocen los logros pero no hubo un cambio verdadero toral, sin embargo, hay que ser ecuánimes en valorar lo que se ha logrado”.
No obstante que será el pueblo tabasqueño el mejor juez, el que va a calificar a la administración saliente, dado que es el que experimenta logros, retrocesos y estancamientos sociales.