Una muestra de la creatividad y el talento tabasqueño puede ser admirada por algunas de las calles de la ciudad de Villahermosa en estos tiempos de contingencia sanitaria por el Coronavirus.
Se trata de un automóvil Volkswagen tipo Sedán, modelo 93, unidad que a pesar de que se descontinuó en el 2003, sigue siendo el auto insignia de la armadora alemana desde su aparición en 1945.
Pero, ¿qué tiene de particular esta unidad, cuando hay decenas de “vochos” que aún circulan por la entidad y por toda la República Mexicana en buen estado?
La razón es que el automóvil está modificado, y toda su carrocería, e incluso algunos de sus accesorios están hechos a base de madera.
La unidad fue diseñada por su propietario, Maquíbar Moscoso McDonell, quien se llevó dos años de trabajo arduo en sus ratos libres.
-“Yo lo hice, y tengo listo un proyecto nuevo, un auto que va forrado en bambú, pero este fue el primero, me llevó dos años y lo finalice apenas el mes de febrero; lo construí sobre la plancha de un Volkswagen 93, le fui metiendo refuerzo de PTR, pero además lleva madera, ángulo, pino, cedro y triplay-“, comenta en entrevista con El Heraldo de Tabasco.
Indicó que aunque se trata de un Vochito, la forma que tiene ahora es la de un Citroén italiano de los años 60: esta unidad, que se considera un clásico, “era un carro normal de lámina de esa década, pero yo tomé ciertos rasgos, lo adapté, atrás lo que parece una llanta de repuesto realmente es un adorno”, comenta mientras muestra orgulloso su creación.
Mencionó que hasta el momento lleva invertido poco más de 100 mil pesos, incluyendo el costo actual de la unidad, la cual pretende llevar a una exhibición el próximo mes en la ciudad de Cancún, Quintana Roo.
-“El carro yo lo compre, tiene una protección contra termitas, contra fuego, tiene un líquido anti flamas, lo que es el barniz de nitrocelulosa es un nogal americano con nitro celulosa, y se le pondrá una segunda mano porque queremos ir a una exhibición a mediados de julio a Cancún, Quintana Roo, se va a exhibir para una propuesta que hay de compra”, expresa.
Moscoso McDonell, quien es conocido como Max, cuyo nombre figura en algunos aspectos del vehículo, indica sin embargo que aún le faltan algunas cosas como la capota que debe quedar en los próximos días, lo que le servirá para protección en caso de lluvias.
“Este carro siempre está bajo techo, sólo salgo en tiempos buenos, aunque ya me ha agarrado la lluvia, una vez me agarró en carretera viviendo de Champotón, Campeche, y de vuelta por Ciudad del Carmen me agarró la lluvia, y tuve que parar una hora en la playa de Ciudad del Carmen para que se secara”-, refiere el propietario, quien trabaja en el área administrativa de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, lo cual no le impide desarrollar esta faceta artesanal en su vida.
En las tardes y en los tiempos libres, sábado, domingo o días de descanso me dedico a hacer artesanía de bambú y madera. Tengo un pequeño tallercito aquí en el Centro de Villahermosa, un zaguán, ahí trabajo y ahí se guarda el carro
A la pregunta de cuánto costaría actualmente la unidad, responde: -“Se le está haciendo un registro en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, han hecho una investigación que concluye que es único en su clase a nivel nacional y tiene una valuación de 160 mil hasta 180 mil pesos”.
Con todos sus papeles en regla, la unidad está a nombre de su propietario, quien asegura que el motor funciona al cien por ciento: -He ido a Champotón, Campeche, a Acayucan Veracruz, sin ningún problema-, menciona.
Indica además que la unidad tiene capacidad para 5 personas, piloto copiloto y 3 pasajeros, aunque ahora por la reducción no se puede andar con tanta gente.
Cabe señalar que el 30 de julio de 2003 se fabricó el último Sedán de Volkswagen de la línea de producción en Puebla, siendo el auto insignia de la armadora alemana desde 1945. En total se fabricaron 21 millones 529 mil 464 “vochos”, de los cuales aún circulan muchos por todo el país, y este, aunque modificado, todavía tiene muchos kilómetros qué recorrer.
