Tras darse a conocer el inicio de la fase dos de propagación del Coronavirus, ha comenzado la proliferación de vendedores de cubrebocas en la ciudad, quienes aprovechan la contingencia sanitaria para ganarse unos pesos.
Muchas personas han visto en esta situación la oportunidad perfecta para sacar ganancias ofertando por las calles este producto, aprovechando que están agotados en las farmacias y la urgente necesidad de la gente de prevenirse.
Se establecen en lugares de concentración masiva de personas como mercados y centros comerciales donde los ponen a la venta con precios de 8 a diez pesos. Aunque hasta ahora se desconoce su procedencia.
Tal es el caso de Abraham Sánchez, quien para poder sortear los efectos de la crisis tanto sanitaria como económica que ha provocado el COVID-19, se ha dedicado a comercializarlos.
“La cosa se está poniendo cada vez más crítica y la gente necesita de los cubrebocas; ya estamos en la fase dos y hay que protegerse”, expuso el vendedor.
En el mismo sentido, señaló que semanas atrás no había tanta demanda del protector, sin embargo desde hace unos días hacia acá se ha disparado hasta en un cien por ciento.
Dijo desconocer sobre la manufactura de los tapabocas, pues sólo les son entregados por el “patrón” para venderlos. “No sé dónde los hacen o de dónde los traen, yo solamente los vendo”, abundó.
Lo cierto es que muchas personas los compran, incluso para que los porten todos los miembros de la familia.