Javier Alejandro es el dueño de la empresa Vitaly, agua purificada. Ubicada en calle Revolución número 906, local no. 7, colonia Guadalupe Borja en Centro, Tabasco. Con 25 años de experiencia como profesionista en química industrial y de su gusto por la química surge la idea de emprender una purificadora de agua con la mejor calidad en su proceso de purificación.
El empresario nos cuenta cuáles han sido los obstáculos para la comercialización de su producto: “La problemática más común es que como trabajo con la red municipal de suministro de agua es decir con agua potable, por la colonia en la que estoy ubicado se queda sin suministro y ese ha sido uno de los puntos mas de los puntos mas críticos”.
Pero este no ha sido el único problema, ya que debido a la pandemia del Covid-19 se han presentado inconvenientes para las empresas locales y agua Vitaly no fue la excepción, el empresario nos comparte su experiencia: “Ha afectado mucho lo que son las ventas, esa es la parte mas crítica y pues al afectarse las ventas, afecta a todos, en el caso de nosotros que rentamos un local, prácticamente nos estaba acabando la renta del local, afortunadamente tuvimos apoyo de parte del propietario, que nos permitió y nos está permitiendo todavía cubrir parcialmente las rentas, pero de alguna manera nos ha afectado y nos sigue afectando porque aún estamos en pandemia”.
Sin embargo, a pesar de las complicaciones, no se rinde y es por eso que nos dice la manera en la que ha mejorado su situación: “Se tuvo que sacrificar personal, reducir los gastos de operación y tratar de ofrecer productos a domicilio con la intención de que si el cliente no puede salir, llevarlo nosotros pero siguiendo todas las medidas de seguridad, contamos con equipo de protección personal, mascarilla, guantes y cuando se va a hacer la entrega se lleva satirizante con la intención de que cuando se reciba el dinero y los garrafones se entreguen sanitizados”.
El dueño de Vitaly nos da un consejo para aquellas personas que deseen empezar a emprender en Tabasco: “En estos momentos las condiciones de mercado no permiten tener una buena planificación de lo que es tener una micro-empresa pero hay que tener mucha resiliencia, muchas ganas de querer salir adelante y si se cae en algún momento el negocio, se debe estar constante, va a llegar el momento en el que si se va a poder tener buenas expectativas y el negocio va a fructificar”.
Javier es un claro ejemplo así como muchos empresarios tabasqueños que no se rinden y siguen sus objetivos para mejorar cada día a pesar de sus adversidades.