Laguna de aguas negras en Atasta

Desde hace un mes, una gigantesca laguna se mantiene en plena avenida ‘Gregorio Méndez Magaña’ a la altura de esta colonia

Raquel May Olán

  · jueves 11 de abril de 2019

Transeúntes arriesgan la vida para esquivar el charco. /Javier Chávez

Desde hace un mes, una gigantesca laguna de aguas negras se mantiene en plena avenida ‘Gregorio Méndez Magaña’ a la altura de la colonia ‘Atasta de Serra’, sin que hasta el momento se tomen cartas en el asunto por parte de las autoridades municipales, así lo denunciaron los vecinos del lugar.

Y es que además del pésimo olor que despiden estas aguas residuales, los transeúntes deben caminar en plena artería vehicular para no mancharse, situación que los pone en un riesgo eminente, pues Méndez es una de las avenidas más transitadas de la capital.

El lente de este medio de comunicación pudo captar el momento en que varios peatones se bajan a la calle para atravesar el tramo, en tanto, muchas veces deben hacerlo de manera apresurada ante el sonar de los claxon que los conductores presionan cuando prácticamente tienen que frenar para no arrollarlos.

“Tiene como un mes que esta esa fuga de aguas negras ahí, esta lamoso, esta peligroso e insalubre, yo paso con mi niña todos los días por aquí pero ahora nos tenemos que bajar a la carretera, no se puede así”, indicó la señora Patricia Rosas Pérez, residente del lugar.

El desperfecto está a escasos metros de la iglesia de Atasta de Serra, que actualmente está en edificación, situación que se agudiza con el flujo de personal a cargo de la obra que muchas veces transporta material de construcción.

“Luego aquí veo pasar a los pobres muchachos de la obra que cargan cemento, block, o varillas, lo que sea, pero tienen que andar saltando para no caerse o llenarse los zapatos de aguas apestosas”, aseveró.

Ante ello, vecinos del lugar aprovecharon la presencia de este medio de comunicación para pedir a las autoridades municipales que acudan a reparar la fuga, que está creando condiciones de insalubridad, pues aunque se bajen a las calles para atravesar el tramo, muchas veces son los carros quienes terminan salpicando a los caminantes.