El Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López indicó que actualmente hay dos sacerdotes internados, otros cinco en recuperación y uno fallecido por COVID-19.
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En el mismo orden, el jerarca católico dijo que se practicó la prueba de coronavirus y por suerte esta resultó negativa. “Sí me la hicieron, nadie está exento de poder contagiarse”, abundó.
Sobre la violencia intrafamiliar que se ha venido dando durante la pandemia en los hogares, en mujeres y niños, opinó en que la catequesis, las misas a través de las distintas plataformas, ayudan a vivir como Dios quiere.
“Dejar el abuso, hacer el bien, que el hogar sea un lugar donde esté la presencia del Señor y que poco a poco se vaya superando la violencia en las casas, que esta difícil situación nos ayude a valorar a las familias y respetar a la gente que conviven con nosotros”, expuso.
Cuestionado sobre si Tabasco debería regresar al confinamiento, refirió que las estrategias para poder detener el virus están en manos de las autoridades quienes sabrán de qué manera y a nosotros nos queda obedecer.
Por lo que exhortó a la población a ser responsables y a seguir implementando las medidas de sana distancia, uso de cubrebocas y el lavado constante de manos, para evitar la propagación de la enfermedad.