En diferentes puntos de Villahermosa se pueden ver socavones, pese a que llevan tiempo, unos más que otros, el ayuntamiento de Centro hace oídos sordos a los reportes ciudadanos que advierten son un peligro para transeúntes y conductores.
Sobre la calle Anacleto Canabal, casi esquina Quintín Arauz, permanece desde hace más de un año un socavón dónde los propios vecinos han colocado palos y otros objetos como medida de precaución.
Otro de grandes dimensiones tuvo lugar en la avenida periférico Carlos Pellicer, frente al teatro Esperanza Iris, que a pesar de haber sido "reparado" con grava en cualquier momento puede volver a formarse.
La calle Colón en la colonia Tamulté de las Barrancas es también testigo de un hundimiento que lleva más de un año y no hay para cuando sea reparado.
El más reciente se formó la madrugada del martes, en Paseo Usumacinta esquina con Anacleto Canabal en la colonia Primero de Mayo.
Sin embargo, hasta el momento ninguna autoridad se ha dignado colocar un señalamiento para advertir del peligro a los automovilistas.
Pese a que Usumacinta es una de las avenidas más transitadas de la capital tabasqueña, por lo que en cualquier momento podría registrarse un lamentable accidente.
También hay uno desde hace meses en la colonia Sabina, en la calle Urbano Castellano, donde además, las aguas negras mantienen inundada la zona.
La realidad es que casi ninguna colonia, fraccionamiento o ranchería se salva de baches, hoyancos o hundimientos, por ejemplo en la petrolera, hace tiempo que los vecinos han denunciado diversas fallas en el drenaje, lo que a la larga provoca que se deslave el pavimento y finalmente se hunda.
