/ jueves 26 de septiembre de 2024

"FGE hizo un cochinero con mi caso de violación"

Con estas palabras, Camila denuncia presuntas irregularidades en los procedimientos de su caso; señala discriminación por ser ciudadana peruana, revictimización por parte de la FGE y una liberación "absolutamente injusta" para su victimario

TERCERA Y ÚLTIMA PARTE

Camila parece simplemente una chica que vuelve de la escuela. Pero no, su última parada, después de las clases en la UJAT, fue en la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGE). Aún lleva el outfit clásico de los estudiantes de medicina: playera blanca, pantalón blanco, calzado blanco. Su padre, don Óscar, la acompaña una vez más. Mejor dicho: no la deja sola para ir y venir de cualquier parte, porque tienen miedo de que su denuncia (hecha, primero, ante las autoridades, quienes le recomendaron callar todo lo referente a su caso) y segundo, ante este medio, redunde en una represalia por parte del demandado, Adolfo "N". Su tío paterno, bogante empresario del ramo inmobiliario, quien además vende insumos médicos mediante jugosos contratos con el gobierno del estado, del que es proveedor, y con la máxima casa de estudios de los tabasqueños.

Lee más: Caso Camila: Historia de una violación impune en Tabasco

Originaria de Perú, Camila "N" comenzó a estudiar la carrera de medicina en Tabasco, por ser "más barato estudiar aquí" que en su natal Lima. Su tío, Adolfo le ofreció un hogar pagarle sus estudios, pero al poco tiempo de vivir con él, comenzó a violarla, de acuerdo con el testimonio de la joven, asentado en las más de doscientas fojas de la carpeta de investigación que finalmente, incluso con pruebas como fotografías y videos explícitos de los episodios de violencia, la FGE desechó, liberando al violador.

Camila en entrevista para El Heraldo de Tabasco Foto: Carmen Ravelo / El Heraldo de Tabasco

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Cuál es el estatus de su caso, ante la Fiscalía General del Estado de Tabasco? ¿Qué repercuciones ha tenido el haber hecho pública su denuncia?

CAMILA: Cuando yo interpuse mi denuncia pregunté ¿será que puedo hablar con los medios? ¿Podemos hablar con Derechos Humanos? ¿Qué hacemos? Y nos dijeron: "No, te recomendamos que no hagas nada porque si tú lo haces puedes alertar a que este hombre se vaya a la fuga".

Cuando eres extranjero y no sabes muy bien de la ley aquí, dices, "bueno, yo voy a hacer las cosas como deben de ser, como me lo dice la ley mexicana", y para mí la ley mexicana es la Fiscalía. Entonces yo me apegué a lo que ellos dijeron; yo nunca denuncié a Derechos Humanos, nunca hablé, nunca hice nada de lo que ellos me dijeron que iba a perjudicar mi caso. Hasta ahorita que resulta que tuvieron ellos esta última audiencia el día miércoles 18 y el imputado, mi tío, a quien yo acuso de violarme, queda libre y deciden no vincularlo al proceso.

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Por qué decidió la FGE liberar a tu presunto victimario? ¿cuál fue el argumento?

CAMILA: A mí el día miércoles no se me notifica, a pesar de que la licenciada tiene mi número no me dice nada hasta el día viernes que a mí me notifican la resolución, que me llega la resolución, donde a pesar de todas las cosas, me dicen formalmente que deciden no vincularlo a proceso por este delito. Cuando me llega la notificación por Whatsapp, le digo: "si quieren me salgo de mis clases y me voy ahorita"; me dicen no, es que ahorita estoy en audiencia, ven en la tarde.

Pasó este tema, ya no se hizo nada, y yo voy otra vez el día sábado, pregunto por ella y me atiende en su lugar otra, no tengo conocimiento si es fiscal o asistente, y le digo: "por favor, ¿qué está pasando? ¿por qué lo han dejado libre?". Le digo: "Imagínense si a su hija de usted le dejan libre a su violador, así de frustrada me siento yo". Y ya sollozando con los ojos llorosos, le decía "¿por qué lo dejaron libre? Si ustedes tienen todas las pruebas, ¿por qué hicieron eso?".

Y me dijeron: "No, al final eso lo decide la jueza, nosotros no decidimos nada", y yo le digo, pero ustedes se supone que como mi defensa debieron haber actuado; se actuó como se pudo, me dice, yo no estuve en ese día de la audiencia. Yo no tengo quejas del día viernes que fue la primera audiencia, sino tengo quejas de la audiencia donde lo dejaron libre. Y de mi frustración, de mi enojo, yo le digo: "¿puedo publicar esto?". Y ella me dice: "Pues ya está tu criterio". Después de haberme dicho que no, me dijo, pues ya está a tu criterio...

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Cuál era la razón o el pretexto para que no hicieras público tu caso ante los medios o en las redes sociales?

CAMILA: Realmente no había uno en específico, me dijeron, nada más; "no podemos decirte que no (lo hagas), pero ten en cuenta que a lo mejor te puede perjudicar". No me dieron un argumento válido. Y le contesto, "bueno, entonces ¿por qué me dijeron todo este tiempo que no podía hacerlo?" Y ya no me supo contestar. Y le digo: "Yo voy a encargarme de publicar esto". Y que sepa de que yo me voy a dirigir a Derechos Humanos a hacer mi denuncia porque no se está haciendo bien mi caso. Y le digo: "Por favor, le imploro unas garantías de vida".

Y me responden: "No, es que las medidas cautelares desaparecieron cuando deciden no vincularlo al caso". Y yo le digo "¿cómo me va a decir eso? Si ya tenemos pruebas de que si es una persona peligrosa y que me puede hacer daño, ¿por qué no me pueden tan siquiera tener una garantía?". "No, no podemos hacer nada".

Le reviro: ¿Tienen la copia del expediente? que yo les pedí hace dos semanas. "No estoy enterada de eso", me dice, "pero ahorita la voy a checar".

Me entregó una parte del expediente y me dijo: "No te puedo dar todo el expediente porque no lo tengo". Y fíjese, ya había pasado varios días desde la audiencia. Me agendan el día lunes para venir a ver mi copia entera, pero lo que pasa es que ese para la fiscal era su último día de apelación.

Ese mismo sábado le digo a mi papá: "Papá no se puede hacer nada, no me quieren dar las garantías de vida; ya me dijeron que puedo hacer lo que quiera con la publicación, pero eso no me garantiza a mí que no me va a pasar nada. No está la fiscal, dicen que se tomó el día porque como fue un juicio muy largo, pues se iban a tomar el día, ¿qué hago?"

Mi papá me dice: "pues no, vamos a hablar con la directora de la Fiscalía de Género". Pero me dicen que está ocupada, que no me podía atender. En su lugar viene un oficial, un fiscal, un tal Florentino López Vázquez. Se supone que este señor me lo ponen en el nombre de la fiscalía. Lo primero que me dice: "¿Qué pasa hija, qué quieres?", y me levanta las manos y se pone así en un tono muy arrogante y yo le digo: "Señor, no se ha hecho bien mi caso, no sé qué le ha pasado, pero yo con todas las pruebas que tengo, él no debió haber quedado libre".

Me dice: "Primero, lo primero; tú no has presentado los indicios suficientes para que ese delito se lo vincularan a él, es por eso que no lo vinculan al proceso".

Y yo le digo: "¿Cómo me va a decir que no tengo los indicios suficientes? ¿No ha visto mi carpeta?".

"Sí, todos trabajamos juntos aquí, somos una fiscalía unida, que trabajamos bien y todos cooperamos entre nosotros para que todos los casos salgan adelante". Y le digo, pero no me responde: "¿Ha visto mi carpeta para que usted me diga que no he dado los indicios suficientes?".

Antes me había dicho cosas como que "no puedes pedir garantías de vida porque tú no estás en peligro, porque a él no lo han vinculado al proceso". Y yo le digo: "¿cómo me va a decir que no estoy en peligro si él es mi violador?".

Voy con la carpeta y le comienzo a mostrar las fotos y le digo: "¿usted cree que esto no es prueba suficiente?", y le comienzo a dar el dictamen psicológico, el dictamen médico y todo eso. "¿Usted me está diciendo que no hay pruebas suficientes para no vincularse en el proceso?". Le digo, ok, si eso decidió la jueza está bien, pero denme las garantías de vida.

Me advierte: "para empezar, tú eres peruana, eres extranjera, no eres mexicana, nosotros tenemos un montón de trabajo en los casos de mexicanos, e imagínate tú que eres peruana...

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Sientes que hubo discriminación?

CAMILA: Por supuesto, mencionó mi nacionalidad, o sea, ¿qué tiene que ver?

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Consideras que hay una protección flagrante de la Fiscalía hacia tu violador?

CAMILA: Sí, y hay pruebas. Está la audiencia, en donde en todo momento, quienes se supone que me defienden no dicen una palabra. Los testigos de la defensa comenzaron a decir que yo tenía tríos con mis amigos, tenía intercambios de pareja. Ellos han admitido que supuestamente sí hubieron relaciones sexuales, pero consensuadas. Ellos decían que había un poliamor entre mi tío, su novia y yo.

Y mi fiscal sólo pregunta cosas irrelevantes, y teniendo cómo refutar, teniendo como preguntarle a los testigos cosas para que se contradigan, no se le dijo absolutamente nada. Pero eso sí, los testigos tuvieron dos horas y media para culparme a mí, pues como yo les repito, no estaba en la audiencia, nadie dijo nada en mi defensa. Mi defensa, si la ve usted, es nula por completo.

Dijeron muchas asquerosidades, incluso que mi papá abusaba de mí y que a mí me gusta mantener relaciones sexuales con mi papá. Hasta ese punto. Presentaron un pantallazo que, felizmente, no fue admitido por el juzgado. Un supuesto pantallazo en el que según yo digo: "me gusta que me chupen el clí..., mi papá me abre las piernas, a mí me gusta tener relaciones con él, mi mamá es una estúpida por no darse cuenta".

Esa captura de pantalla que Policía Cibernética ni se las aceptó, igual la verbalizaron y yo cuando me enteré que existía esa supuesta captura de pantalla, me fui a Fiscalía y le dije, ¿cómo van a decir esto? Y lo denuncié y lo puse en una delegación. O sea, mi fiscal tenía todo, hasta tenía de conocimiento esta conversación como para poder refutarla.

La jueza se toma el valor de decir, la víctima se enamoró de su tío, como si ella fuese psicóloga. Incluso ellos presentan un perito que supuestamente me vio a mí, que había estado cuando me hicieron la evaluación psicológica, y había dicho que ninguna prueba psicológica de fiscalía tiene validez, porque fiscalía omitió, bueno él dice que fiscalía omitió que en la prueba de dibujos yo no hice una historia y por eso ese dibujo no vale. Que en las escalas, que si uno quiere verse como triste va a marcar todos los incisos como triste, entonces va a estar triste. Entonces ese reporte psicológico que era lo más importante para mí, porque el reporte psicológico y el médico son los más importantes, me lo echaron para abajo, lo hicieron trizas; y el perito no tiene cédula, dijo que le estaba tramitando.

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Consideras que hubo corrupción por parte de tu agresor para comprar de alguna manera a la fiscalía, para favorecerlo a él y desestimar todos los testimonios que presentabas?

CAMILA: Honestamente yo creo que sí y le voy a decir por qué. el día que nosotros nos presentamos a juzgados, viene mi asesora jurídica, que es la que da esto, porque ya sabe que yo no tengo los recursos para pagar uno, y lo primero que hace es decir cuánto dinero tiene.

ÓSCAR (Papá de Camila): Literalmente yo estaba sentado solo, y se pone de mi lado, y comete el error de decirle a mí "Ay, usted que no la ha cuidado", a lo que yo reacciono muy mal, "¿cómo me puede usted decir que yo no le he cuidado a mi hija?, ¿cómo me puede decir de esa manera cómo me lo está diciendo?. No te puedo aceptar eso".

CAMILA: Acto seguido, nos empieza a decir: "¿Y cuánto van a pedir, qué necesitan. ¿En qué trabaja él? ¿Tiene dinero? ¿Qué carros tiene?" Así nos pregunta, y de tontos respondimos: "sí tiene dinero. No pedimos nada económico, lo único que queremos es cárcel".

Que lo único que quería era recuperar mi laptop para estudiar, mi bata, y había un pago de mi colegiatura que estaba dentro de mi cartera, y el FAI; y le digo: "Lo más importante es el documento de mi denuncia". Porque ahí tengo todo, y también tengo la denuncia de la Ley Olimpia que le pongo a la novia. Yo en esa audiencia le dije a su señoría 2tengo una denuncia por robo por el imputado, ¿será que le puede decir que me devuelva mis cosas?". Y me dice: "Es que esto no es una audiencia de eso".

Sin embargo, en la audiencia del día miércoles, comienza a hablar la testigo de una denuncia que le ha puesto a mi papá. O sea, se ponen a hablar 50 minutos de algo que no es de mi caso, algo que no tiene que ver conmigo y del proceso de violación, pintando que mi papá era el malo. Se dedicaron a criminalizar a las víctimas. Todos parece que se coluden diciendo que yo era una promiscua y tonta, y mi papá era el que se aprovechaba de mí. Es increíble, un cochinero. La primera audiencia fue muy buena, muy a favor mío porque la fiscal puso bien las pruebas y todo eso.

Camila denuncia abuso por parte de su propio tío Fotos: Javier Chávez El Heraldo de Tabasco

ÓSCAR: Y después cambiaron las cosas La segunda audiencia nada favorable a favor de la causa de Camila. Y se abrieron temas que no son ni relevantes y preguntas que no tenían sentido.

CAMILA: Cuando yo tuve acceso a esta audiencia, la empecé a ver a las 10 de la noche, y yo escuchaba los testimonios y yo lloraba, incluso me reía porque decía, cómo van a decir esa tontería, pero yo lloraba, y le decía a Dios, ¿por qué me pones esto? Y más me enojaba que habían pruebas o cosas que decían los testigos, que mi fiscal tenía prueba de que era mentira, y no lo refutaba.

Las preguntas fueron muy… o sea, no tenían sentido. Mencionaban de que tenía varias novios y no sé cuánto, pero lo único que le preguntó a la fiscal era: "¿Y en qué horario estudias?". ¿Qué tiene que ver el horario en el que estudie mi prima? La novia dice de que yo mantenía relaciones sexuales con ella y que me desnudaba y que teníamos sexo anal, vaginal y oral. Pero en una parte de unas supuestas conversaciones muestran que yo digo "no sé lo que es ver senos de mujeres porque eso nunca he visto".

Lo que dijo la fiscal fue: "bueno, si Tatiana no ha mantenido relaciones, si ha mantenido relaciones contigo desde enero, ¿por qué ella dice de que nunca ha visto unos senos de mujer?" Y lo que dice la testigo es: "no, es que yo nunca dije que me quitara el brasier, o que entre nosotras nos chupáramos las tetas. Además teníamos sexo anal, vaginal y oral, con dilos" y no sé cuánto. Y ahora que yo lo pienso, a lo mejor se hizo esa pregunta justo para que después, cuando se apele, yo no pudiera usar eso a mi favor, o sea, que ella ya haya, entre comillas, aclarado ese error que dijo y pues salga impune.

Ahorita que ya me pongo a pensar y digo todo eso, realmente mi defensa si es que dijeron algo, se basaron en que los que decían sus testimonios, sin que se dieran cuenta que se estaban equivocando en algunas cosas o contradiciendo. Y que supuestamente yo le pedía permiso a la novia para poder meterme con mi tío. Lo dicen en la audiencia. "Ella tenía que pedirme a mí permiso para poder estar con él".

El día de hoy fui a Fiscalía. Se supone que yo tenía una cita con la fiscal a la una de la tarde, tanto para que me preguntara sobre los hechos como para que me dé una siguiente copia de otros hechos. Pero no estaba. Convenientemente a otra vez no estaba. Es la tercera vez que la busco y no está.

En la Fiscalía General del Estado comienzo a hablar con la directora de género Giovanna, le comenté mis inconformidades. Le dije: ¿Cómo me va a decir el señor Florentino que por ser peruana en mi caso no se le va a prestar el mismo valor? O bueno, va a dar a entender que por ser peruana en mi caso no se le va a dar el mismo valor que un mexicano".

Y me dice que sí, que eso no es posible. Yo le digo ¿Y cómo la fiscal a la que yo confié toda mi vida y tantas cosas pueden ser buenas o malas para mi caso pero le conté la verdad a ella? ¿Cómo puede ser que ella no haya dicho absolutamente nada a mi favor?

¿Usted me ha visto hace tres meses con la cabeza abajo? ¿Me ha visto hacerle caso? Yo no he ido a Derechos Humanos. Yo no he ido a la prensa. Yo no he hecho nada. Porque ustedes me lo recomendaban. Yo he estado con la cabeza abajo pensando en que la justicia iba a ser lo suficiente para que mi violador se quede en la cárcel.

Y ahora tengo el valor de mirarla a los ojos todo el momento, y decirle argumento por argumento cómo es que yo creo que la fiscal no ha hecho bien su trabajo, que hay algo más. Que no sé si a lo mejor estaba cansada o quién sabe ¿no? A lo mejor sí estaba agotada ¿Quién sabe? ¿Qué le habrá pasado? ¿Qué se le habrá dicho? Realmente, pero yo creo que es una total negligencia a mi caso.

No está bien hecho. Le digo, es una cochinada de caso y ojalá pues le digo, ahora tengo que hacer una apelación porque no se hizo bien el trabajo y esta apelación va a tardar tres o seis meses. Si es que me la aceptan. Y ahora hay cambio de gobierno. Entonces le digo ¿Qué me espera? ¿Qué me espera?

EL HERALDO DE TABASCO: Entonces, el tema está, por el momento, empatanado. No hay una salida legal visible. ¿Tu victimario ha buscado tener contacto contigo?

CAMILA: No, por el momento no.

EL HERALDO DE TABASCO: Tú, obviamente, ya no vives en su casa

CAMILA: No.

EL HERALDO DE TABASCO: Cómo afectó esto tu vida? Yo entiendo que debe ser catastrófico, pero ¿Cuáles son las implicaciones al momento que tú puedes sentir a raíz de todo esto?

CAMILA: Fíjese que cuando a él lo atraparon y no lo dejaron libre, ese día se lo juro, sentí un sueño enorme. Dije, todos estos días, todos estos meses yo no he podido dormir bien, si no es con medicamento. Pero cuando él estuvo tan siquiera los seis días dentro y sentí que la fiscalía me apoyaba dormí como una bebé. Comencé a reír con mis amigos, comencé a estudiar, a prestarle otra vez atención a los temas, a enfocarme, ya no veía nada igual. Dije, ya está preso, ya me quité un peso de encima, ya va a sentir lo que yo sentí. El día que yo me entero que lo liberan, todo se me viene abajo, definitivamente.

Otra vez la crisis. No duermo. O sea, si antes la medicación, a mí me recomendaron un cuarto de quiatipina, que es un antipsicótico que tiene el efecto de hacer somnolencia. Mientras pasaba el proceso, llegué a tomar una pastilla para dormir un lapso de solamente seis horas. Y si yo quería dormir más, tenía que aumentar esa dosis a dos pastillas. Para poder dormir de 12 a 14. Actualmente, estoy durmiendo con una pastilla y media y me despierto en las madrugadas, como no tiene idea, soñando con esta persona. Me despierto sudando, triste.

Tengo mensajes donde le digo a mi mamá y la llamo a las 2, 3 de la mañana y le digo, mamá, no puedo, le digo no, no me siento bien, le digo, mis amigos están apoyándome en todo lo que pueda, me ven que a veces me dan ataques, me pongo a pensar y digo, ¿y si este hombre viene?, ya me mandó a seguir una vez con mi primo. ¿Qué le hace pensar que él no me va a mandar a seguir ahora con un sicario? Ahora que está libre y que le he dañado su imagen, ¿qué es lo que a mí me protege? La fiscalía no me protege. La policía no me protege.

Me dieron el botón de pánico. Nadie contesta. En la universidad por todo esto estoy faltando, tendré dos semanas de haber faltado. Los profesores me ven que durante la clase mi mente está pensando en los miles de escenarios en los que me puede hacer daño. Miedo de regresar a mi casa y ver que se murió mi perrito porque lo mataron. O miedo a mí misma. Me ven muchas veces a mi salida de clase porque me da muchísima tristeza. Y me salgo y me dicen, ¿qué te pasa? No permitas que esta situación te quita la sonrisa que tenías antes. Y se me hace muy feo para mí decirle a los profesores y a mis mismos doctores decirles "no puedo más". Nadie me ayuda. Nadie me dice nada.

Estas son mis semanas de tormento. Y lo peor es que sé que va a seguir así tres a seis meses porque el fiscal ya no hizo bien su trabajo. Ahorita nada más no queda esperar a ver qué dicen. Si es que dicen algo a favor o si es que dicen algo en contra. Está muy feo. Emocionalmente que no puedo estar con otro hombre que no sea mi papá. Estoy con mis dos amigos y hasta de ellos mismos he desconfiado. Les he dicho, se están vendiendo a mi tío. Me dejaron de hablar una semana porque me dijeron, ¿cómo vas a llegar a pensar eso? Nosotros que te hemos apoyado. Y les digo, lo siento.

Estoy viviendo una pesadilla y desconfío hasta de mi sombra, se lo juro. Pero para todo tengo precaución. Estoy en la calle, estoy mirando si veo un carro. Estoy mirando si veo algo raro porque yo sé que algo malo me puede pasar y sé que el único responsable va a ser ese hombre... En este punto, Camila vuelve a inquietarse. Su ansiedad se hace patente, los ojos se le arrasan, se estruja las manos, se tensa.

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Consideras que estás en peligro a causa de él?

CAMILA: Sí, públicamente lo culpo a él. Culpo a la novia, con la cual también tengo una denuncia; los culpo de todo lo que me pueda ocurrir. Si yo le llego a faltar en la mesa a mi mamá algún día, si a mí mi hermana ya no me vuelve a ver, la única culpa va a ser de ese hombre.

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EL HERALDO DE TABASCO: ¿Cómo se llama la novia de tu tío?

CAMILA: Irma "N". Ella es tabasqueña...

TERCERA Y ÚLTIMA PARTE

Camila parece simplemente una chica que vuelve de la escuela. Pero no, su última parada, después de las clases en la UJAT, fue en la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGE). Aún lleva el outfit clásico de los estudiantes de medicina: playera blanca, pantalón blanco, calzado blanco. Su padre, don Óscar, la acompaña una vez más. Mejor dicho: no la deja sola para ir y venir de cualquier parte, porque tienen miedo de que su denuncia (hecha, primero, ante las autoridades, quienes le recomendaron callar todo lo referente a su caso) y segundo, ante este medio, redunde en una represalia por parte del demandado, Adolfo "N". Su tío paterno, bogante empresario del ramo inmobiliario, quien además vende insumos médicos mediante jugosos contratos con el gobierno del estado, del que es proveedor, y con la máxima casa de estudios de los tabasqueños.

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Originaria de Perú, Camila "N" comenzó a estudiar la carrera de medicina en Tabasco, por ser "más barato estudiar aquí" que en su natal Lima. Su tío, Adolfo le ofreció un hogar pagarle sus estudios, pero al poco tiempo de vivir con él, comenzó a violarla, de acuerdo con el testimonio de la joven, asentado en las más de doscientas fojas de la carpeta de investigación que finalmente, incluso con pruebas como fotografías y videos explícitos de los episodios de violencia, la FGE desechó, liberando al violador.

Camila en entrevista para El Heraldo de Tabasco Foto: Carmen Ravelo / El Heraldo de Tabasco

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Cuál es el estatus de su caso, ante la Fiscalía General del Estado de Tabasco? ¿Qué repercuciones ha tenido el haber hecho pública su denuncia?

CAMILA: Cuando yo interpuse mi denuncia pregunté ¿será que puedo hablar con los medios? ¿Podemos hablar con Derechos Humanos? ¿Qué hacemos? Y nos dijeron: "No, te recomendamos que no hagas nada porque si tú lo haces puedes alertar a que este hombre se vaya a la fuga".

Cuando eres extranjero y no sabes muy bien de la ley aquí, dices, "bueno, yo voy a hacer las cosas como deben de ser, como me lo dice la ley mexicana", y para mí la ley mexicana es la Fiscalía. Entonces yo me apegué a lo que ellos dijeron; yo nunca denuncié a Derechos Humanos, nunca hablé, nunca hice nada de lo que ellos me dijeron que iba a perjudicar mi caso. Hasta ahorita que resulta que tuvieron ellos esta última audiencia el día miércoles 18 y el imputado, mi tío, a quien yo acuso de violarme, queda libre y deciden no vincularlo al proceso.

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Por qué decidió la FGE liberar a tu presunto victimario? ¿cuál fue el argumento?

CAMILA: A mí el día miércoles no se me notifica, a pesar de que la licenciada tiene mi número no me dice nada hasta el día viernes que a mí me notifican la resolución, que me llega la resolución, donde a pesar de todas las cosas, me dicen formalmente que deciden no vincularlo a proceso por este delito. Cuando me llega la notificación por Whatsapp, le digo: "si quieren me salgo de mis clases y me voy ahorita"; me dicen no, es que ahorita estoy en audiencia, ven en la tarde.

Pasó este tema, ya no se hizo nada, y yo voy otra vez el día sábado, pregunto por ella y me atiende en su lugar otra, no tengo conocimiento si es fiscal o asistente, y le digo: "por favor, ¿qué está pasando? ¿por qué lo han dejado libre?". Le digo: "Imagínense si a su hija de usted le dejan libre a su violador, así de frustrada me siento yo". Y ya sollozando con los ojos llorosos, le decía "¿por qué lo dejaron libre? Si ustedes tienen todas las pruebas, ¿por qué hicieron eso?".

Y me dijeron: "No, al final eso lo decide la jueza, nosotros no decidimos nada", y yo le digo, pero ustedes se supone que como mi defensa debieron haber actuado; se actuó como se pudo, me dice, yo no estuve en ese día de la audiencia. Yo no tengo quejas del día viernes que fue la primera audiencia, sino tengo quejas de la audiencia donde lo dejaron libre. Y de mi frustración, de mi enojo, yo le digo: "¿puedo publicar esto?". Y ella me dice: "Pues ya está tu criterio". Después de haberme dicho que no, me dijo, pues ya está a tu criterio...

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Cuál era la razón o el pretexto para que no hicieras público tu caso ante los medios o en las redes sociales?

CAMILA: Realmente no había uno en específico, me dijeron, nada más; "no podemos decirte que no (lo hagas), pero ten en cuenta que a lo mejor te puede perjudicar". No me dieron un argumento válido. Y le contesto, "bueno, entonces ¿por qué me dijeron todo este tiempo que no podía hacerlo?" Y ya no me supo contestar. Y le digo: "Yo voy a encargarme de publicar esto". Y que sepa de que yo me voy a dirigir a Derechos Humanos a hacer mi denuncia porque no se está haciendo bien mi caso. Y le digo: "Por favor, le imploro unas garantías de vida".

Y me responden: "No, es que las medidas cautelares desaparecieron cuando deciden no vincularlo al caso". Y yo le digo "¿cómo me va a decir eso? Si ya tenemos pruebas de que si es una persona peligrosa y que me puede hacer daño, ¿por qué no me pueden tan siquiera tener una garantía?". "No, no podemos hacer nada".

Le reviro: ¿Tienen la copia del expediente? que yo les pedí hace dos semanas. "No estoy enterada de eso", me dice, "pero ahorita la voy a checar".

Me entregó una parte del expediente y me dijo: "No te puedo dar todo el expediente porque no lo tengo". Y fíjese, ya había pasado varios días desde la audiencia. Me agendan el día lunes para venir a ver mi copia entera, pero lo que pasa es que ese para la fiscal era su último día de apelación.

Ese mismo sábado le digo a mi papá: "Papá no se puede hacer nada, no me quieren dar las garantías de vida; ya me dijeron que puedo hacer lo que quiera con la publicación, pero eso no me garantiza a mí que no me va a pasar nada. No está la fiscal, dicen que se tomó el día porque como fue un juicio muy largo, pues se iban a tomar el día, ¿qué hago?"

Mi papá me dice: "pues no, vamos a hablar con la directora de la Fiscalía de Género". Pero me dicen que está ocupada, que no me podía atender. En su lugar viene un oficial, un fiscal, un tal Florentino López Vázquez. Se supone que este señor me lo ponen en el nombre de la fiscalía. Lo primero que me dice: "¿Qué pasa hija, qué quieres?", y me levanta las manos y se pone así en un tono muy arrogante y yo le digo: "Señor, no se ha hecho bien mi caso, no sé qué le ha pasado, pero yo con todas las pruebas que tengo, él no debió haber quedado libre".

Me dice: "Primero, lo primero; tú no has presentado los indicios suficientes para que ese delito se lo vincularan a él, es por eso que no lo vinculan al proceso".

Y yo le digo: "¿Cómo me va a decir que no tengo los indicios suficientes? ¿No ha visto mi carpeta?".

"Sí, todos trabajamos juntos aquí, somos una fiscalía unida, que trabajamos bien y todos cooperamos entre nosotros para que todos los casos salgan adelante". Y le digo, pero no me responde: "¿Ha visto mi carpeta para que usted me diga que no he dado los indicios suficientes?".

Antes me había dicho cosas como que "no puedes pedir garantías de vida porque tú no estás en peligro, porque a él no lo han vinculado al proceso". Y yo le digo: "¿cómo me va a decir que no estoy en peligro si él es mi violador?".

Voy con la carpeta y le comienzo a mostrar las fotos y le digo: "¿usted cree que esto no es prueba suficiente?", y le comienzo a dar el dictamen psicológico, el dictamen médico y todo eso. "¿Usted me está diciendo que no hay pruebas suficientes para no vincularse en el proceso?". Le digo, ok, si eso decidió la jueza está bien, pero denme las garantías de vida.

Me advierte: "para empezar, tú eres peruana, eres extranjera, no eres mexicana, nosotros tenemos un montón de trabajo en los casos de mexicanos, e imagínate tú que eres peruana...

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Sientes que hubo discriminación?

CAMILA: Por supuesto, mencionó mi nacionalidad, o sea, ¿qué tiene que ver?

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Consideras que hay una protección flagrante de la Fiscalía hacia tu violador?

CAMILA: Sí, y hay pruebas. Está la audiencia, en donde en todo momento, quienes se supone que me defienden no dicen una palabra. Los testigos de la defensa comenzaron a decir que yo tenía tríos con mis amigos, tenía intercambios de pareja. Ellos han admitido que supuestamente sí hubieron relaciones sexuales, pero consensuadas. Ellos decían que había un poliamor entre mi tío, su novia y yo.

Y mi fiscal sólo pregunta cosas irrelevantes, y teniendo cómo refutar, teniendo como preguntarle a los testigos cosas para que se contradigan, no se le dijo absolutamente nada. Pero eso sí, los testigos tuvieron dos horas y media para culparme a mí, pues como yo les repito, no estaba en la audiencia, nadie dijo nada en mi defensa. Mi defensa, si la ve usted, es nula por completo.

Dijeron muchas asquerosidades, incluso que mi papá abusaba de mí y que a mí me gusta mantener relaciones sexuales con mi papá. Hasta ese punto. Presentaron un pantallazo que, felizmente, no fue admitido por el juzgado. Un supuesto pantallazo en el que según yo digo: "me gusta que me chupen el clí..., mi papá me abre las piernas, a mí me gusta tener relaciones con él, mi mamá es una estúpida por no darse cuenta".

Esa captura de pantalla que Policía Cibernética ni se las aceptó, igual la verbalizaron y yo cuando me enteré que existía esa supuesta captura de pantalla, me fui a Fiscalía y le dije, ¿cómo van a decir esto? Y lo denuncié y lo puse en una delegación. O sea, mi fiscal tenía todo, hasta tenía de conocimiento esta conversación como para poder refutarla.

La jueza se toma el valor de decir, la víctima se enamoró de su tío, como si ella fuese psicóloga. Incluso ellos presentan un perito que supuestamente me vio a mí, que había estado cuando me hicieron la evaluación psicológica, y había dicho que ninguna prueba psicológica de fiscalía tiene validez, porque fiscalía omitió, bueno él dice que fiscalía omitió que en la prueba de dibujos yo no hice una historia y por eso ese dibujo no vale. Que en las escalas, que si uno quiere verse como triste va a marcar todos los incisos como triste, entonces va a estar triste. Entonces ese reporte psicológico que era lo más importante para mí, porque el reporte psicológico y el médico son los más importantes, me lo echaron para abajo, lo hicieron trizas; y el perito no tiene cédula, dijo que le estaba tramitando.

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Consideras que hubo corrupción por parte de tu agresor para comprar de alguna manera a la fiscalía, para favorecerlo a él y desestimar todos los testimonios que presentabas?

CAMILA: Honestamente yo creo que sí y le voy a decir por qué. el día que nosotros nos presentamos a juzgados, viene mi asesora jurídica, que es la que da esto, porque ya sabe que yo no tengo los recursos para pagar uno, y lo primero que hace es decir cuánto dinero tiene.

ÓSCAR (Papá de Camila): Literalmente yo estaba sentado solo, y se pone de mi lado, y comete el error de decirle a mí "Ay, usted que no la ha cuidado", a lo que yo reacciono muy mal, "¿cómo me puede usted decir que yo no le he cuidado a mi hija?, ¿cómo me puede decir de esa manera cómo me lo está diciendo?. No te puedo aceptar eso".

CAMILA: Acto seguido, nos empieza a decir: "¿Y cuánto van a pedir, qué necesitan. ¿En qué trabaja él? ¿Tiene dinero? ¿Qué carros tiene?" Así nos pregunta, y de tontos respondimos: "sí tiene dinero. No pedimos nada económico, lo único que queremos es cárcel".

Que lo único que quería era recuperar mi laptop para estudiar, mi bata, y había un pago de mi colegiatura que estaba dentro de mi cartera, y el FAI; y le digo: "Lo más importante es el documento de mi denuncia". Porque ahí tengo todo, y también tengo la denuncia de la Ley Olimpia que le pongo a la novia. Yo en esa audiencia le dije a su señoría 2tengo una denuncia por robo por el imputado, ¿será que le puede decir que me devuelva mis cosas?". Y me dice: "Es que esto no es una audiencia de eso".

Sin embargo, en la audiencia del día miércoles, comienza a hablar la testigo de una denuncia que le ha puesto a mi papá. O sea, se ponen a hablar 50 minutos de algo que no es de mi caso, algo que no tiene que ver conmigo y del proceso de violación, pintando que mi papá era el malo. Se dedicaron a criminalizar a las víctimas. Todos parece que se coluden diciendo que yo era una promiscua y tonta, y mi papá era el que se aprovechaba de mí. Es increíble, un cochinero. La primera audiencia fue muy buena, muy a favor mío porque la fiscal puso bien las pruebas y todo eso.

Camila denuncia abuso por parte de su propio tío Fotos: Javier Chávez El Heraldo de Tabasco

ÓSCAR: Y después cambiaron las cosas La segunda audiencia nada favorable a favor de la causa de Camila. Y se abrieron temas que no son ni relevantes y preguntas que no tenían sentido.

CAMILA: Cuando yo tuve acceso a esta audiencia, la empecé a ver a las 10 de la noche, y yo escuchaba los testimonios y yo lloraba, incluso me reía porque decía, cómo van a decir esa tontería, pero yo lloraba, y le decía a Dios, ¿por qué me pones esto? Y más me enojaba que habían pruebas o cosas que decían los testigos, que mi fiscal tenía prueba de que era mentira, y no lo refutaba.

Las preguntas fueron muy… o sea, no tenían sentido. Mencionaban de que tenía varias novios y no sé cuánto, pero lo único que le preguntó a la fiscal era: "¿Y en qué horario estudias?". ¿Qué tiene que ver el horario en el que estudie mi prima? La novia dice de que yo mantenía relaciones sexuales con ella y que me desnudaba y que teníamos sexo anal, vaginal y oral. Pero en una parte de unas supuestas conversaciones muestran que yo digo "no sé lo que es ver senos de mujeres porque eso nunca he visto".

Lo que dijo la fiscal fue: "bueno, si Tatiana no ha mantenido relaciones, si ha mantenido relaciones contigo desde enero, ¿por qué ella dice de que nunca ha visto unos senos de mujer?" Y lo que dice la testigo es: "no, es que yo nunca dije que me quitara el brasier, o que entre nosotras nos chupáramos las tetas. Además teníamos sexo anal, vaginal y oral, con dilos" y no sé cuánto. Y ahora que yo lo pienso, a lo mejor se hizo esa pregunta justo para que después, cuando se apele, yo no pudiera usar eso a mi favor, o sea, que ella ya haya, entre comillas, aclarado ese error que dijo y pues salga impune.

Ahorita que ya me pongo a pensar y digo todo eso, realmente mi defensa si es que dijeron algo, se basaron en que los que decían sus testimonios, sin que se dieran cuenta que se estaban equivocando en algunas cosas o contradiciendo. Y que supuestamente yo le pedía permiso a la novia para poder meterme con mi tío. Lo dicen en la audiencia. "Ella tenía que pedirme a mí permiso para poder estar con él".

El día de hoy fui a Fiscalía. Se supone que yo tenía una cita con la fiscal a la una de la tarde, tanto para que me preguntara sobre los hechos como para que me dé una siguiente copia de otros hechos. Pero no estaba. Convenientemente a otra vez no estaba. Es la tercera vez que la busco y no está.

En la Fiscalía General del Estado comienzo a hablar con la directora de género Giovanna, le comenté mis inconformidades. Le dije: ¿Cómo me va a decir el señor Florentino que por ser peruana en mi caso no se le va a prestar el mismo valor? O bueno, va a dar a entender que por ser peruana en mi caso no se le va a dar el mismo valor que un mexicano".

Y me dice que sí, que eso no es posible. Yo le digo ¿Y cómo la fiscal a la que yo confié toda mi vida y tantas cosas pueden ser buenas o malas para mi caso pero le conté la verdad a ella? ¿Cómo puede ser que ella no haya dicho absolutamente nada a mi favor?

¿Usted me ha visto hace tres meses con la cabeza abajo? ¿Me ha visto hacerle caso? Yo no he ido a Derechos Humanos. Yo no he ido a la prensa. Yo no he hecho nada. Porque ustedes me lo recomendaban. Yo he estado con la cabeza abajo pensando en que la justicia iba a ser lo suficiente para que mi violador se quede en la cárcel.

Y ahora tengo el valor de mirarla a los ojos todo el momento, y decirle argumento por argumento cómo es que yo creo que la fiscal no ha hecho bien su trabajo, que hay algo más. Que no sé si a lo mejor estaba cansada o quién sabe ¿no? A lo mejor sí estaba agotada ¿Quién sabe? ¿Qué le habrá pasado? ¿Qué se le habrá dicho? Realmente, pero yo creo que es una total negligencia a mi caso.

No está bien hecho. Le digo, es una cochinada de caso y ojalá pues le digo, ahora tengo que hacer una apelación porque no se hizo bien el trabajo y esta apelación va a tardar tres o seis meses. Si es que me la aceptan. Y ahora hay cambio de gobierno. Entonces le digo ¿Qué me espera? ¿Qué me espera?

EL HERALDO DE TABASCO: Entonces, el tema está, por el momento, empatanado. No hay una salida legal visible. ¿Tu victimario ha buscado tener contacto contigo?

CAMILA: No, por el momento no.

EL HERALDO DE TABASCO: Tú, obviamente, ya no vives en su casa

CAMILA: No.

EL HERALDO DE TABASCO: Cómo afectó esto tu vida? Yo entiendo que debe ser catastrófico, pero ¿Cuáles son las implicaciones al momento que tú puedes sentir a raíz de todo esto?

CAMILA: Fíjese que cuando a él lo atraparon y no lo dejaron libre, ese día se lo juro, sentí un sueño enorme. Dije, todos estos días, todos estos meses yo no he podido dormir bien, si no es con medicamento. Pero cuando él estuvo tan siquiera los seis días dentro y sentí que la fiscalía me apoyaba dormí como una bebé. Comencé a reír con mis amigos, comencé a estudiar, a prestarle otra vez atención a los temas, a enfocarme, ya no veía nada igual. Dije, ya está preso, ya me quité un peso de encima, ya va a sentir lo que yo sentí. El día que yo me entero que lo liberan, todo se me viene abajo, definitivamente.

Otra vez la crisis. No duermo. O sea, si antes la medicación, a mí me recomendaron un cuarto de quiatipina, que es un antipsicótico que tiene el efecto de hacer somnolencia. Mientras pasaba el proceso, llegué a tomar una pastilla para dormir un lapso de solamente seis horas. Y si yo quería dormir más, tenía que aumentar esa dosis a dos pastillas. Para poder dormir de 12 a 14. Actualmente, estoy durmiendo con una pastilla y media y me despierto en las madrugadas, como no tiene idea, soñando con esta persona. Me despierto sudando, triste.

Tengo mensajes donde le digo a mi mamá y la llamo a las 2, 3 de la mañana y le digo, mamá, no puedo, le digo no, no me siento bien, le digo, mis amigos están apoyándome en todo lo que pueda, me ven que a veces me dan ataques, me pongo a pensar y digo, ¿y si este hombre viene?, ya me mandó a seguir una vez con mi primo. ¿Qué le hace pensar que él no me va a mandar a seguir ahora con un sicario? Ahora que está libre y que le he dañado su imagen, ¿qué es lo que a mí me protege? La fiscalía no me protege. La policía no me protege.

Me dieron el botón de pánico. Nadie contesta. En la universidad por todo esto estoy faltando, tendré dos semanas de haber faltado. Los profesores me ven que durante la clase mi mente está pensando en los miles de escenarios en los que me puede hacer daño. Miedo de regresar a mi casa y ver que se murió mi perrito porque lo mataron. O miedo a mí misma. Me ven muchas veces a mi salida de clase porque me da muchísima tristeza. Y me salgo y me dicen, ¿qué te pasa? No permitas que esta situación te quita la sonrisa que tenías antes. Y se me hace muy feo para mí decirle a los profesores y a mis mismos doctores decirles "no puedo más". Nadie me ayuda. Nadie me dice nada.

Estas son mis semanas de tormento. Y lo peor es que sé que va a seguir así tres a seis meses porque el fiscal ya no hizo bien su trabajo. Ahorita nada más no queda esperar a ver qué dicen. Si es que dicen algo a favor o si es que dicen algo en contra. Está muy feo. Emocionalmente que no puedo estar con otro hombre que no sea mi papá. Estoy con mis dos amigos y hasta de ellos mismos he desconfiado. Les he dicho, se están vendiendo a mi tío. Me dejaron de hablar una semana porque me dijeron, ¿cómo vas a llegar a pensar eso? Nosotros que te hemos apoyado. Y les digo, lo siento.

Estoy viviendo una pesadilla y desconfío hasta de mi sombra, se lo juro. Pero para todo tengo precaución. Estoy en la calle, estoy mirando si veo un carro. Estoy mirando si veo algo raro porque yo sé que algo malo me puede pasar y sé que el único responsable va a ser ese hombre... En este punto, Camila vuelve a inquietarse. Su ansiedad se hace patente, los ojos se le arrasan, se estruja las manos, se tensa.

EL HERALDO DE TABASCO: ¿Consideras que estás en peligro a causa de él?

CAMILA: Sí, públicamente lo culpo a él. Culpo a la novia, con la cual también tengo una denuncia; los culpo de todo lo que me pueda ocurrir. Si yo le llego a faltar en la mesa a mi mamá algún día, si a mí mi hermana ya no me vuelve a ver, la única culpa va a ser de ese hombre.

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