Mientras que para la mayoría de las personas, la Navidad y año nuevo es sinónimo de celebración y alegría, para algunas personas representa una depresión, que lamentablemente en ocasiones puede llevarla al suicidio.
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Esto se debe a que en esta época la mayoría de las personas hace una valoración de logros y fracasos y, en muchos casos, la persona considera que el balance es negativo.
De acuerdo a algunos especialistas, la depresión se manifiesta con mayor preocupación por la llegada de esta temporada y con frecuencia las personas están enojadas con todo lo relacionado a la navidad, están tristes, apáticas todo el tiempo, se les altera el apetito, comen en exceso o ingieren poca cantidad de alimentos.
Ante esta situación, tanto autoridades de salud como asociaciones civiles cuentan con campañas permanentes para prevenir los suicidios.
Tal es el caso de Salvando una Vida, organización fundada por Rosny López Hernández, quien consideró importante tomar conciencia de este tipo de campañas enfocadas en lograr la recuperación de los valores humanos.
“Debido al bombardeo de una presión social que nos dirige a tener cosas materiales en un tiempo donde debido al Covid muchos han tenido pérdidas, ya sea de un empleo, un ser querido o de cosas materiales, esta gente a su vez se deprime porque no tiene lo que aun desea”, señaló.
Indicó que hay personas que en medio de la pandemia están haciendo muchas fiestas pero hay otro grupo que no la están pasando tan bien; “esas son las que nos preocupan porque dentro de ese grupo hay muchos empresarios”.
Por ello, dijo que las recomendaciones siempre serán estar atentos de las personas que nos rodean, ya que muchos utilizan los estados de whatsapp y facebook para comunicar su dolor a través de una imagen o un texto referente a lo triste de la vida.
Asimismo, dijo que otros lo expresan como falta de apetito, pérdida de la energía o ganas de vivir, se aleja de las personas de su alrededor y lo que se ve hoy es un aumento en el consumo de drogas o alcohol, o en el escape a través de videojuegos con un contenido bélico, entre otras muchas cosas.
“Este es un tiempo de unión familiar y de reflexionar acerca de lo que en verdad tiene importancia para cada uno de nosotros por lo tanto todo lo material pasa a otro plano. Uno debe aprender a vivir con lo que tiene, mientras viene lo que uno quiere”, destacó.
Cabe señalar que en muchas ocasiones la depresión navideña es transitoria, es decir, permanece durante el periodo de festejos, después, las personas se recuperan y continúan con su vida diaria.
No obstante, los especialistas consideran que si se observa comportamiento depresivo después de la Navidad es necesario que la persona afectada acuda al médico para que se le haga el diagnóstico oportuno porque, en ocasiones, toman salidas falsas como el consumo de alcohol o drogas y, en un caso extremo, pensar en ideas suicidas.