El pastor y académico colombiano Mario Enrique Cely Quintero, consideró positivo que el gobierno mexicano esté tomando en cuenta a los líderes religiosos en la toma de decisiones relacionadas con los valores humanos.
Esto al referirse al llamado ejército evangélico de AMLO, que también ha sido si denominado como la cartilla moral con la que el actual presidente busca rescatar los principios éticos y morales de la sociedad.
"Esto es importante porque esencialmente los gobiernos de hoy, los gobernantes de hoy se creen absolutos, se creen autónomos y piensan que sobre ellos no hay nadie más, pero a mí me enseña la sagrada escritura Dios es el que creó el gobierno civil y creo el estado, y estos dos entes no son absolutos, sino que deben responder siempre a un creador que fue el que nos dotó la ley moral", señaló.
Entrevistado en el marco de un Congreso Académico en donde participó con la ponencia Choques de Cosmovisiones: Evolucionismo y creacionismo, consideró que el estado y el gobierno están para servir al pueblo, además de que tienen como finalidades, construir las obras de infraestructura, abrir una competencia de libre mercado, hacer justicia y cuidar la vida de sus gobernados, o sea combatir el delito y en general todo lo que atente contra la vida.
Sin embargo, dijo que el gobierno no puede meterse a decir cómo educar sexualmente a los niños, o qué ropa debe ponerse una persona, ya que estos son signos totalitarios.
Aclaró que los pastores no pueden ejercer cargos públicos, pero sí pueden participar con asesorías en cualquier gobierno, “Eso es viable, y sería productivo, esencialmente creo que el pensamiento cristiano tendría mucho que aportarle al estado, al gobierno, a manera de dirección, de consejo y de orientación, porque el estado no está para legislar o para la moralidad, sino que debe ser ejemplo primero”.
Durante la potencia, en el marco del 50 aniversario de la organización educativa Tabscoob, lamentó que muchos jóvenes estén orientados actualmente más hacia la tecnología que a rescatar los valores humanos.
“Esto es riesgoso, porque cuando no se piensa tenemos un retroceso en dos generaciones, cuando nos dedicamos al baile, a la rumba, a la farra y se pierde la energía intelectual del conocimiento, se diluye prácticamente en actividades de poca importancia que no contribuyen al desarrollo de una nación”, señaló.
Cely Quintero es catedrático universitario, pastor, y desarrolla labor docente en un seminario de Bogotá, Colombia; es docente de una iglesia presbiteriana, e integrante de la Cofraternidad latinoamericana de Iglesias reformadas, con sede en Costa Rica.