Aunque le golpearon con las manos la camioneta en la que viajaba, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador no detuvo su paso ni bajó de la unidad para atender a las personas que lo esperaban a la salida de la reunión informativa que encabezó este medio día en el hangar de gobierno del aeropuerto de Villahermosa.
Igual suerte sufrieron las unidades en las que viajaban por separado el Secretario de Bienestar Javier May Rodríguez y el gobernador del estado Adán Augusto López Hernández.
Incluso una de las manifestantes del fraccionamiento Bicentenario se quejó de que le aplastaron uno de sus pies con la llanta de una camioneta, pero eso no le impidió seguir protestando por la falta de apoyo de Bienestar, que dejó fuera de los censos a decenas de personas de su comunidad.
Sin embargo, otras señoras sí alcanzaron a entregarle documentos al Presidente y confían en que tendrán una respuesta positiva.
“Confiamos todavía en él, porque esa gente que pudo que está ahí en el gobierno son corruptos”, señaló la señora María Esther Gudiño Baeza, quien mostró un documento que le firmó el propio presidente.
Por su parte, la señora María del Rocío Díaz Jiménez, señaló que una de las camionetas le aplastó el pie izquierdo en su intento por acercarse al presidente.
Me pasó la llanta del carro, y tenemos la impotencia de que no se bajó, nada más decía en la camioneta soy del pueblo, soy del pueblo, pero si era del pueblo por qué no se bajó y le dio la cara a su pueblo.
María del Rocío Díaz Jiménez
Indicó que algunas personas argumentaron que no bajó debido a la emergencia sanitaria por Covid-19 a lo que señaló: “Si ellos no quisieran una pandemia por qué hacer todo esto”.
Igual de impotente se mostró la señora Bertha Rodríguez Torres, quien colocó una cartulina en el parabrisas de la unidad en la que el gobernador Adán Augusto López Hernández se retiraba del lugar.
Desde antes de iniciar la reunión, varios grupos de personas se esperaban a en el aeropuerto de Villahermosa, desde habitantes de la Colonia Gaviotas Norte que no fueron incluidos en el censo de Bienestar a pesar de haberse inundado, hasta habitantes de diversas comunidades de Cárdenas que están inconformes por actos de corrupción de Pemex.
También se encontraba un grupo de habitantes del poblado Nicolás Bravo de Jalpa de Méndez, que aparece que cobraron el apoyo de los vales de inundación pero la comunidad nunca fue censada y ninguno de sus pobladores recibió nada.
Los grupos de manifestantes portaban mantas con la esperanza de que sean leídas por el presidente.