/ lunes 13 de septiembre de 2021

Entorno | La ruta legal y política del gobernador interino


“La especie de mentira más común es aquella en la que un hombre se engaña a si mismo. El engañar a los demás es un defecto relativamente raro” Friedrich Nietzsche.

“La recompensa del mentiroso es no ser creído, aun cuando diga la verdad” Aristóteles.

Como si el tiempo se hubiera detenido en Tabasco, como si fuera el año 2000 o un poco antes, 1999, incluso el año 1992; una serie de hechos y circunstancias, eso sí, -en tiempos y condiciones políticas completamente distintas- intentaron repetirse, en la designación de quien habría de relevar al designado al mediodía del jueves 26 de agosto como titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

Y ante la sucesión de hechos de relevancia para la entidad, desde los políticos hasta los sociales, así como la incesante presencia de los contagios por COVID-19 que mantienen sumida a una buena parte de la población en una condición de estrés colectivo, poco se dijo, respecto a lo ocurrido con el nombramiento de Carlos Manuel Merino Campos como secretario de gobierno, para asumir minutos después por ministerio de Ley como gobernador provisional ante la Sexagésima Tercera Legislatura de Tabasco y todo lo que pasó antes y después hasta culminar con todo el proceso.

Antes de la medianoche de ese 26 de agosto, hubo conciliábulos desde el mediodía hasta caer la noche, nostálgicos del sistema, igual como ocurrió en el pasado referido lo que probablemente sucedió porque -son los mismos de siempre- con algunos que alcanzaron su madurez política bajo la tutela de quienes siguen vigentes, porque en la realidad, son muy pocos los actores políticos que tienen una carrera reciente, quienes quizá, entre ensayo, error y acierto podrían aportar algo distinto.

Dos días después de rendir protesta, en sesión extraordinaria esa misma legislatura con 29 votos a favor y dos abstenciones reformó el artículo 49 de la Constitución Política de Tabasco, en el que se destaca lo siguiente:

Después del segundo año del periodo respectivo, el Gobernador Constitucional podrá solicitar licencia para separarse del ejercicio de sus funciones por tiempo indefinido, la cuál será autorizada por el Congreso de Tabasco, mismo que procederá de forma inmediata a nombrar un Gobernador Interino.

Lo que ocurrió con Carlos Manuel Merino Campos 72 horas después de esa reforma cuando finalmente rindió protesta como gobernador interino de Tabasco y con ello se puso fin a las especulaciones.

De lo anterior, no se trata de generalizar, porque se atienden distintas variables en escenarios políticos tan complicados como los que siempre vive Tabasco, tan es así, que la mayor disrupción política contemporánea del país -para bien o para mal- está bajo la égida de uno de ellos.

El epílogo de esa ruta podría arrojar explicaciones bastante claras a las muchas especulaciones e interrogantes de algunos cuantos, como la siguiente:
¿Por qué fue la legislatura 63 la encargada de autorizar una licencia, nombrar a un gobernador provisional, reformar la Constitución y tomar protesta al nuevo gobernador interino y porqué no la nueva legislatura?

CONTORNO

Víctor Castro Cosío: de BCS a Tabasco y los tabasqueños

En medio de la tormenta Olaf, Víctor Manuel Castro Cosío rindió protesta el pasado viernes como gobernador constitucional de Baja California Sur tras alzarse con la victoria -en la elección más imposible de todas las que hubo en el país- donde casi nadie creía existiera la posibilidad de ganar, sin embargo, un grupo de tabasqueños no pensaba lo mismo.

Quizá por eso, el reconocimiento de extremo a extremo, desde esa entidad hasta Tabasco.

“No pudo venir el secretario de gobernación, mi querido, mi entrañable amigo…Adán…pero vino Dea (Estrada) su esposa, gracias Dea, muchas gracias, gracias a las tabasqueñas, a los tabasqueños que me abrazaron hace años como un tabasqueño más y no por el presidente, sino porque, la amistad, así se fue construyendo, muchísimas gracias”.

Por Olaf, fue cerrado el aeropuerto lo que impidió el arribo del titular de Gobernación. Entre los asistentes, también presente quien fungió como delegado nacional de MORENA para esa elección, Manuel Graniel Burelo.

En una etapa de alianzas para alcanzar mejores estadios, algo productivo puede detonarse a partir de tan profunda relación…

Una pregunta y una lección, el legado de González Pedrero…

31 de diciembre 2012.

Sin haberlo solicitado, gracias a una amiga -ya fallecida- por una cancelación y autorización de una destacada política tabasqueña con presencia nacional, pude obtener un mejor lugar para atestiguar la ceremonia de toma de protesta de Arturo Núñez Jiménez como gobernador constitucional de Tabasco -mi nuevo lugar me había colocado en tercera fila- exactamente detrás de Andrés Manuel López Beltrán quien tenía a su lado a su hermano José Ramón López Beltrán con los que platiqué y entrevisté, grabación que conservo.

Entre los invitados especiales se encontraba el ex gobernador Enrique González Pedrero -que recién falleció la semana pasada- y a quien, en un breve momento de descanso de los saludos y entrevistas, me acerqué y le dije:

Momento histórico para la izquierda después de 82 años de gobiernos del PRI y curiosamente, uno de los primeros recuerdos que tengo de usted, fue su salida el último año (1988) del gobierno de Tabasco para irse como un ideólogo importante del PRI, se decía incluso, que a usted, muchos le consideraban un maestro (no le dije pero hace 9 años en esa ceremonia, venían a mí los recuerdos del año 1988 y la irrupción de Carlos Salinas quien lo consideraba un maestro al ex gobernador y quien a la postre se convertiría en presidente de la República, la etapa en la que se inició la transición política del país).

Pese a su avanzada edad, nunca titubeó, ni dejó de mirarme a los ojos y me respondió con una pregunta ¿ha leído usted el Príncipe de Nicolás Maquiavelo? Sí, le contesté, entonces, abundó, en su respuesta con esto:

“Cada año leo ese mismo libro y lo hago desde hace años y sepa usted que siempre encuentro nuevas interpretaciones del mismo”.

En ese momento, inició la ceremonia protocolaria para investir al gobernador número 68 en la historia de Tabasco, ahí comenzó una nueva etapa y terminó esa charla.

Sin duda, un hombre brillante.


“La especie de mentira más común es aquella en la que un hombre se engaña a si mismo. El engañar a los demás es un defecto relativamente raro” Friedrich Nietzsche.

“La recompensa del mentiroso es no ser creído, aun cuando diga la verdad” Aristóteles.

Como si el tiempo se hubiera detenido en Tabasco, como si fuera el año 2000 o un poco antes, 1999, incluso el año 1992; una serie de hechos y circunstancias, eso sí, -en tiempos y condiciones políticas completamente distintas- intentaron repetirse, en la designación de quien habría de relevar al designado al mediodía del jueves 26 de agosto como titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

Y ante la sucesión de hechos de relevancia para la entidad, desde los políticos hasta los sociales, así como la incesante presencia de los contagios por COVID-19 que mantienen sumida a una buena parte de la población en una condición de estrés colectivo, poco se dijo, respecto a lo ocurrido con el nombramiento de Carlos Manuel Merino Campos como secretario de gobierno, para asumir minutos después por ministerio de Ley como gobernador provisional ante la Sexagésima Tercera Legislatura de Tabasco y todo lo que pasó antes y después hasta culminar con todo el proceso.

Antes de la medianoche de ese 26 de agosto, hubo conciliábulos desde el mediodía hasta caer la noche, nostálgicos del sistema, igual como ocurrió en el pasado referido lo que probablemente sucedió porque -son los mismos de siempre- con algunos que alcanzaron su madurez política bajo la tutela de quienes siguen vigentes, porque en la realidad, son muy pocos los actores políticos que tienen una carrera reciente, quienes quizá, entre ensayo, error y acierto podrían aportar algo distinto.

Dos días después de rendir protesta, en sesión extraordinaria esa misma legislatura con 29 votos a favor y dos abstenciones reformó el artículo 49 de la Constitución Política de Tabasco, en el que se destaca lo siguiente:

Después del segundo año del periodo respectivo, el Gobernador Constitucional podrá solicitar licencia para separarse del ejercicio de sus funciones por tiempo indefinido, la cuál será autorizada por el Congreso de Tabasco, mismo que procederá de forma inmediata a nombrar un Gobernador Interino.

Lo que ocurrió con Carlos Manuel Merino Campos 72 horas después de esa reforma cuando finalmente rindió protesta como gobernador interino de Tabasco y con ello se puso fin a las especulaciones.

De lo anterior, no se trata de generalizar, porque se atienden distintas variables en escenarios políticos tan complicados como los que siempre vive Tabasco, tan es así, que la mayor disrupción política contemporánea del país -para bien o para mal- está bajo la égida de uno de ellos.

El epílogo de esa ruta podría arrojar explicaciones bastante claras a las muchas especulaciones e interrogantes de algunos cuantos, como la siguiente:
¿Por qué fue la legislatura 63 la encargada de autorizar una licencia, nombrar a un gobernador provisional, reformar la Constitución y tomar protesta al nuevo gobernador interino y porqué no la nueva legislatura?

CONTORNO

Víctor Castro Cosío: de BCS a Tabasco y los tabasqueños

En medio de la tormenta Olaf, Víctor Manuel Castro Cosío rindió protesta el pasado viernes como gobernador constitucional de Baja California Sur tras alzarse con la victoria -en la elección más imposible de todas las que hubo en el país- donde casi nadie creía existiera la posibilidad de ganar, sin embargo, un grupo de tabasqueños no pensaba lo mismo.

Quizá por eso, el reconocimiento de extremo a extremo, desde esa entidad hasta Tabasco.

“No pudo venir el secretario de gobernación, mi querido, mi entrañable amigo…Adán…pero vino Dea (Estrada) su esposa, gracias Dea, muchas gracias, gracias a las tabasqueñas, a los tabasqueños que me abrazaron hace años como un tabasqueño más y no por el presidente, sino porque, la amistad, así se fue construyendo, muchísimas gracias”.

Por Olaf, fue cerrado el aeropuerto lo que impidió el arribo del titular de Gobernación. Entre los asistentes, también presente quien fungió como delegado nacional de MORENA para esa elección, Manuel Graniel Burelo.

En una etapa de alianzas para alcanzar mejores estadios, algo productivo puede detonarse a partir de tan profunda relación…

Una pregunta y una lección, el legado de González Pedrero…

31 de diciembre 2012.

Sin haberlo solicitado, gracias a una amiga -ya fallecida- por una cancelación y autorización de una destacada política tabasqueña con presencia nacional, pude obtener un mejor lugar para atestiguar la ceremonia de toma de protesta de Arturo Núñez Jiménez como gobernador constitucional de Tabasco -mi nuevo lugar me había colocado en tercera fila- exactamente detrás de Andrés Manuel López Beltrán quien tenía a su lado a su hermano José Ramón López Beltrán con los que platiqué y entrevisté, grabación que conservo.

Entre los invitados especiales se encontraba el ex gobernador Enrique González Pedrero -que recién falleció la semana pasada- y a quien, en un breve momento de descanso de los saludos y entrevistas, me acerqué y le dije:

Momento histórico para la izquierda después de 82 años de gobiernos del PRI y curiosamente, uno de los primeros recuerdos que tengo de usted, fue su salida el último año (1988) del gobierno de Tabasco para irse como un ideólogo importante del PRI, se decía incluso, que a usted, muchos le consideraban un maestro (no le dije pero hace 9 años en esa ceremonia, venían a mí los recuerdos del año 1988 y la irrupción de Carlos Salinas quien lo consideraba un maestro al ex gobernador y quien a la postre se convertiría en presidente de la República, la etapa en la que se inició la transición política del país).

Pese a su avanzada edad, nunca titubeó, ni dejó de mirarme a los ojos y me respondió con una pregunta ¿ha leído usted el Príncipe de Nicolás Maquiavelo? Sí, le contesté, entonces, abundó, en su respuesta con esto:

“Cada año leo ese mismo libro y lo hago desde hace años y sepa usted que siempre encuentro nuevas interpretaciones del mismo”.

En ese momento, inició la ceremonia protocolaria para investir al gobernador número 68 en la historia de Tabasco, ahí comenzó una nueva etapa y terminó esa charla.

Sin duda, un hombre brillante.