Ante la evolución favorable de la epidemia del COVID-19, que se ha reflejado en la disminución de nuevos casos, pacientes activos y hospitalizados, Tabasco dejará el semáforo rojo y pasará a color naranja la próxima semana, del 17 al 23 de agosto, informó la Secretaría de Salud federal.
Gracias al trabajo médico y de reconversión de áreas hospitalarias, al cierre de esta semana, la entidad pasó al octavo lugar nacional en ocupación hospitalaria, con una disponibilidad de 44 por ciento en camas generales y 39 por ciento con ventilador.
De acuerdo a los indicadores, los nosocomios del estado conservan un rango superior al 30 por ciento de seguridad que exige la autoridad sanitaria.
Luego de permanecer ocho semanas en alerta roja, en la entidad podrán retomarse las actividades no esenciales al 30 por ciento, siempre y cuando las empresas tomen en cuenta las medidas de cuidado máximo para las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19, se abrirán espacios públicos abiertos con un aforo (cantidad de personas) reducido.
Pese a este cambio favorable, la dependencia advirtió que aún existe un alto riesgo de contagio, de incidencia y de carga de la enfermedad de COVID-19, por lo cual, la población debe seguir actuando de manera prudente y mantener las medidas de higiene y sana distancia.
En la conferencia de prensa diaria, el director de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá, enfatizó que Tabasco entrará a semáforo naranja en la semana 34 de la epidemia, junto a otros 26 estados de país.
Este viernes, el estado registró 216 nuevos casos de coronavirus y 35 defunciones, con un acumulado en lo que va de la pandemia de 25 mil 402 personas infectadas y dos mil 322 muertes a causa del virus.
