Oriunda de Comalcalco, Tabasco, pero radicada en la ciudad de Mérida, Yucatán, Saira Elena Murillo esperaba con gran ilusión el nacimiento de su hija, para quien eligió el nombre de Athenea. Su embarazo fue complicado, de alto riesgo, durante el cual se presentaron dos amenazas de aborto, y a los seis meses tuvo contracciones, según nos narra Rosa Elena Murillo, madre de Saira y abuelita de Athenea, quien reside en la Perla de la Chontalpa pero se encuentra acompañando a su hija y su nieta.
Finalmente, con 39 semanas de gestación, la pequeña nació el pasado 23 de agosto. Todo parecía estar bien, pero quince días comenzó el calvario. El sábado 5 de septiembre, la pequeña no comía, no lloraba, no se movía. Estaba como desmayada. Y de haber nacido con un peso de 2 kilos 950, había perdido 600 gramos, para pesar 2.3 kilos, es decir, el peso de un bebé prematuro.
“Nos preocupamos y corrimos al hospital; se le habló al pediatra, llegando la canalizaron, le pusieron suero, le empezaron a hacer análisis y demás”, comenta la señora Rosa Elena.
De acuerdo con los médicos, el estado que presentaba la bebé es un caso muy raro. “Normalmente cuando hay deshidratación infantil bajan los niveles de sodio, y la bebé presentaba niveles altísimos; estos casos ocurren uno entre mil, es muy raro y no sabemos por qué se dio. Y la bilirrubina, que se puede decir que hasta puede ser normal dentro de los recién nacidos, también sus niveles estaban muy elevados”, señala la abuelita de la bebé.
El diagnóstico médico a corroborar: sepsis neonatal y deshidratación hipernatrémica corregida.
Para no estarla pinchando a cada rato, a la pequeña se le colocó un catéter en el cuello para hacerle análisis y suministrarle antibióticos. “Es como una minicirugía, es delicada ya que va directo a la yugular. Ya con ese catéter le están pasando antibiótico, y por ahí también le sacan estudios casi diario para ver cómo van el sodio y la bilirrubina”, dice Rosa Elena.
La abuelita nos comparte que en los estudios del día de ayer, los niveles sodio ya se encontraban normalizados; la bilirrubina todavía está un poquito elevada, pero ya casi alcanza la normalidad. Ya le fue retirada la fototerapia, que consiste en el uso de unas luces especiales como terapia para controlar la bilirrubina. El calcio también ya está bajo control, y lo único que aún presenta niveles elevados son unos leucocitos. En tanto, en el catéter le suministran un antibiótico.
Aún falta el resultado del estudio que le hicieron, para descartar la sepsis neonatal: “estamos esperando resultado un estudio que le hicieron de un cultivo de la sangre, en este estudio nos va a decir qué clase de virus trae la niña para poderlo atacar”.
A decir de Rosa Elena, la niña presentó una leve mejoría este día: “el día de hoy ya estoy más tranquila; ya veo a la niña un poquito de mejor color, con más actitud, ya se mueve un poquito más, lo único que no quiere comer, y mientras no coma no se va a recuperar, gran parte de su recuperación es que ella solita coma”.
La pequeña está siendo alimentada con leche materna, que su mamá se extrae para poder medir la cantidad que está consumiendo y llevar un control exacto, y en su caso, completar con fórmula. Sin embargo, se muestra renuente a comer, cierra la boca y rechaza la leche. Sin embargo, madre y abuela no desisten, y se mantienen al pie del cañón, aún a pesar de que Saira tuvo que ser sometida a una cesárea debido a que Athenea venía sentada.
El próximo jueves les entregarán los resultados de los análisis que le practicaron para confirmar o descartar el diagnóstico inicial; en tanto, ambas tienen que permanecer en el hospital particular en el que la bebé recibe atención médica, en donde los gastos por estudios, hospitalización y tratamiento son bastante elevados. Dependiendo del resultado del análisis, a la pequeña se le realizarán más estudios o podrá regresar a casa. Mientras los gastos siguen corriendo.
Ante esto, Rosa Elena y Saira se han visto en la necesidad de buscar ingresos; para ello organizaron la rifa de un cuadro pintado por ambas con la técnica de acuarela, con medidas de 42 por 59 centímetros. “Pedimos el apoyo con la venta de boletos para la rifa del cuadro que es un cuadro que tanto mi hija como yo pintamos; yo vivo en Comalcalco; mi hija es de Comalcalco pero se vino a estudiar a Mérida y acá se quedó. El costo del boleto es de 60 pesos”.
Finalmente, la talentosa pintora externa de antemano su agradecimiento: “Le agradecemo a todo mundo el apoyo que no puedan brindar; por muy mínimo que parezca, entre gotita y gotita se va juntando, se llena el jarrito y se lo vamos a agradecer; hoy por nosotros y mañana no sabemos. Espero que toquemos el corazón de la gente para que nuestra Athenea salga adelante”.
La niña Athenea necesita del apoyo de todos. Para donaciones, realizarlas a la tarjeta:
- Scotiabank: 5579 2091 1891 9098
- A nombre de Rosa Elena Murillo Murillo
- CLABE 044794104062228975
SHOW DE MAGIA VIRTUAL EN FAVOR DE ATHENEA
Un espectacular show virtual de magia totalmente familiar es el que ofrecerá el mago Adrián el próximo viernes 25 de septiembre a las 8 de la noche, a través de la aplicación Zoom, con una cooperación voluntaria de 100 pesos por familia.
Lo recaudado será utilizado para apoyar los gastos médicos y el tratamiento de la pequeña Athenea.
Si deseas formar parte de este evento, puedes realizar tu reservación a los teléfonos 9992772480 y 9843146184; el costo del boleto se recibe en la tarjeta con número 5579 1002 3400 4859. Una vez recibida la aportación, se enviará la invitación virtual al evento. ¡No te lo puedes perder!